Transcripción automática
0:00:00 ¿Continuamos en la venganza? ¿Será terrible por radio del Plata desde la cama de Dolina?
0:00:14 Ya concluyendo esta etapa del programa, por fin jueves vamos a estar nuevamente en el Multiteatro de Corrientes 1283.
0:00:21 Exactamente, así estaremos.
0:00:23 Bien, hablaremos esta noche de sus particiones dentro del cristianismo.
0:00:30 Entre los siglos XI y XIV, los clérigos cristianos de las iglesias europeas tenían una preocupación.
0:00:41 Tenían muchas, pero señalaremos ésta.
0:00:44 La cuestión ya no era condenar como en el pasado la supervivencia del antiguo paganismo.
0:00:52 En esa época, era en el propio seno de las prácticas legítimas donde había que persiguir las supersticiones.
0:01:02 Las autoridades religiosas estaban muy atentas a los desvíos que podían sucederse en el propio culto.
0:01:11 Debía cuidarse, con toda intensidad, la liturgia consagrada.
0:01:18 Vamos a ver de qué hablamos.
0:01:21 Algunos se alejaban bastante de las indicaciones de sus párrocos y directamente no cumplían con ninguna regla cristiana.
0:01:29 Las crónicas religiosas están repletas de historias, de castigos sobrenaturales que recaían al instante sobre los que pretendían, por ejemplo, trabajar en días inconvenientes.
0:01:41 Es decir, esta primera situación no es tan conflictiva porque después de todo es la divinidad misma.
0:01:48 La que en forma automática produce el castigo.
0:01:52 Usted trabaja en domingo, pues, la divinidad provee el castigo.
0:01:57 Una interesante historia es la de un campesino de la región de Lyon que quería recolectar unos guisantes justo en el día del señor.
0:02:07 No sabemos trabajar en un domingo, aún en la tarea más...
0:02:13 ...magnóble.
0:02:15 No, no solo manóble, sino más pequeña. Es un pecado mortal.
0:02:20 Bueno, este muchacho quiso recolectar unos guisantes y la mano se le quedó pegada a la chacha.
0:02:30 Se le quedó pegada la mano al guisante.
0:02:34 Y así estuvo dos días instalado junto al arbusto que no lo dejaba marcharse.
0:02:41 Entonces este hombre desesperado decidió arrancar la planta de raíz, que es lo primero.
0:02:48 Y aún no se le ocurre si necesidad de llegar a la desesperación.
0:02:51 ¡Estará los días en la samba!
0:02:53 Bueno, el señor ha estado marchando a la iglesia para ver si con un resto conseguía desprendérsela.
0:03:01 Bueno, confesó su pecado de trabajo dominical y la planta cayó de su palma.
0:03:08 Es decir, en aquellos años la divinidad estaba atenta para castigar y también para perdonar.
0:03:16 Sí, sí, para ir a trabajar a Fulltime para ver qué hacía su devolvo.
0:03:19 Claro, o sea, el clero se rascaba.
0:03:22 Más allá de negligencia respecto de los ritos, se cuidaba también que los elementos de la liturgia no fueran mal usados.
0:03:33 En aquellos siglos mencionados, aparecieron muchos sacrilegios respecto a la hostia.
0:03:43 Los usos ilícitos de la hostia eran muy frecuentes.
0:03:48 Los clérigos los denunciaron a la comisería y procuraron encaminar el culto eucarístico por buen camino.
0:03:59 Encaminar por buen camino no está mal.
0:04:04 El cisterciense, Herberto de Claraval, habló de campesinos que solían poner hostias en las posigas para que los cerdos no murieran ni enfermaran.
0:04:19 La barbaridad, sí, va.
0:04:21 Las autoridades indicaron con toda dignidad que el cuerpo de Cristo no era para dárselo a los chanchos.
0:04:27 En aquellos tiempos la hostia era fácil de conseguir.
0:04:32 Se depositaban a montones en la entrada de los santuarios al lado de aguas benditas y bautismales.
0:04:41 Fue entonces cuando se recomendó a los sacerdotes que empezaran a guardar bajo llave las formas consagradas.
0:04:49 Los prelados también pidieron a los sacerdotes que vigilaran cuidadosamente que los fieles que comulgaban se tragaran a la hostia.
0:04:58 No debían conservarla bajo la lengua, puesto que en tal caso podían extraerla después y utilizarla para cualquier fin indecoroso, incluso venderla y comercializarla.
0:05:13 Otro problema era el mal uso del sagrado crisma, el aceite, el aceite que se usa en la administración de algunos sacramentos.
0:05:23 Ya en el Concilio de Turz del año 813 y después Bucardo de Bournes en su penitencial habían denunciado aquellos que se untaban con el sagrado crisma para resistir la prueba del fuego o de las brazas ardientes en las hordalías.
0:05:41 Cualquier hordalía.
0:05:42 Ya conoce usted el juicio de Dios, la hordalía.
