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14 de Abril de 2010

Alfonso de Aragón

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos entonces de Alfonso de Aragón, el segundo marido de Lucrecia Borja.
0:00:05 Lucrecia era la hija del Papa Alejandro VI.
0:00:10 ¿Cómo va a ser hija del Papa? Dira usted, los papás, en aquel entonces...
0:00:16 El Papa era papá.
0:00:17 No es que se casaban, pero bien, podían tener hijos en este caso.
0:00:21 El Papa Alejandro tenía hijos con una señora llamada Vanosa, a la que quería mucho.
0:00:30 Sus hijos eran Lucrecia, Cesare, Juan.
0:00:36 Y había un chico menor que ahora se me escapa el nombre.
0:00:40 Tienes cuatro hermanos, los hijos del Papa.
0:00:44 Muy bien, por conveniencias del linaje, ya que la familia de Aragón dominaban Ápoles, como hemos dicho ayer,
0:00:55 Lucrecia fue casada con el rey de Ápoles, Alfonso de Aragón.
0:01:00 Este casamiento lo había concertado el Papa.
0:01:04 Y era el segundo marido que tenía.
0:01:08 El primero había sido un señor llamado Esforza, creo que Giovanni Esforza,
0:01:13 de quien la habían separado acusándolo al tipo de ser impotente.
0:01:22 Un juicio que lo humilló muchísimo, el pobre Esforza.
0:01:25 Hombre de Villán, además.
0:01:26 Un montón de testigos, una cosa armada.
0:01:30 Y finalmente, el matrimonio se anuló nada más que para que pudiera Lucrecia casarse con Alfonso de Aragón.
0:01:36 Muy bien, lo raro es que Lucrecia amó a su nuevo marido y él también la quiso mucho.
0:01:44 Esto es complicado.
0:01:46 Cuando estos matrimonios, por conveniencia, se convierten en matrimonios de amor,
0:01:50 empiezan a no ser funcionarios.
0:01:53 Pasó un tiempo y, ayer en el año 1500, el Papa Alejandro Secto tenía algunos hachaques
0:02:01 que algunos atribuían a su vida licenciosa, porque en aquel entonces se pensaba
0:02:06 que el acto amoroso no beneficiaba la salud, sino que por el contrario la perjudicaba.
0:02:13 Y a cada uno que moría joven se le enrostraba su pasado de gavión.
0:02:21 El 18 de junio de 1500, durante la celebración del día de Corpus,
0:02:26 una descompostura, disculpeme la palabra, obligó al Papa a permanecer sentado sin sumitra
0:02:33 durante toda la mesa, que parecía un vigilante de provincia, no el Papa.
0:02:38 Bueno, un astrólogo le recomendó al Papa la mayor prudencia durante este año.
0:02:47 Y sobre todo, el...
0:02:48 Un verdadero profesor, Diabolter.
0:02:50 Ahora, el 29 de junio, un accidente vino a cumplir con los peores presentimientos del astrólogo.
0:02:59 Parece que una violenta tempestad derribó una chimenea sobre el techo del Vaticano.
0:03:05 Una viga atravesó el cielo raso de la sala donde justamente estaba el Papa y se le cayó encima.
0:03:10 Lo he dicho, la vida licenciosa...
0:03:12 La viga, el cielo.
0:03:13 ...provoca estas cosas.
0:03:14 Entonces, accidente.
0:03:15 Bueno, lo rescataron.
0:03:18 Alejandro tenía dos heridas en la frente, no era demasiado grave,
0:03:22 pero eso fue tomado como una advertencia del cielo por los científicos.
0:03:26 Y ahí, ahí arriba.
0:03:27 Y entonces el hijo mayor del Papa, César Borja, hermano de Lucrecia de Giovanni,
0:03:33 y de otro más que ahora no me acuerdo, se sintió muy impresionado
0:03:38 y tomó algunas medidas para acomodarse en la escena política de Europa en caso de la muerte del Papa.
0:03:44 Imagínese, el hijo del Papa era un personaje de mucho poder,
0:03:51 Sin poder que no se transmitía por la sangre, sino por los cóntlares.
0:03:54 Podía quedarse de la noche a la mañana sin nada.
0:03:58 Entonces, empezó a hacer arreglos, obtuvo apoyo de Venecia y de Francia
0:04:05 para el próximo cóntlave, a ver si lo elegían a él o a alguien que le resultara adicto.
0:04:11 Pero Alfonso de Aragon, el marido de Lucrecia,
0:04:16 no dio esas garantías y apareció como un súbito competidor de César Borja.
0:04:24 Además, Alfonso mantenía buena relación con los colones de ropa,
0:04:28 que eran los perros enemigos de los Borja.
