Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy la venganza de Tallarang.
0:00:06 Digo, el que fue el ministro de Relaciones Exteriores de Francia,
0:00:17 Charles Maurice Tallarang y tenía otro insumno apreciado, no me acuerdo.
0:00:22 No, porque después... no, más va lo que he dicho aquí.
0:00:26 Pero estamos hablando de Tallarang, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia,
0:00:32 hasta allá por 1807-1808.
0:00:35 Bueno, Napoleón ya era emperador, estaba casado con María Luisa de Austria, Francia,
0:00:45 y el imperio atravesaba ciertas dificultades.
0:00:48 Algunos analistas anunciaban ya la catástrofe final,
0:00:52 aunque esa catástrofe siempre fue anunciada, eso es la verdad.
0:00:55 Napoleón siempre sometido a los caprichos de su esposa, su esposa María Luisa, la segunda esposa, ¿no?
0:01:01 La primera, como bien sabemos, fue José Fina Buarne.
0:01:04 Se pasaba las noches jugando con María Luisa.
0:01:09 Aún cuando recibía cartas que daban cuenta de conspiraciones o de insurrecciones,
0:01:15 él desgeneaba esta clase de información y estaba de lo más tranquilo de jugando con su mujer.
0:01:21 Una noche Napoleón tomó parte en una reunión con la emperatriz y otros cortesanos.
0:01:28 María Luisa había organizado un juego que condenaba a los perdedores con una penitencia, una prenda.
0:01:35 Napoleón perdió varias veces y debió hacer entonces de caballo y llevar a varias personas encima.
0:01:43 María Luisa fue obligada a mover la oreja sin contraer ningún músculo de la cara y ganó.
0:01:50 Luego se reanudó el juego y le tocó una prenda a la hermosa Duquesa de Vasano.
0:01:57 María Luisa le ordenó lo siguiente.
0:02:00 Deberéis abrazar a un candelabro y besarlo.
0:02:06 La hermosa Duquesa tuvo una idea que maravilló a todos y enamoró a uno.
0:02:11 Tomó una vela, se la dio a Napoleón y lo besó y lo abrazo.
0:02:18 La hermosa Duquesa le usó de candelabro.
0:02:22 Una linda idea.
0:02:25 Napoleón convertido en candelabro recibió un prolongado beso en la mejilla.
0:02:31 Todo el mundo aplaudió y María Luisa rió mucho al contemplar la cara confusa de Napoleón.
0:02:37 Sin embargo, la confusión del emperador se diluyó pronto porque el día siguiente la Duquesa se hizo su amante.
0:02:48 Muy bien, la Duquesa comenzó a influir desde el lecho imperial con un fin preciso.
0:02:58 Quería mejorar la situación de su marido ya que la Duquesa era casada.
0:03:02 Se llamaba Hugo Mareis, Duque de Vasano, un político mediocre,
0:03:06 que gracias a su mujer pronto se convertiría en ministro de Asuntos Exteriores.
0:03:12 Dicen las crónicas.
0:03:15 Para complacer a Napoleón y lograr sus propósitos, la Duquesa de Vasano se mostraba infatigable.
0:03:22 Maravilía con sus hallajos de un perverso erotismo y lo dejaba extenuado con sus caricias.
0:03:32 En la corte, llevestía con ropas que mojaba su cuerpo y dejaba al descubierto un escote que más que esconder revelaba.
0:03:42 Bueno, Napoleón se enamoró de la muchacha.
0:03:46 Ahora bien, a comienzo de 1812, cuando Napoleón preparaba la campaña contra Rusia,
0:03:52 se produjo una intriga en el séquito del emperador.
0:03:56 En aquel momento, Napoleón que preveía la Duresa de la Futura Campaña,
0:04:00 llamó a Talerán y le confió una delicada misión en Polonia.
0:04:06 Talerán había sido clérico, había estado en la causa de la revolución,
0:04:14 había conseguido en aquel momento que los bienes de la Iglesia pasaran a manos del gobierno para pagar deudas públicas.
0:04:23 Después fue ministro de Napoleón, pero antes lo había sido, me parece, a mí, del directorio.
0:04:28 Y creo que su última participación política fue ya muerto en Napoleón en el Congreso de Viena,
0:04:35 famoso Congreso de Viena, donde hubo una apoteosis de las restauraciones monárquicas.
0:04:42 Bueno, en la misión de Polonia, Talerán debía ir a Varsovia para dirigir los negocios polacos
0:04:49 y también preparar lugares de campamento para los ejércitos de Napoleón.
0:04:54 En Polonia prácticamente dependía de la defensa.
