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0:00:15 Bueno, vamos a hablar de algo de miedo.
0:00:21 ¡Propillas de amparecido!
0:00:23 ¡Ay, Juna!
0:00:25 Se ha desmayado Doris.
0:00:27 A partir del siglo XI, la Iglesia cristiana burocratizó el culto a los muertos.
0:00:34 Todavía por entonces no había un rito claro o una liturgia precisa para rendir homenaje a los fallecidos.
0:00:42 Allá por el año 1024, en Trinidad, se instituyó la fiesta de todos los ágitos,
0:00:48 celebración que se impuso en toda la cristianidad con gran rapidez.
0:00:53 Se convirtió en el gran momento de la conmemoración litúrgica de los muertos.
0:00:58 Esa celebración fue enormemente importante en los monasterios y también lo fue para los laicos
0:01:05 con la institución regular de las misas dichas para los difuntos.
0:01:10 En la segunda mitad del siglo XII, las creencias relativas a las penas purgatorias
0:01:15 y más tarde el purgatorio ya como lugar específico, porque saben que hasta entonces no había purgatorio.
0:01:22 Purgatorio fue hecho por esa época.
0:01:28 Entonces se integraron plenamente las creencias en un contexto litúrgico.
0:01:33 Es decir, se rezaba en esos días instituidos por la suerte de los que supuestamente estaban en el purgatorio,
0:01:41 incluso esperando a ver cómo se decidía cada caso para prodigarles un pasaje rápido al cielo.
0:01:50 Y entonces tuvo más sentido rezar por los muertos.
0:01:53 Porque antes no.
0:01:55 ¿Qué voy a rezar por los muertos? Ya están. Están condenados, están salvarezas.
0:01:58 Cuando aparece el purgatorio como institución, entonces vamos a rezar por los muertos.
0:02:03 No sea cosa que estén en el purgatorio.
0:02:05 Y se van para el enferto.
0:02:07 Y nadie ha llegado un poco de lobby.
0:02:12 Algunos creyeron que la creación del purgatorio, así como lugar intermedio entre el paradiso y el infierno,
0:02:18 dio lugar a que las apariciones espectrales fueran más posibles.
0:02:25 Claro, se creyó que para un muerto en el purgatorio era más fácil andar entre los vivos con su aspecto fantasmal.
0:02:32 Y se dijo incluso, desde la erudición religiosa, que los muertos que sufrían en el purgatorio
0:02:38 podían regresar legítimamente para suplicar a sus familiares que rogaran por ellos,
0:02:44 que hicieran desirmizas o que presentaran ofrendas a fin de aleviar,
0:02:50 pero fundamentalmente para abreviar las pruebas a las que eran sometidos.
0:02:54 Y es por eso que a partir del siglo XII empezaron a multiplicarse en la literatura y en las crónicas las historias de fantasmas.
0:03:03 En la mitología clásica, usted sabe, los fantasmas son pocos, son muy pocos.
0:03:10 Y más bien proliferan los demonios.
0:03:14 Los daimones son, no me están...
0:03:16 El crecimiento demográfico de espectros en el medio evo se debió entonces, como se ha dicho, a la creación del purgatorio
0:03:25 y de esa instancia de muerte en la cual todavía debía someterse a unas situaciones de prueba, etcétera.
0:03:33 Por esos tiempos aparecieron también unas historias de fantasmas,
0:03:43 tres colectivas de fantasmas, digamos.
0:03:45 O sea, muertos, fantasmas agrupados formando un cortejo, una tropa, un externo existente.
0:03:54 Los relatos de tropas de muertos probablemente eran expiaciones colectivas, de almas en pena,
0:04:04 o un purgatorio itinerante que hacía un pasaje casual por el mundo de los vivos, pero vamos a ver caso por caso.
0:04:12 Tripulaciones, imagino también.
0:04:14 También, claro, de barco fantasmas.
0:04:16 Ah, esos son...
0:04:18 El monje Borgonión Raúl Glaver expuso en el segundo libro de sus historias
0:04:25 la visión del monje Vulferius de Mutier en la diócesis de l'Ancre.
0:04:30 Una vez, en la noche del Domingo de la Trinidad,
0:04:34 Vulferius vio que la Iglesia de su Monasterio se llenaba de hombres vestidos de blanco y púrpura.
0:04:42 Iban conducidos por un obispo que se llamaba a sí mismo el obispo de los muchos pueblos.
