Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Arribile en esta edición de Cama desde la Cama de Dorina,
0:00:06 esperando su recuperación.
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0:00:16 donde también están las emisoras que repiten distintas provincias del país.
0:00:21 Hablaremos de dos adivinos de la mitología clásica.
0:00:29 Se llamaban Mopso y Calcante.
0:00:32 Hablaremos de ellos y vamos a ver cómo se unen las historias de uno y otro.
0:00:36 Con respecto a Mopso, que es el menos conocido,
0:00:41 sabemos que lo consideraban hijos de Apolo aunque esto es saber poco,
0:00:46 porque era común que la mayor parte de los adivinos dijera en provenir de Apolo.
0:00:51 Otra vez se presenta a Mopso como nieto de Tiresias,
0:01:00 hijo de Manto, una muchacha que tenía el don profético y que era hija nada menos que de Tiresias.
0:01:06 El más célebre probablemente de todos los magos de la antigüedad clásica,
0:01:10 los mitos clásicos, como el correcir, aquel que cambió varias veces de sexo.
0:01:16 Bien, era nieto entonces de Tiresias este Mopso.
0:01:23 Parece que después de la muerte de Tiresias, Manto, la hija del mago,
0:01:27 permaneció largo tiempo en Delfos dedicada a perfeccionarse en el arte adiminatorio,
0:01:33 incluso desempeñando la función de Sibila, ahí mismo en el oráculo.
0:01:38 Un día el dios Apolo la mandó a la ciudad de Claro
0:01:42 y ella se casó con un tal racio.
0:01:46 El hijo que nació de esa unión fue Mopso, que heredó de su madre y también de su abuelo,
0:01:52 el mago Tiresias, el don profético.
0:01:56 Mopso fue fundador de ciudades, fundó la ciudad de Colofón, era muy célebre,
0:02:03 pero no tanto como el otro Carcante.
0:02:06 Carcante había nacido en Misenas y era el mejor en la interpretación del vuelo de las aves.
0:02:12 Él veía un ave volar y ya te decía el futuro.
0:02:16 También era el que mejor conocía el pasado y luego el presente, bueno, para eso era divino.
0:02:23 Fue el augur titular de la expedición griega Contrastrolla.
0:02:27 En todos los momentos importantes de la guerra y de su preparación,
0:02:32 aparecía una profecía de Carcante.
0:02:35 Cuando estuvo a punto de detonarse la guerra de Troya,
0:02:39 Tétis, la mamá de Aquiles, advirtió a su hijo que si iba a la guerra moriría.
0:02:47 Y ahí apareció la opinión de Carcante que entre dos posibilidades que se le ofrecían,
0:02:54 una vida corta y gloriosa o una vida larga pero sin gloria,
0:03:00 claro, Aquiles eligió convertirse en un héroe y marchó a Troya.
0:03:06 Sin embargo, los poetas trágicos citan esta historia de manera muy diferente.
0:03:10 Dicen que un oráculo había baticinado a Tétis que Aquiles moriría en la guerra.
0:03:17 Entonces, para evitar que lo incorporaran,
0:03:20 Tétis intentó ocultar a su hijo vistiéndolo de don Silla
0:03:25 y escondiéndolo en la corte del rey Lycómedes de Ciro.
0:03:30 Aquí, Aquiles pasó nueve años escondidos, ni uno menos.
0:03:35 Ahí fue donde se hacía llamar Pirra, la rubia.
0:03:39 Pero el disfraz fue inútil.
0:03:45 Fue inútil porque hubo alguien muy astuto que pasó por la corte del rey Lycómedes.
0:03:53 Y lo descubrió.
0:03:55 Mientras estuvo allí de todos modos,
0:04:00 aquí Aquiles había tomado por costumbre seducir algunas amiguitas de ella misma,
0:04:07 así entonces pasar primero por la rubia y después por un caballero.
0:04:12 Pero bueno, como dijimos, apareció Ublis por allí.
0:04:17 Y justamente aquí había tenido intervención carcante,
0:04:23 porque carcante le había dicho Ublis que la guerra de Troya no podía ganarse
0:04:27 sin la intervención de Aquiles.
0:04:30 Y entonces Ublis perseveró en la búsqueda y lo encontró así,
0:04:34 bañándose con unas muchachas disfrazadas.