0:04:57 Este hecho alarmó a la Duquesa de Basano, el hecho de esta importante misión que tenía Talerán,
0:05:06 porque tenía miedo de que Talerán despojara a su marido de supuesto.
0:05:10 Decidió entonces encontrarse con Napoleón y mientras le sugería todo tipo de indecencias,
0:05:17 pudo sacar el tema en cuestión.
0:05:19 No es fácil sacar el tema en cuestión mientras uno está en un trámite venerio con alguien.
0:05:28 Amor mío, amor mío, ¿qué vas a hacer con el Ministerio de Relaciones Exteriores?
0:05:34 Bien, el caso es que el emperador le contó todo lo que pensaba.
0:05:46 Con toda la misión secreta de Talerán, etcétera.
0:05:50 Una semana más tarde, Napoleón se emperó de que la misión secreta encomendada a Talerán
0:05:56 era comentada por todos los salones y que los rumores habían llegado a Rusia.
0:06:01 Entonces, curioso, pensó que Talerán era el culpable de la indiscreción y le retiró su confianza.
0:06:10 Este alejamiento privó a Napoleón de un gran colaborador y lo dejó en cambio con un inepto, como era el conte de Basano.
0:06:18 Desde ese momento, Talerán también odió a Napoleón y quiso vengarse.
0:06:24 Y Talerán venganza se tradujo en preparar activamente la restauración de Luis XVIII.
0:06:32 Pero en realidad, a partir de ahí, Talerán hizo un doble juego, un doble juego que propició la desgracia de Napoleón.
0:06:48 Pero hubo otra venganza más allá de la política.
0:06:51 Una venganza galante que satisfizo mucho más todavía a Talerán, a Charles Maurice.
0:07:00 Cuando ya Napoleón estaba exiliado en la isla de Elba y Luis XVIII entraba en París, Talerán se empeñó en una tarea poco honorable.
0:07:10 Quiso destruir el amor que Napoleón y María Luisa se tenían mutuamente.
0:07:14 Para lograrlo, dio orden de que fueran reveladas a la emperatriz.
0:07:18 Emperatriz estaba todavía en París.
0:07:22 Con lujo de detalles, que le revelaran a María Luisa, las infidelidades de Napoleón.
0:07:28 Una mujer, Madame Fignol, amiga de Talerán, colaboró en el plan.
0:07:34 Alentada por su amigo, afirmó que Napoleón jamás había amado a María Luisa y que le había engañado por todas partes.
0:07:41 El primer inciso era falso, si Napoleón sí la amaba, pero el segundo era verdadero.
0:07:46 Le engañaba con cualquiera.
0:07:48 Al principio, María Luisa no creyó nada y siguió escribiéndole a Napoleón.
0:07:53 Entonces Talerán planeó otra cosa.
0:07:56 Conocía el temperamento ardiente de María Luisa y la empujó al adulterio.
0:08:01 Rodeó al emperatriz y oficiales de gran apostura rísica.
0:08:07 Y ya atormentada por la necesidad de calmar ardores...
0:08:14 No voy a decir de nuevo porque me encantó.
0:08:19 Y ya atormentada por la necesidad de calmar ardores...
0:08:24 Se me ha dicho así, parece martiolate, por peormente.
0:08:30 Sin embargo, todavía amaba a Napoleón y rechazaba la idea de serle infiel.
0:08:35 Fue en Dijón, donde los agentes de Talerán triunfaron.
0:08:40 Organizaron una orgía no lejos de la pieza del emperatriz,
0:08:46 porque ella pudiera oír los rumores de la Saturnalia.
0:08:50 Tres muchachas se habían contratado, se habían juntado con dos cocheros y un panadero.
0:08:57 Que son un poco flojos de cincha, ¿veo que?
0:09:01 Piensan a gritar, y yo como es un panadero no no orgía.
0:09:05 Pierde toda compostura.
0:09:09 Nada que ver con el sastre.
0:09:12 Y se le dice, permiso por aquí.
0:09:16 No le molesta.
0:09:18 No le molesta, anda en la orgía con una tisa.
0:09:23 María Luisa escuchó a aquellos rumores, y de ese pedazo, entre abrió la puerta de su habitación.
0:09:28 Esto ya lo hemos contado con mayores de Talerán.
0:09:31 Y llamó a un centinela que no estaba en la orgía, estaba en el pasillo, y lo amó.
0:09:36 Lo amó de arriba abajo.
0:09:39 Así que le había sido infiel a Napoleón por primera vez.
0:09:42 Después ya, como es esto, se precipitó en una sucesión de engaños.
0:09:47 Mientras Napoleón esperaba ansioso la llegada de María Luisa a la isla delva,
0:09:51 incluso había preparado para recibirla un espectáculo con la interna mágica.
