Transcripción automática
0:00:00 Esta es una linda historia de Napoleón y una señora, Madame de Chat.
0:00:07 Qué vale la pena recordar.
0:00:10 Así que ubiqué en Boros en el año 1805 en Francia, en la Polión ya que había coronado
0:00:15 emperador, y ya hacía diez años que estaba casado con la criosa Josefina.
0:00:21 Por eso sí, la Polión tenía tres preocupaciones.
0:00:24 Quería apropiarse de la corona de Italia.
0:00:28 Quería poner los pies en la costa ingresa y acariciar el voluptuoso cuerpo de Estefanie
0:00:34 de Guarné, sobrina de Josefina.
0:00:37 La última de las intenciones se le pasó rápido porque entendió que era una demacía y renunció a sus deseos.
0:00:43 Para ocupar su virilidad, continuó dando visitas a las damas que convocaba su ayudante
0:00:50 Constant en una casita de la Avenida Verde.
0:00:54 Constant era el que le conseguía mirar.
0:00:57 En realidad sí, era el que le conseguía mirar.
0:01:01 Entonces por ahí les invitaba a una d rozpazón salón y Napoleón pasaba a revista en batallón de portulantes.
0:01:11 Ante cada mujer se detenía y hacía comentarios que me imagino era mayor vulgaridad.
0:01:18 Pero las muchachas aceptaban las apreciaciones en emperador y esperaban ser elegidas.
0:01:24 Un día Napoleón eligió a una de aquellas mujeres llamaba Marie Vichin y tenía 19 años.
0:01:32 Dicen las crónicas.
0:01:34 Era muy bella y muy generosa en amores.
0:01:36 Listo, me enamoré.
0:01:39 Nunca podía rechazar un hombre y los enamorados hacían fila para recibir una correspondencia efímera pero contundente.
0:01:49 Parece que le encuentro de aquella noche entre el emperador y su nueva compañera.
0:01:53 Fue muy grato y empezaron a encontrarse bastante seguido.
0:01:57 Tanto se sigue en Napoleón la alojó a las tuyerías, que era el palacio donde él vivía, como dama de costura.
0:02:05 Pues desde luego José Fina vivía también allí y no tardó mucho en sospechar.
0:02:10 Incluso encargó a todos sus espías que trataban de sorprender a Napoleón.
0:02:17 El emperador fue informado por sus propios espías y exigió a Marie que de cara de pasearse por los corredores en momentos inadecuados.
0:02:29 Y le dijo que tuviera mucha cuidada.
0:02:33 En realidad nunca aceptaba que ella lo visitara a él si no quiera a él el que iba a los aposentos de Marie.
0:02:39 Así el trayecto que se esperaba a los apartamentos, muy cuidadosamente, descalzo y a veces en camisón, es decir, en ropa de cama.
0:02:49 Se quedaba allí con Marie y ya hasta altas horas de la noche.
0:02:55 Parece que una vez amaneció y Napoleón todavía no había regresado a sus aposentos.
0:03:01 Teniendo un escándalo constante entró y avisó a la pareja la hora que era.
0:03:08 Bueno, Napoleón, actualmente, salió rajando, vivamente agitado en casosillo.
0:03:18 Pero, a pesar de todas estas precauciones, Josefina continuaba sospechar.
0:03:23 Una noche se dio una fiesta en el palacio en Napoleón que deseaba tranquilizar a Josefina.
0:03:29 Se mostró con ella lleno de gentilesa hasta tal punto que la emperatriz se alarma.
0:03:35 Eso es lo malo de ser demasiado gentil cuando uno es una bestia.
0:03:40 Al rato, el emperador, creyendo ser reconciliado con Josefina, fue hasta la mesa de Marie que estaba junto a Marais Junot.
0:03:49 Justamente me imagino la mujer del Mariscal Junot, uno de los amigos de Napoleón.
0:03:57 Bueno, Josefina fue hasta la mesa de Marie y le ofreció unas aceitunas y le comunicó su deseo de verla.