0:04:37 Recuerde, sé, como entre Ublis, el astuto Ublis, al escondite de Aquiles,
0:04:41 fingió que era un vendedor y entonces ahí mostró unas pelas,
0:04:45 unas vestimentas femeninas, un dosador, ¿no?
0:04:48 Y en una de esas pelón cuchillos, sacó un cuchillo esplamante,
0:04:53 una navaja de esa sevillana con 147 adminículos.
0:04:58 Sí, Torinox.
0:04:59 La de Ejercito Suizón.
0:05:01 Entonces la rubia dejó...
0:05:02 Ese es el para mí.
0:05:05 Era Aquiles.
0:05:07 Otra premonición de carcante fue la siguiente.
0:05:10 En Aulide interpretó el presagio representado por la serpiente
0:05:15 que devoró a unos pájaros en el altar y declaró lo siguiente.
0:05:21 Se puso ahí el primer plano y dijo,
0:05:24 la ciudad de Troya será tomada al décimo año de la guerra.
0:05:29 Predijo también que la ciudad no podría ser tomada
0:05:33 a menos que se procurasen del arco y las flechas de Heracles,
0:05:38 para lo cual Ulises fue a ver a Filóctetes,
0:05:42 uno que se había quedado con las armas de Heracles.
0:05:47 ¿Cómo se había quedado con aquellas armas?
0:05:49 Se las había regalado el propio Aquiles
0:05:51 a cambio de que no revelara el lugar donde iba a ser enterrado.
0:05:57 Filóctetes escondió el cadáver, pero después al final batió.
0:06:01 Pero como quiera que se ya se quedó con las armas.
0:06:08 Muy bien, esa fue otra profecía de carcante,
0:06:12 al final consiguieron el arco de Filóctetes.
0:06:15 Y en Aulide se mandó una premonición que le costó la vida,
0:06:19 al menos en una versión, a la hija de Agameno.
0:06:24 Allí estaban las tropas grigas en Aulide dispuestos a partir para Troya
0:06:28 y no soplaba viento.
0:06:30 Hasta que el carcante dijo,
0:06:32 ay, lo que parece que acá no va a haber viento,
0:06:35 hasta que sacrificen a los dioses a la hija de Agameno y Figenia.
0:06:40 Muy bien dijo Agameno.
0:06:43 A ver, dice, Figenia, venga para acá.
0:06:47 Y la sacrificó y ahí no va a empezar a soplar la virazón.
0:06:52 Pero hay muchas versiones de este episodio.
0:06:54 Hubo mitógrafos que se escandalizaron ante esta historia
0:07:00 y trataron de convertir ese sacrificio espantoso en alguna otra cosa.
0:07:04 Y bueno, algunos la mandaron a una isla,
0:07:09 otros la reemplazaron por una andasaburca animal, etcétera, etcétera.
0:07:14 Entre otras muchas profecías,
0:07:16 carcante fue el que anunció, pero engañosamente, nosotros ya, ¿no?
0:07:23 que el caballo de madera era una ofrenda para la diosa Atenea
0:07:28 y que si lo rechazaban caería sobre ellos un desastre inexorable.
0:07:31 Eso no es una profecía, sino una trapezola, una zancadilla.
0:07:36 En cambio, les dijo carcante,
0:07:38 si lo dejan entrar conquistarán mis senas y obtendrán el favor de la diosa.
0:07:44 Y el rey Príamos, que era un poco pavo, creyó.
0:07:51 Lo primero que hizo fue mandar a grandar las puertas de detróyel,
0:07:54 porque el caballo no entraba.
0:07:56 ¿Puedo que hagan de grandar las puertas?
0:07:58 No parece muy piola a los griegos tampoco.
0:08:00 ¿Quieres meterle un caballo dentro de la ciudad?
0:08:03 Primero, ¿qué hace?
0:08:05 Es hacer lo tan grande que no le entra por la puerta.
0:08:08 Esa era una objeción, dirías, la más seria.
0:08:11 No tanto que no creen, sino que no pudieran pasarlo por la puerta.
0:08:14 ¿Qué quiere si no me entra por la puerta?
0:08:17 Dijalo ahí, hubiera dicho, rey perecioso.
0:08:19 Bien, el caso es que muchas gracias, pero no me entra.