0:04:51 Estos personajes afirmaban haber ido ese día para compartir la celebración litúrgica de los monjes.
0:04:58 Era una prueba para expiar pecados.
0:05:01 A Vulferius, que estaba asombrado por semejante presencia,
0:05:05 le explicaron que eran cristianos muertos en la guerra con los arrasenos.
0:05:10 Se dirigían hacia el Reino de los Elegíos y habían hecho un alto,
0:05:14 además de ser una expiación, para reclutar a algunos compañeros.
0:05:20 Cuando el oficio terminó, el misterioso obispo hizo dar el abrazo de paz al monje, no a Vulferius.
0:05:28 Y entonces Vulferius comprendió que ya no viviría mucho tiempo.
0:05:34 Y así ocurrió.
0:05:37 Poco tiempo después, Vulferius cantó para el carnero.
0:05:41 Glader también cuenta que un día por la noche, un sacerdote que miraba por la ventana,
0:05:47 vio llegar del norte a un ejército de caballeros que se dirigía en formación de combate hacia occidente.
0:05:53 Lo llamó, pero desaparecieron.
0:05:57 No sé si es una buena historia.
0:06:00 Vamos a ver esta otra.
0:06:02 A la puerta del priorato de Sentefóid, de Célez Tat, un caballero basallo de los Staufen,
0:06:11 tuvo una visión similar.
0:06:13 Vio una tropa de peregrinos completamente vestida de blanco, seguidos por una tropa de caballeros vestidos de rojo.
0:06:21 Uno de estos últimos le dijo, los blancos han muerto en pecado.
0:06:26 Por el contrario, los rojos hemos muerto en combate.
0:06:30 Parece que los rojos se encargaban de vigilar la expiación de aquellos pecadores.
0:06:35 Debían hacerlos caminar a modo de peregrinación por las distintas seres terrenales de la fe.
0:06:47 Qué curioso esto, pero les tiene que más me gusta.
0:06:52 En su historia eclesiástica, escrita por 1140,
0:06:57 Orderic Vital refiere con gran detalle la aparición que se produjo ante un sacerdote normando de nombre Guachel.
0:07:07 Qué lindo nombre, Guachel.
0:07:10 Fue la aparición del ejército de los muertos conocido como la Meznara Gelequin.
0:07:17 La aparición tuvo lugar el primero de año de 1091.
0:07:21 Aquella noche, el sacerdote de la Iglesia de Bonneville vio desfilar ante él a un ejército aterrador,
0:07:31 guiado por un general que amenazó al sacerdote con una enorme masa.
0:07:36 Unos soldados de a pie, entre los que el sacerdote reconoció a personas que habían muerto hace poco o hacía poco,
0:07:43 seguían al general entonando lamento.
0:07:49 A continuación venía una tropa de mujeres a caballo a las que también pudo reconocer.
0:07:58 Al final marchaban los clérigos quienes suplicaron al sacerdote que rogará por ellos.
0:08:09 El sacerdote Guachelme intentó detener a uno de los caballos, pero el arnés le quemó la mano.
0:08:18 Finalmente, uno de los penitentes explicó que las pruebas del purgatorio habían terminado sin buenos resultados.
0:08:33 Eran tipos que habían estado en el purgatorio.
0:08:37 ¿La saga espera ahí?
0:08:38 Claro, y esta marcha espantosa lo llevaba al infierno. No se ha pensado mucho en esa gente.
0:08:45 Generalmente se piensa que el purgatorio termina siempre en el cielo más tarde o más temprano.
0:08:53 ¿Y todos se reciben?
0:08:55 Parece que no. Parece que por ahí se dice que con usted es inútil.
0:08:59 Y esa marcha, aquella marcha espantosa, llevaba los tipos directos al infierno.
0:09:04 ¿Qué infulería de files?
0:09:06 Uno de los peores de files, por sí.
0:09:08 Dicen que tras la vista de aquella huesta infernal el sacerdote cayó enfermo, no es para menos, pero todavía vivió 15 años.
0:09:22 El autor de la crónica lo conoció.
0:09:25 No lo estaba creyendo, pero ahora sí.
0:09:28 Y pudo ver las fuertes quemaduras que le había provocado el arnés convertido.
0:09:35 Convertido, Dolina.
0:09:38 ¿Cómo sabe que las quemaduras...
0:09:40 ¡Cruybas al canto!
0:09:41 ¿Cómo? ¿De dónde?