0:04:05 Al día siguiente, la emperatriz invitó a cenar a Marais Junot y le pidió que le dijera todo lo que había oído entre Napoleón y la favorita.
0:04:14 Habían escuchado las conversaciones.
0:04:17 Y Marais Junot transmitió la conversación que había escuchado.
0:04:21 Más tarde, Josefina hizo una escanda.
0:04:25 Lo hizo una escanda del emperador, dijo que era la mujer más egresada en la tierra,
0:04:30 y Napoleón dijo algo sorprendente que ha pasado en la historia.
0:04:34 En medio de la pelea de otra obo que anda con ésta y con la otra, crece yo, él le dijo,
0:04:39 debéis someter a sacar de mi fantasías y encontrar simple y normal el que me conceda tales detracciones.
0:04:47 Y tengo el derecho de responder con un externo yo a todas vuestras quejas.
0:04:51 Soy diferente a todos los demás y no acepto las condiciones de nadie.
0:04:56 Y eso fue.
0:04:58 Se creía Napoleón.
0:05:00 Se creía Napoleón.
0:05:02 Y eso Napoleón, le dijo la mujer.
0:05:05 El caso de Napoleón estaba completamente entregado a los vecinos de la muchacha.
0:05:10 Cuentan que se formaban enormes pilas de mensajes que los distingue generales
0:05:15 y le enviaban para saber cuándo debían marchar hacia Italia,
0:05:18 y el emperador ni siquiera los leía, tan loco estaba por la medida.
0:05:23 Incluso la mía la escondía estos mensajes
0:05:26 y contestaba de general harto con pedidos de paciencia supuestamente provenientes del emperador.
0:05:33 De este modo dilataba la partida de Napoleón para tenerlo más tiempo junto a eso.
0:05:38 Un día la corte se trasladó a Sant Clou
0:05:42 y las habitaciones del emperador en aquel lugar las había decorado el mismo.
0:05:49 El mismo Napoleón con muchos negros.
0:05:51 Le encantaba pasar las noches allí en Sant Clou.
0:05:54 Dice la crónica que una noche Napoleón invitó a Maranduya a jugar una partida de Naípes y a marcha un poco.
0:06:03 ¿Y qué le parece si nos jugamos los chinchones y nos revolcamos en gasto?
0:06:10 Y se encontraba.
0:06:12 Pero sucedió que Josefina salió de sus aposentos para ir a los de su oposo
0:06:17 y al rato apareció Pálida y Temblerosa en uno de los salones.
0:06:22 Y ella misma relató lo sucedido.
0:06:26 Escuché a sus voces, dijo Josefina que tenía la voz igual a la de Napoleón.
0:06:32 Y llamé a las fuerzas.
0:06:34 Comprenderéis el susto que les causé.
0:06:37 Tardaron mucho en Abril, me tardaron.
0:06:39 Y cuando lo hicieron, su aspecto era de total desorden.
0:06:44 Habían juntado las barajas.
0:06:47 A todo lo que da y cada tanto se les caía un 7 de oro.
0:06:58 Bueno, después se pelearon.
0:07:03 Otra es ella.
0:07:05 Se oyó la voz del emperador, bociferando como un trueno,
0:07:08 al emperatriz lanzando gritos, ruido de golpe, platos rotos.
0:07:12 Y al rato Mariluya pidió su caballo si salió para París.
0:07:17 Después de ese escándalo, la vida en el palacio fue infarnada.
0:07:20 Se formaron dos bandos.
0:07:22 Los que apoyaban al emperatriz y los que estaban del lado de Napoleón.
0:07:25 Se vivía una atmósfera de intriga que se hizo.
0:07:28 En verdad, nunca se había visto a Napoleón tan entusiasmado con una muchacha.
0:07:32 Maril no pedía nada para sí.
0:07:35 Abril, que era muy Abril, llegaba incluso a rechazar los regalos de su amante.