0:08:27 Es un inciso de uso volgar en carpintería y muchos otros menesteros.
0:08:33 Cuando le hacen a uno algo más grande que lo que encargo.
0:08:38 Una expresión clásica, ese.
0:08:39 Ahora Príamos, era tan sonso que dijo, no me entra,
0:08:42 pero voy a grandar la puerta.
0:08:44 Ya hay que tener ganas.
0:08:45 Le gustó el presente griego, según.
0:08:47 Y así le fue.
0:08:49 Cuando volvían de la guerra, Calcante predijo a los griegos
0:08:53 que el viaje no sería fácil, lo cual.
0:08:55 Tampoco hay que ser muy mago para saberlo.
0:08:58 Pero él se negó a volver con el grueso de la tropa,
0:09:00 porque sabía que no llegaría de ese modo a buen punto.
0:09:04 Pero atención, también había una profecía oracular
0:09:07 para el propio Calcante.
0:09:10 Y aquí viene la historia que queríamos contar.
0:09:12 Se le había anunciado que moriría el día en que encontrará
0:09:17 un adivino más hábil que morirás Calcante, dijo el oráculo,
0:09:23 el día que encuentres aún adivino más hábil que tú.
0:09:27 Calcante se embarcó de regreso con unos pocos compañeros,
0:09:30 fueron a parar a unas costas del Asia menor,
0:09:33 eran las tierras de Colofón.
0:09:36 ¿Y quién vivía en Colofón?
0:09:37 Nada menos que el fundador, aquel adivino del principio del programa,
0:09:42 llamado Mobso.
0:09:43 El nieto de Tiresias.
0:09:45 El carácter diagonal de los asuntos míticos apareció rápidamente,
0:09:49 es decir, hubo competencia.
0:09:52 Entirado de la llegada de Calcante, Mobso lo retó
0:09:57 a una competencia de predicciones y saberes maravillosos.
0:10:01 Y Calcante tuvo que aceptar.
0:10:04 Muy bien, concurso a ver quién adivina mejor.
0:10:08 Está lindo.
0:10:10 Colofón crecía una higuera notablemente fecunda.
0:10:15 Calcante quiso poner en ridículo a Mobso,
0:10:18 le preguntó si podía decirle cuántos sigos tenía el árbol.
0:10:22 Dice el mitógrafo que Mobso, cerrando los ojos, contestó 10.000.
0:10:28 Y se contaron los sigos.
0:10:31 La intuición de Mobso había sido infalible.
0:10:36 Eran 10.000.
0:10:39 Te tocaba el turno a Mobso.
0:10:41 Y se trabajó de miles a cantidades menores.
0:10:45 Podría usted decirme, le dijo a Mobso, a Calcante,
0:10:48 cuántas crías ahí en el vientre de esa chancha preneada?
0:10:53 Sí, sí, es de esperar.
0:10:57 ¿Cuántas de cada sexo parirá y cuándo?
0:10:59 Parecía notablemente más fácil.
0:11:02 Al menos parecía más difícil acertar de casualidad.
0:11:06 Parecía más fácil acertar de casualidad.
0:11:10 Calcante respondió, parirá 8 chanchitos, todos machos,
0:11:15 y los parirá dentro de 9 días.
0:11:18 Algunos dicen que Calcante contestó eso con la esperanza de poder irse
0:11:21 antes de que paría de la chancha.
0:11:24 Claro, 20 y los 9 chanchitos.
0:11:27 Mobso dijo, yo soy de otra opinión.
0:11:30 Calculo 3 chanchitos, uno solo macho,
0:11:34 y nacerán mañana al medio día ni un minuto antes ni un minuto después.
0:11:38 Y acertó.
0:11:39 Y pero parecía mente.
0:11:42 Conocía la chancha.
0:11:45 Al otro día, al medio día, la chancha tuvo 3 chanchitos, uno macho.
0:11:50 Y Calcante murió de puro desesperado. Imagínense.
0:11:52 Claro, pero más bien.
0:11:54 Sus compañeros lo enterraron enseguida en Nocio,
0:11:58 y el alma de Calcante anda en pena por el monte Drío de Daunas cerca de Colofón.