0:04:31 El 15 de julio del año 1500, Alfonso, el marido de Lucrecia,
0:04:38 atravesó la Plaza de San Pedro para llegar a su casa de Santa María.
0:04:43 Un grupo che le cerró el paso y lo molieron a palos.
0:04:48 Los agresores salieron rajando por la escalinata de San Pedro
0:04:52 y allí los esperaban 40 hombres a caballo que los escoltaron hasta el campo.
0:04:58 Alfonso, que había quedado sin conocimiento, y aquí en los agresores habían dejado por muerto.
0:05:07 Fue trasladado rápidamente al Palacio Pontificio.
0:05:11 Hasta allí llegó Lucrecia, su mujer, cuando lo vio, se desmayó conforme al protocolo
0:05:19 y acusó inmediatamente a César porque sabía que él había propiciado el ataque.
0:05:26 Algunos se hablan también, como hemos sugerido ayer con toda malicia,
0:05:30 de una especie de relación incestuosa entre César y Lucrecia,
0:05:37 o al menos de unos celos enfermizos impropios de un hermano que César sentía hacia Lucrecia.
0:05:46 César, por otra parte, yo creo, no está en este informe,
0:05:51 pero me parece que era amante, como tantos, de la hermana de Alfonso de Alagon.
0:05:58 Que parece que cualquier colectivo la dejó en la calle.
0:06:03 Pero bueno, eso es un detalle que no tiene por qué alarmarnos.
0:06:09 El caso es que Lucrecia acusó inmediatamente a César
0:06:14 y el Papa informado de lo sucedido envió un cuerpo especial,
0:06:19 me refiero a un batallón, a vigilar el aposento donde estaba recuperándose Alfonso, su germo.
0:06:25 Los médicos que atendieron Alfonso lo dieron por muerto.
0:06:29 Después vieron cardenal, le dio la solución en artículo Mórtice,
0:06:35 y también lo dio por finado, pero estaba vivo, como dice la canción.
0:06:40 No estaba muerto y se salvó.
0:06:43 Y unas semanas después ya estaba fuera de peligro.
0:06:46 Para cumplir con una formalidad, César vino a visitar Alfonso
0:06:51 y en determinado momento se acercó al oído y le dijo
0:06:56 lo que no se haya hecho en el desayuno se hará durante el almuerzo.
0:07:02 Y lo miró así significativamente, narcando las cejas.
0:07:07 Y se fue. Era una amenaza.
0:07:11 Incluso, supongo que Alfonso le habrá preguntado, es una amenaza?
0:07:18 Mi cuñado, dijo el tipo de huerte.
0:07:22 El otro, tomen lo más bien como una advertencia.
0:07:27 ¿Cómo me gusta ese diablo?
0:07:29 Es difícil de colar en la vía real, pero es lindo.
0:07:32 Yo nunca lo voy en la vía real, pero en el teatro está cada momento.
0:07:36 Yo lo incluyo también, las cosas que escribo, incluso cuando no viene al caso.
0:07:41 Pronto iré a visitarlo, don Ramón.
0:07:45 Debo tomarlo como una amenaza.
0:07:47 No considero lo mejor como una advertencia.
0:07:52 Es indispensable esa pausa.
0:07:55 Sí, está bien. Y después un cierre.
0:07:57 Bueno, el embajador de Venecia, Paolo Capello, fue informado de estas palabras.
0:08:03 Paolo Capello.
0:08:08 Y se las comunicó al papa.
0:08:10 Pero el papa no tuvo en cuenta esas insinuaciones.
0:08:14 Es decir, que él se la había amenazado a Alfonso.
0:08:17 El nene no me ante el amigo del cardenal, si él me dice que no fue, no fue.
0:08:22 Pocos días más tarde, dado que Alfonso se negaba a morir por sus heridas, fue estrangulado en su cama.
0:08:30 La versión más usual del hecho es esta.
0:08:33 La contó Rafael Vandolin, el preceptor de Alfonso.
0:08:35 Contó que Alfonso no tenía fiebre, ya casi no tenía dolores.
0:08:39 Y estaba bromeando con lucresia.
0:08:44 Y con algunos familiares, cuando entró Michelotto Corella, bueno, como para seguir la broma.
0:08:50 Mira quién vino.
0:08:53 El sicario, un sicario de César.
0:08:57 Un asesino pagado por César.
0:09:00 Cuando entró Michelotto, dijo que tenía que arrestar a un tío, mintió.
0:09:05 Dijo, vengo a arrestar a un tío de Alfonso, qué sé yo.
0:09:08 Y agarró a un tío Cualunque, de esos que no tienen nada que ver.
0:09:12 Y todos empezaron a quejarse como Barton.
0:09:14 Y salieron corriendo a reclamarle al papa.
0:09:17 Mienyeron y detuvieron a un tío cualquiera, qué sé yo.