0:07:40 Un día Napoleón le mandó un retrato marcado con diamantes.
0:07:43 Y él se guardó el retrato y devolvió el marco, casi ofendida.
0:07:47 Estos signos de desinterés sorprendían al emperador.
0:07:51 Y poco faltó para que los crecera auténticos.
0:07:54 La verdad es que Maril pretendía desbarrancar a Josefina y ocupar su lugar como emperatriz.
0:08:01 Al principio Napoleón aceptó nombrar la gama de palacio.
0:08:05 Después escuchó atentamente sus sugerencias.
0:08:08 Gracias a él, Jean-Luc de Aguilada, que había sido su protector,
0:08:11 fue promovido a la dignidad del príncipe Gran Gran Mirage.
0:08:14 Pero sucedió que Napoleón empezó a notar la ambición que crecía Maril.
0:08:19 Un detalle pequeño lo percuró.
0:08:21 Un día en que Josefina había salido de las tuyerías,
0:08:24 Napoleón descubrió a Maril revolviendo curiosa las pertenencias del emperatriz.
0:08:30 Escondido, Napoleón la vio probarse los vestidos de Josefina, las joyas, la corona, leer la correspondencia privada.
0:08:39 Sería mejor la correspondencia privada.
0:08:41 Y la vio lanzar un menúro escupitajo sobre el lecho imperial.
0:08:48 ¡Ah, no! dijo Napoleón.
0:08:50 Napoleón quedó contrariado.
0:08:53 Más tarde, partidarios de Josefina le dijeron que Maril había hecho una montaña de revelaciones bastante malignas
0:09:00 que incluían los pormenores de sus noches galantes con el emperador.
0:09:05 Y entonces la polencia repintió de sus amores, se asustó por las acciones de Maril,
0:09:11 buscó a Josefina, le compresó que había estado muy enamorado, pero que se le habría pasado.
0:09:17 Y encargó a Constant que se librara de aquella mujer.
0:09:21 Constant la mandó a llamar y le dijo con toda delicadesa lo siguiente.
0:09:26 El emperador recibirá mal toda clase de ternura que vos os creáis autorizada de dirigir.
0:09:35 Maril no reaccionó, conservó una actitud fría y circunfecta, guardó sus cosas y se marchó para siempre.
0:09:44 Cuando su coche estaba a punto de arrancar, escupió la entrada de las tucerías.
0:09:51 Era el año 1809.
0:09:53 El 26 de junio de 1115, cuando el emperador fue vencido en Báterlo y se alejaba de la patria,
0:10:01 Maril y Xá fue una de las pocas muchachas que se acercaron a saludarlo.
0:10:08 Y le dijo que lo había amado de verdad y se retiró.
0:10:12 Cuentan que Napoleón solo.
0:10:16 Maril nunca se casó, murió sola, en París, a los 77 años.
0:10:23 ¡Mira historia!
0:10:24 ¡Mira historia de más!
0:10:25 Y la pregunta...
0:10:28 ¿Sería verdaderamente una mujer ambiciosa o amaba Napoleón?
0:10:32 La respuesta es que las dos cosas...
0:10:35 Todos somos las dos cosas.
0:10:38 ¿Un nano me mentía o me amaba?
0:10:40 ¡Sas dos cosas!
0:10:41 ¡Te mentía y te amaba!
0:10:50 Desde luego que no significa,
0:10:52 esa respuesta sirva para todos los pasos.
0:10:55 Si no negaríamos la existencia de mentirosos y de enamorados.
0:11:01 Solo podríamos decir que una cosa no me valía la otra.
0:11:06 Por ahí, ¿quién más que quiere te puede mentir?
0:11:11 Sí, pues.
0:11:17 ¿A quién dedicades?
0:11:18 Toda Maril y Xá.
0:11:20 Por más que eso escupiera,
0:11:23 la cama no es muy agradable.