0:05:44 Y así ha pasado por encima de un fuego. Si no te quemabas, era sin océan.
0:05:50 O bien agarrar un hierro caliente.
0:05:54 Bueno, era muy fácil. Todo el sistema judicial era mucho más rápido.
0:05:58 Espeditivo y justo.
0:05:59 Espeditivo no había tantas segundas y terceras y tal.
0:06:03 Y que probarí tanto, claro.
0:06:04 Agarrabas el fierro y si te quemabas, era culpable y a Dios ya está.
0:06:09 Pues bien, para evitar que algunos se afanaran aceite sagrado para no quemarse.
0:06:17 Se vivos, claro.
0:06:19 Bueno, entonces se dictaron algunos cuidados como el de guardar bajo llave estos óleos.
0:06:27 O mejor dicho, estos óleos.
0:06:30 También se pensaba que la gente planeaba sus delitos con mucha antelación.
0:06:41 Incluso planeaba la forma en que iba a ser juzgado y, en este caso, perdonada.
0:06:47 La principal preocupación era la venta de este aceite.
0:06:52 Venta de la que eran culpables, generalmente, los propios aserdotes.
0:06:57 La distribución del Crisma, donde Dios, que lo viz por repartía anualmente a los curas de su diócesis,
0:07:05 debía ser gratuita.
0:07:07 Pero sucedías que algunos se escondían parte de ese aceite y luego lo vendían a quienes se les había negado algún perdón.
0:07:17 A vos te negaban un perdón, el perdón de tus pecados,
0:07:21 pero después bajo cuora te vendían el aceite y con ese aceite podrían reconciliarse con el cielo sin otra ayuda.
0:07:33 También lo compraban los familiares de los muertos a quienes se les había negado la extrema unción o a quienes les había indicado un infierno seguro.
0:07:42 Los suicidas, por ejemplo.
0:07:45 Muy bien, amortajaban a los tipos con ese aceite para conseguir alguna posibilidad de ganarse el paraíso.
0:07:53 Y finalmente señaló la humillación de los santos, que es una mala costumbre litúrgica.
0:08:01 El ritual de la humillación de los santos estaba dedicado a obligar a un santo a favorecer determinada comarca o determinado grupo de personas.
0:08:14 Para eso los monjes depositaban en el suelo, ante un altar, las reliquias de su santo patrón y estas reliquias eran cubiertas de espinas y se entonaban lamentos y amenazas.
0:08:32 En una palabra se le decía el santo que si no intercedía y ayudaba lo iban a continuar atormentando.
0:08:40 Y la función de ese ritual era naturalmente obligada al pobre santo a interceder ante Dios en favor de sus servidores.
0:08:47 Una extorsión verdaderamente.
0:08:49 Una extorsión.
0:08:50 Y algunos santos, hay que decirlo, por muy santos que fueran finalmente aflojados.
0:08:57 Me decía más que me importa.
0:08:58 Contra de que no sigan con ellos.
0:09:01 Y había numerosas comunidades que prosperaban en virtud de esta clase de chantaje.
0:09:09 ¿Cantaje?
0:09:10 Digamos para terminar que en 1274 el segundo Concilio de Lyon condenó como abuso y ausencia de devoción aquella costumbre de conseguir ayuda milagrosa, merced al samarreo de un santo.
0:09:29 Un santo, claro.
0:09:30 Y desde entonces, gracias a esta intervención conciliar, los santos no fueron sometidos a esta humillación e indignidad.
0:09:42 Quiere decir que estamos mucho mejor que antes.
0:09:46 Hay cosas que ya no pasan por eso.
0:09:48 Bueno, no sé, pasan a otra.
0:09:49 Panarse agua bendita.
0:09:51 Ahora, me imagino que lo harían más fácil.
0:09:54 En los tiempos menos creyentes no necesitan robar el agua bendita.
0:09:58 Pero nada.
0:09:59 Agarra agua de cualquier naturaleza, la que no creen en el agua bendita, y se la venden a algún giro.
0:10:05 Y terminó, ya está, terminó la historia.
0:10:09 O sea, ¿qué es que comerse?
0:10:10 Con esas cosas claramente es un no creyente.
0:10:12 Luego, ¿para qué precisa que el objeto sea aquel de los que creen?
0:10:16 Y quizás Alejandro, en eso radique toda la cuestión esta de, bueno, de los objetos sagrados, de las reliquias, y también de los objetos de culto.
0:10:26 Así que sé que uno se ha preguntado varias veces cuál es la cuestión de los anabaptistas, lo que se vuelve no va a autizar.
0:10:32 Bueno, se autizan una vez y se autizan otra más.
0:10:34 Es muy probable que en esto, en la palabra y la voluntad del Señor, no esté.
0:10:38 Es muy probable que tenga que ver simplemente con disputas de la tierra.
0:10:41 El Cristo supo decir en su momento, en esa situación extrema,
0:10:44 y sí frente a Pilatos, que su reino no era de este mundo,
0:10:48 que al César había que darle lo que le correspondía al César, y a Dios lo que le correspondía a Dios.