0:12:03 Allí, en la cumbre mantiene un oráculo basado en la interpretación de los sueños
0:12:08 que todos ustedes pueden consultar por un módico estipeste.
0:12:12 Y aquí termina la historia de Calcante y Mobso,
0:12:16 la historia de aquel adivino que sabía que iba a morir
0:12:18 cuando encontrara uno mejor.
0:12:22 Es curiosa esta profesión, Alejandro, porque si no la toma uno como un don divino,
0:12:29 se corre el riesgo de pensar que la capacidad predictiva está dada por una suma de saberes.
0:12:34 Le pasa a algunos analistas políticos y dicen,
0:12:36 bueno, subando estos falteres y nunca aciertan.
0:12:39 O sea que es un don divino o es una capacidad que es difícil de sostener.
0:12:43 Pero en todo caso, es una capacidad que se manifiesta en el tiempo.
0:12:46 Uno tiene el momento de la predicción y la verdad o la cosa es el futuro.
0:12:54 Digamos que el después, en realidad, debe ser hijo siempre de la hora.
0:12:59 Esto es, si la hora, en realidad, es hijo del después, es decir,
0:13:02 si uno está previendo qué es lo que va a pasar,
0:13:05 se convierte muy probablemente o en un cobar de buen especulador.
0:13:08 Ese no es mago.
0:13:11 En el mago de la genealogía es inversa.
0:13:16 Digamos que también el antes suele ser más útil para el arte.
0:13:20 Imagina, los muchachos de antes, el tiempo de antes, y difícilmente la otra cosa.
0:13:24 El otro siempre parece un ejercicio de ficción difícil de asir.
0:13:29 No se ha malado grandes cosas, más que un género, un género menor, es esto.
0:13:33 Pero después se encierra el contenido somninozo también.
0:13:36 Fíjese que, por ejemplo, en la vida cotidiana, sin ir a los adivinos,
0:13:39 cuando un niño escucha después, esto siempre es una especie de castigo.
0:13:43 Es una dilación.
0:13:44 Una dilación que siempre es un castigo.
0:13:45 Una dilación que tiene ansia de castigo.
0:13:51 También esta cosa, después te explico, digamos,
0:13:55 este asunto cuando uno se enfrenta una acción indeterminada.
0:13:58 Ten modo que quizás lo mejor que puede decir uno que no ha sido dotado con el entorno.
0:14:03 Por la paciencia.
0:14:04 Claro, ni la paciencia, ni el don de la profecía, es aquella letra también de un tango.
0:14:08 Después, ¿qué importa después?
0:14:10 Digamos, en todo caso, la única palabra que no me gusta decir es después.
0:14:14 Y después se llama el tango que escucharemos ahora en la versión de Libertad La Marque.
0:14:28 Después, la luna en sangre y tuemos y el anticipo del final en un oscuro nubarro.
0:14:49 Luego, irrelegiblemente tus ojos tan ausentes llorando sin dolor.
0:14:58 Y después, la noche enorme en el cristal y tu fatiga de vivir en mi destero de luchar.
0:15:13 Luego, tu fiel como de nieve y en una ausencia leve tu cual y tu final.
0:15:23 Todo retorno del recuerdo, tu pena y tu silencio, tu angostia y tu misterio.
0:15:31 Todo se avisma en el pasado, tu nombre repetido, tu duda y tu cansancio.
0:15:39 Tu sombra más fuerte que la muerte, un brito percibo en el olvido.
0:15:48 Un tanto que vuelve del plazo, canciones ya pedazos que aún es canción.
0:15:57 Después, vendrá el olvido en noven y mentiré para reír y mentiré para ayudar.
0:16:16 Torpes fantásticas del pasado, bailando en el tinglante, el desparo de la vida.
0:16:25 Y después, en el silencio de tu, se hará un dolor de soledad.
0:16:37 Y gritaré para vivir como si un cielo del recuerdo en arrepentimiento para poder morir.
0:16:51 Todo retorno del recuerdo, tu pena y tu silencio, tu angostia y tu misterio.
0:17:00 Todo se avisma en el pasado, tu nombre repetido, tu duda y tu cansancio.
0:17:08 Tu sombra más fuerte que la muerte, un brito percibo en el olvido.
0:17:18 Un tanto que vuelve del plazo, canciones ya pedazos que aún es canción.
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