0:09:42 Si primero te cuentan que tomaste el arnés de un caballo y te quemó la mano y después te mostrar la mano quemada, ¿qué es?
0:09:51 ¡Cola!
0:09:52 Es una prueba.
0:09:53 ¿Eso es una prueba o no?
0:09:55 ¿Me parece que no?
0:09:56 ¿Ustedes de la que más querés?
0:09:58 Desde la prueba tienes que poder reconstruir.
0:10:01 Yo veo mucha televisión y sí.
0:10:03 ¿Adee del caballo? No, señor.
0:10:11 No quiero seguir con estas historias.
0:10:13 Es que son aterradoras.
0:10:14 Que después me las sueña.
0:10:15 Se las sueña.
0:10:16 Estaba pensando que esta historia en realidad coincide con dos cosas.
0:10:22 Es decir, con el comienzo de los milenarismos.
0:10:24 Ahí cuando la gente se le dio por pensar que el mundo se acababa porque un número era redondo.
0:10:29 Olviendo que era una convención.
0:10:30 Sí, pero se volvió a suceder hace unos años.
0:10:34 Fue sin un capaltuón imbécil.
0:10:36 Incluso el año pasado, o este.
0:10:39 ¿Cuál era que los mallas decían?
0:10:40 En 2012.
0:10:41 Bueno, el año pasado.
0:10:42 Sí, aquí estamos.
0:10:43 También, bueno, yo mismo, ¿no?
0:10:45 Debo confesar.
0:10:46 Bueno, sí, usted estaba diciendo, cuidado, cuidado, cuidado.
0:10:50 Incluso estaba haciendo cosas que no hacen cuando se ha punto determinado.
0:10:54 Recuerda esa fiesta de 15 días.
0:10:58 Estaremos vivos o será esto el purga todo el día, nos dijimos.
0:11:01 Bueno, y también la época en que, ante la inminente, llegada de la fin del mundo, uno se tenía que buscar una causa,
0:11:09 como por ejemplo, exterminar a un pueblo distinto.
0:11:12 Para recuperar ciudades santas, esos esposos, sus superreinos.
0:11:17 Pero también, esto coincide con la época en que algunos religiosas,
0:11:20 unos personas muy religiosas, empezaron a leer una interpretación de la Escritura,
0:11:24 bueno, el divino engelico, no?
0:11:26 Santo Tomás escribió en algún momento que Jesús Cristo no tiene ni fe ni esperanza.
0:11:32 No tiene fe porque sabe todo, entonces intentaron, no precisan confiar.
0:11:36 Pero tiene esperanza porque conoce lo que va a pasar.
0:11:38 Y algunos entendieron que esa era la forma de entender la religión.
0:11:42 Entonces se moleteaban, a ver si este modo alcanzaban ese saber.
0:11:46 Y se decía que esos...
0:11:48 A eso le llaman pensar.
0:11:49 Claro. De este modo.
0:11:52 Ahora, pasado el tiempo, esas cosas dejaron de verse.
0:11:55 Y entonces nos aparece otro tipo de figuras que podemos ver cabalgando así en la leblina.
0:12:00 Usted, Barton, no ha visto de niño, por ejemplo, tres camellos o cuatro,
0:12:05 deslizándose y acercándose al balcón de su edificio de departamentos al sexto piso
0:12:10 y deslizando allí los regalos de la infancia.
0:12:12 No, igual que el señor, vi el pasto que ya habían comido los camellos.
0:12:17 Prueba, prueba.
0:12:18 Con figuréba.
0:12:19 Claro, del mismo modo que el Arnés.
0:12:22 Y la viola secatriz en la mano y dijo, aquí han estado los camellos.
0:12:25 Y goce mala sanpa.
0:12:26 Un pasto comido.
0:12:27 Un pasto comido, para mí, es que prueba de qué.
0:12:29 De qué han estado los camellos y los reyes magos.
0:12:32 Y si eso es verdad, todo es.
0:12:36 Y si esa es verdad, también es verdad que el marroco se abrió.
0:12:38 Pero no hay que para menos duda.
0:12:40 Sigamos por las piedras.
0:12:41 Entonces, dio doce semanas antes de eso, como no imaginar que también un cortejo de renos,
0:12:47 animal extraño para los argentinos y los hay seguidos por un señor obeso que explota enanos.
0:12:53 En algún lugar recorre el mundo dejando juguetes.