0:10:53 Pero no en caso, no lo escuchaba el al hombre.
0:10:55 Y no hay caso, y pasan los siglos, y se reúnen.
0:10:58 A mí siempre me impresiona, desde el concilio de Inicia, este tipo de historias.
0:11:02 Se reúnen para ver cuál era la palabra del Señor.
0:11:04 El Señor había dicho lo que había podido en el tiempo en que lo dejaron hablar.
0:11:07 Pero se resolvía por votación.
0:11:09 Es raro que una institución tan marcadamente jeráctica como la Santa Madre Iglesia resuelva democráticamente esto.
0:11:17 Digo, a ver, vamos a votar. Decían, por ejemplo, el ardeanismo.
0:11:20 ¿Está el cuerpo de Cristo en la Eucaristía?
0:11:22 No, votó que no. Votó que sí, votó que sí.
0:11:24 Votó que sí. Votó el 3 a 1. El cuerpo de Cristo está en la Eucaristía.
0:11:27 Si no accedes a eso, entonces sos un heréje.
0:11:30 Es raro queasonablemente...
0:11:32 ¿Pues justamente ha sido donde la democracia tiene menos que decir?
0:11:35 Yo quiero decir...
0:11:37 Así le escuchan.
0:11:39 Y es colmo, esto siga con la infalibilidad de su santidad, el Papa.
0:11:43 El Papa es infalible.
0:11:45 Supongamos, Dios nos permita, ¿no?
0:11:47 Pero que este, el Vicario de Cristo, el Primo se interpares.
0:11:50 El Roma de Huesco.
0:11:52 Un día se pira.
0:11:54 ¿Pues le pasa todo hombre?
0:11:56 Y el tipo es infalible.
0:11:58 De aquí en más no tenemos que poner la camiseta de rosario central para ir...
0:12:01 No, no, hombre, rosario central.
0:12:03 Todo elito.
0:12:04 Digo, eso no es...
0:12:05 No es casual.
0:12:06 Digo porque el traje de la Guardia Suiza tiene los colores rojos.
0:12:09 Azulia amarilla, en barranca vertical.
0:12:11 Y la gente irá así en busca de eso.
0:12:14 Tengo para mí que en algún momento sería bueno hacer un concilio
0:12:17 porque la marquia parezca algún otro tipo de autoridad.
0:12:20 Porque además, justamente, fíjese, como el aceite que se pone en la crisma, el aceite crismal,
0:12:26 es lo que motivará después el carisma, la capacidad de convicción de toda esta gente.
0:12:31 Digo, creo que estamos muy confundidos y quizás por eso es que uno no piensa que este,
0:12:36 no sé, de pronto, a partir del siglo XI,
0:12:39 estos once se vinculen con algún otro tipo de sacrificio que no sea el de la misa.
0:12:43 Yo creo que cada uno, por supuesto, debe hacer su creencia,
0:12:46 pero las limitaciones del pedido deben estar un poco más relacionadas
0:12:50 con un cierto sentido común.
0:12:52 Si no, vamos a creer que en medio de todos los pecados uno los puede purgar,
0:12:56 yendo a confesarse primero, y muy tranquilo, poder ir al Morzar, ya sin culpa ni cargos,
0:13:00 porque fue a misa de once.
0:13:02 Y misa de once se llama el tango que escucharemos ahora por el trio argentino.
0:13:06 En este caso, canta Agustina Irusta y toca el piano, Lucio de Mare, y descansa.
0:13:12 Roberto...
0:13:13 Fue a sol.
0:13:46 Adelante de Gracias, Covenil, y yo te saludaba con mi mejor sonrisa,
0:13:52 porque tú correspondías con lo de Mangenti.
0:14:04 Vos es de bronce, y llamando a misa de once,
0:14:11 cuantas promesas ganadas cantaron graves campadas
0:14:19 en la florida mañana de mi dorada e inusión.
0:14:28 Y he hecho arrobar para el mundo mi afán de gloria y beso,
0:14:37 y solo traigo al regreso, cansancio en el corazón.
0:14:55 No sé si era pecado decirte mis carnuras, allí frente a la imagen sagrada de Jesús,
0:15:01 lo cierto es que es el mundo sendero de venturas, y por aquel sendero tu amor era la luz.
0:15:09 Hoy te dirá otros labios de la cálida y pausada, palabras emocionadas,
0:15:15 que jura y pide amor, en tanto que mi alma enferma y desausiada,
0:15:22 solos en la ventana del sueño evocador.
0:15:34 Mis odios, yo ya no soy el de entonces, cuantas promesas ganadas cantaron graves campadas
0:15:51 en la florida mañana de mi dorada e inusión.
0:16:02 Y he hecho arrobar para el mundo mi afán de gloria y beso,
0:16:12 y hoy solo traigo al regreso, cansancio en el corazón.
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