0:11:26 No sé qué le gustaba, porque después escupiera entrar a la sugería también.
0:11:30 Era una cosa jugada al culpón.
0:11:32 Cuando le desagradaba algo,
0:11:35 escupía, pero incluso era como una especie de ritual.
0:11:40 Tengo el siguiente ritual, doctor.
0:11:44 Cuando algo no me gusta, escupo.
0:11:47 No está bien, pues nada.
0:11:50 Disculpe.
0:11:53 Bueno, hemos ido a la discoteca a buscar discos.
0:11:59 El tema es, dijimos, Maril y Xá,
0:12:04 una mujer ambiciosa,
0:12:07 pero el me gusta.
0:12:10 Y Alejandro está mal que una persona ambición,
0:12:15 el más importante de los lugares al lado de la persona que ama,
0:12:20 como la enteratriz,
0:12:23 es más, por lo mal lo amaran más.
0:12:26 Es preferible que quisiera ser la enteratriz
0:12:29 y no quisiera ser la mitad de nadie.
0:12:36 Le dijimos también al descotecario que Zacicat tenía 19 o 20 años
0:12:42 cuando sucedió esto.
0:12:45 Entonces, saltó de Luocillo, este hombre,
0:12:49 el vals que se llama yo tan solo 20 años en la interpretación
0:12:54 de Victoria Morales.
0:12:58 Que es de las focas versiones que el bellísimo Vals tiene.
0:13:07 No parece haber sido escrito, sin embargo, recordando a Maril y Xá.
0:13:14 No estoy seguro.
0:13:17 Disimulos de letras.
0:13:21 Escuchemos entonces a Victoria Morales.
0:13:24 Morales, el guiado de Mejor, con las guitarras de Juárez,
0:13:28 en yo tan solo 20 años.
0:13:54 La barriada de los ángulos de ella,
0:13:58 y yo tenía mi alimón,
0:14:01 en los ojos coniaba,
0:14:04 esos ojos de canto mirando,
0:14:08 poco a poco,
0:14:10 vencieron por ella,
0:14:12 y lo que hablaba llegó y al primarlo.
0:14:17 Eso le diera valores de cuáles venían,
0:14:21 y en las moscas del barrio doliní,
0:14:25 con su luna de plana y astila,
0:14:29 su barro mar y su cuervo que murió,
0:14:33 y su macerí,
0:14:35 a esa vez era mira.
0:14:41 Y eran fue el asumado que vivió,
0:14:45 un laberro que son parecidas,
0:14:49 y esos ojos,
0:14:51 los ojos que parecían,
0:14:54 los ojos que vivían, los tenía.
0:14:59 En el evíclico baraco,
0:15:06 ya no ha como más a su madre,
0:15:10 los ojos que me había llevado,
0:15:13 y ya mi cuello volado,
0:15:15 lo anujan,
0:15:17 ay cariño,
0:15:19 y no me ha gustado,
0:15:21 y no me ha gustado,
0:15:23 y no me ha gustado,
0:15:28 ay cariño,
0:15:29 por es la calva,
0:15:32 nunca va,
0:15:34 en vez de la quienda,
0:15:36 no te olvides,
0:15:38 para mi descanio,
0:15:40 y no hace ser mi clavo,
0:15:43 te te enconcide,
0:15:45 y no quiero que tan poco
0:15:47 tengo veintiun,
0:15:49 y en las noches
0:15:51 en el barrio dormido,
0:15:54 Con su luna de plazas y asiras
0:15:58 y más román y cuelven corredidos
0:16:02 va a venir a el poder que la mira.
0:16:09 Y en abuelas con barro de mío
0:16:14 su traveso de sol parecida
0:16:18 y piezo soco, dos puertes
0:16:23 produc shops
0:16:27 vestirlas
0:16:31 ámbitos
0:16:53 y no se puede hacer.
0:16:55 No se puede hacer.
0:16:57 No se puede hacer.
0:16:59 No se puede hacer.
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