0:12:56 Y digo, ¿y este tipo de cosas que nos han porcado desde el siglo XI en la cabeza,
0:13:01 hacen que uno siempre quiera formar parte de esos ejércitos celestiales,
0:13:05 pero del lado de los vivos, no del lado de los muertos.
0:13:07 De aquellos que pueden lograr este tipo de cosas como quien, por ejemplo.
0:13:11 A ver, imagínese primero, todos que quisieron conquistar el aire.
0:13:15 Lo tenemos apegazo ahí, que nos permitía hacer ese tipo de vuelos.
0:13:19 En realidad, el problema de esto es que uno empiece el sueño de ese modo.
0:13:24 Y entonces se va acercando a aquellas cosas que aprendió la infancia
0:13:27 y que de algún modo tiene una concreción, porque la explicación racional no le basta.
0:13:31 Y entonces, usted en medio del sueño va corriendo, como se hace en el campo,
0:13:35 monta por la izquierda un caballo y siente que va levantando vuelo.
0:13:39 Y mira hacia arriba y ve que efectivamente hay otras figuras
0:13:43 que están navegando por allí a punto de concretar su sueño.
0:13:46 En ese momento se despierta, la mujer que ama lo dejó,
0:13:50 descubre que a los sumos usted vive en el campo,
0:13:52 lejos de todo y que ni siquiera tiene cabalga dura,
0:13:55 pero le queda una cosa maravillosa para soñar.
0:13:57 Ginetes en el cielo.
0:13:59 Y Ginetes en el cielo es la canción que vamos a escuchar.
0:14:02 Pensé que a lo mejor era preferible oír OPA OPA OPA, que es una canción superior.
0:14:09 Y estoy muy lindo, ¿por qué no cuento un poco de lo que hay en OPA OPA?
0:14:12 OPA OPA comienza.
0:14:21 Es muy famosa ese pequeño introducción.
0:14:27 Dice, cuasi anochecía, cerquita el arroz,
0:14:33 cuando con mis venas me encontraba sola.
0:14:39 Ahí se situa la cosa.
0:14:42 El tipo estaba ahí, solo cerquita el arroz.
0:14:45 Y por ahí dice que vive uno de Poncho,
0:14:53 que conducía unos animales que parecían sombras.
0:14:57 Una tropa.
0:14:59 Una tropa.
0:15:02 Le dije, ¿qué bicho lleva en esa tropa?
0:15:07 Y el tropero le dice, voy para la tablada de los gauchos,
0:15:11 son sol, a venderle miles de esperanzas gordas.
0:15:16 Y el tipo le contesta, ¿no?
0:15:18 Incluso con cierto entusiasmo.
0:15:20 Y dice, si el mercado promete y en Gorosinao vuelve para estopacos
0:15:27 en procura de otra, no olvides que tengo mis potreros en los dedos.
0:15:32 Y hasta de regalo será sido tu.
0:15:43 Entonces el tropero se sonríe.
0:15:46 El que relata, dice, sonrióse el tropero, que era el desengadio.
0:15:53 Y se rió de las esperanzas que el mismo cantor tenía.
0:15:59 Y se fue con su tropilla, que andaba en medio de las sombras,
0:16:06 quizá en las nubes, no lo vi bien.
0:16:08 Y aún, dice, suenan mis oídos,
0:16:12 aquel grito, el grito campero, de opa, opa, opa.
0:16:17 Esta canción es parecida.
0:16:20 La va a cantar Franky Laine, Franky Laine, que fue el que la impuso.
0:16:26 Y comienza esta extraña versión,
0:16:28 con algo que nos hace esperar más bien tocatas y fugas,
0:16:36 y sin embargo se convierte en que se nos siguiera.
0:16:39 Y también eran unos bichos que parecían sombras.
0:16:43 En vez de baj fuiste adelante.
0:18:39 El bichos se ríen y llaman,
0:18:42 como si se ríen y llaman.
0:18:46 El que se ríe, el que se ríe,
0:18:54 los bichos se ríen y llaman.
0:19:02 Los bichos se ríen y llaman.
0:19:34 Los bichos se ríen y llaman.
0:19:52 ¿Era Franky Laine en la venganza?
0:19:54 ¿Será siellä terrible el Ginetes en el cielo?
0:19:56 La parte de Tocata y Fuga fue su privide inteligentemente.
0:20:00 Probably no formaba parte, ¿no?,
0:20:03 del mismo track que estaba puesta ahí por una introducción bueno fantástica pausa ya venimos
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