0:09:58 Qué preciosos del cine, ¿no?
0:10:00 Mientras Napoleón esperaba,
0:10:04 María Luisa seguía con sus engaños, y la verdad es que nunca lo volvió a ver.
0:10:10 En cambio, sí volvió a Austria, volvió a Viena,
0:10:13 y en Viena se casó en secreto con un oficial austríaco,
0:10:17 pero esa es otra historia que también hemos contado.
0:10:20 Ya no lo quiso más.
0:10:22 A veces, un solo infidente deslichado puede echar a perder un gran futuro.
0:10:31 La destitución de Ithalerrán y su paso al Bando Contrario fue crucial en la derrota de Napoleón,
0:10:37 tanto en Rusia como en el amor de María Luisa.
0:10:42 A mí me gustaría dedicar esta charla al panadero y a los dos cocheros que participaron de Aquellorgía,
0:10:51 destinada a despertar los ardores de María Luisa.
0:10:54 Me parece como estrategia para despertar un ardor, me parece floja.
0:11:04 El oído no es de los sentidos que mejor reaccionan, ¿no?
0:11:11 Qué mejor, no, pero depende qué sonido.
0:11:14 No hablemos del tacto, ¿no?
0:11:16 Pero la vista es mejor.
0:11:21 No cuenta el gusto tampoco.
0:11:25 Pero oír.
0:11:28 No sé, estamos acostumbrados a la radio y a la televisión que continuamente revelan desde tiroteos,
0:11:36 hasta orgías de todo calibre, ¿no?
0:11:39 Era que entonces cuando oí a rumores amorosos, era porque se estaba ramando.
0:11:45 Ahí por ahí era distinto.
0:11:49 Bueno, hemos ido a la discoteca, hemos conozco.
0:11:52 No hay disco de esto.
0:11:54 No hay disco de esto.
0:11:56 Pero el descotecario se enojó primero, se puso como celoso, porque dijo no.
0:12:03 ¿Qué dice el tío?
0:12:04 Aquí lo que pasa es que ustedes hacen orgías, no me invitan nunca.
0:12:08 Y siempre lo toman todos los proyectos como personales.
0:12:11 Todos los proyectos.
0:12:12 Será ampuloso como los panaderos, los descotecarios, ¿no?
0:12:15 Los descotecarios, creo que sí.
0:12:18 Finalmente nos dio el tango sinéseis, que según me aseguró, fue compuesto en atención al desencuentro entre el napoleón y su segunda esposa, María Altima.
0:12:31 No habla de eso la letra.
0:12:33 La letra no habla de eso, yo le dije lo mismo.
0:12:35 No habla de eso la letra.
0:12:36 Me dijo no habla para quedar bien con el comisario.
0:12:39 Y se encerró en un multismo absoluto.
0:12:43 Vamos a escuchar sinéseis este bellísimo tango en la versión de uno de sus autores, Charlo.
0:13:13 Yo tengo su cara buena.
0:13:15 Yo la tienda entre las sombras me condena.
0:13:19 La mano misteriosa del reloj.
0:13:24 Ya se fue, me dice todo con tristeza.
0:13:29 Y el vaso de la alcool ya no me ayuda.
0:13:33 Yo puedo corazón vivir sin ella.
0:13:37 Sin ella que era todo nada solo.
0:13:43 Sin ella estoy sin ella triste y solo.
0:13:47 Pensar que por quererla la deje.
0:13:51 Pensar que era la vida de mis ojos.
0:13:55 Pensar que de mis ojos la arranqué.
0:14:01 Jamás ha de saber lo que la lloro.
0:14:06 Jamás ha de saber que me maté.
0:14:10 Que bebo mi amargura como un loco.
0:14:15 Que muero por la angustia de querer.
0:14:24 Si le encuentran mis amigos no le digan.
0:14:29 Que me vieron solitario y deje volado.
0:14:33 Un trato entre las sombras del pasado.
0:14:37 Las cosas que me hablan de su amor.
0:14:42 Pero inútil es la noche que la esconde.
0:14:47 Y esa es la vida cruel que me castiga.
0:14:51 Tan solo en que las sombras me responden.
0:14:55 La lluvia de la ausencia y de la Dios.
0:15:01 Sin ella que era todo nada solo.
0:15:06 Pensar que por quererla la deje.
0:15:10 Pensar que era la vida de mis ojos.
0:15:14 Pensar que de mis ojos la arranqué.
0:15:20 Jamás ha de saber lo que la lloro.
0:15:25 Jamás ha de saber que me maté.
0:15:29 Que bebo mi amargura como un loco.
0:15:37 Que muero por la angustia de querer.
0:15:46 Era charlo en la venganza será terrible sin ella.
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