0:09:20 Mientras descuidaron a Alfonso de Aragon.
0:09:24 Y Michelotto, aprovecho y lo mato.
0:09:27 Como su nombre lo indica.
0:09:29 Donde mandaron a Michelotto, no sé.
0:09:32 Cuando volvieron los familiares, lo encontraron muerto al Alfonso.
0:09:35 Y Michelotto, dijo que se había desmayado de puro indignado, como Barton,
0:09:40 por el arresto del tío cualquiera.
0:09:42 Y se había golpeado violentamente la cabeza, como suele ocurrir cuando uno se indigna.
0:09:47 Claro, contra la palma de la mano, ¿no?
0:09:50 La tristeza de Lucresia fue inmensa.
0:09:53 Tenía apenas 20 años, pero no fue eso lo que las puso triste.
0:09:57 Sino que Alfonso de Aragon había sido realmente su primer amor.
0:10:02 Y este dolor comovió al papa.
0:10:05 Como la costumbre exigía las viudas un duelo severo,
0:10:08 el papa puso a su disposición una escolta de 600 caballeros,
0:10:13 para una tras del otro, para acompañar la Nepi,
0:10:17 un austero convento montañoso, en el cual debió retirarse por un tiempo.
0:10:22 Siempre triste, Lucresia empezó a firmar todas sus cartas con una frase luego del nombre.
0:10:29 Lucresia borlla la más desdichada de las mujeres.
0:10:33 Poco después, le llegó hasta el encierro otra convocatoria de matrimonio a Lucresia,
0:10:40 que fue el matrimonio con Alfonso de Este de Ferrara,
0:10:43 al cual aludimos lateralmente en el episodio de ayer.
0:10:48 Quizá mañana hablemos en detalle de este matrimonio.
0:10:51 Ayer hablamos de una prima de Lucresia, Angela Borla,
0:10:55 y de dos hermanos de Alfonso de Este, Hipólito y Julio,
0:10:59 que se peleaban por el amor de la prima.
0:11:02 Todo esto en Ferrara, donde vivían los de Este.
0:11:05 Pero del matrimonio de Lucresia hablamos poco y quizá hablaremos mañana.
0:11:08 Bueno, esta es la historia de la muerte de Alfonso de Aragon,
0:11:11 que además parece que era un hombre muy buenmoso,
0:11:14 que se llevaba bien una picardía, lo que se dice.
0:11:18 Quizá esto nos deje una moral hecha,
0:11:21 que es que cuando uno tiene un amigo al que han tratado de asesinar,
0:11:24 conviene no dejarlo solo cuando entra un sicario de cesarborgia.
0:11:33 Hay un episodio que siempre aprovecho para contar
0:11:36 cuando hablo de cesarborgia.
0:11:39 En esta misma época él estaba tratando de hacer un casamiento.
0:11:43 Si ese primero estaba destinado a ser cardenal.
0:11:47 Por eso, hacía negocios, para ver si lo nombraban a él.
0:11:51 Y después abandonó.
0:11:54 Aplicamos que sería el cardenalato a la edad muy temprana.
0:11:57 Sí, porque tenía 22 años.
0:12:00 Entonces, cuando se estaba por morir el papa
0:12:02 y que no venían bien las negociaciones para que él fuera el sucesor,
0:12:06 empezó a tratar de hacer un buen casorio.
0:12:09 Y la casaron con una sobrina, el rey de Francia,
0:12:12 una sobrina lejana, no sé cómo puede ser lejana en una sobrina.
0:12:24 Bueno, vais a casa.
0:12:26 Y se preparó muy bien para la noche de boda.
0:12:29 Para estar seguros de su éxito.
0:12:31 Fue donde un hechicero para que le recetara
0:12:35 algún específico que mejorara su performance.
0:12:39 Y entonces, allí fue el tipo.
0:12:46 Y parece que este farmacéutico o hechicero,
0:12:50 por descuido, por mal e volencia,
0:12:54 en vez de darle una floricía, le dio una purga.
0:12:57 Y allá tuvo César Borges.
0:13:00 Igual que su tío el papa.
0:13:02 Claro, de la cocina a la sala durante toda la noche de boda.
0:13:07 Después le mandó una carta al papa, mintiéndole.
0:13:12 Dijo que había hecho hasta ocho viajes aquella noche,
0:13:15 pero debían ser viajes al excusado, me imagino yo.
0:13:18 Pero bueno, es una anécdota que tiene su gracia.
0:13:22 Bueno, ¿quién dedicar esta historia, Jorge?
0:13:26 Yo creo, Alejandro, que en principio debemos pensar
0:13:29 en aquellas personas que tan enamoradas están,
0:13:32 que en vez de detenerse en la venganza,
0:13:34 que es lo que hubiera hecho cualquier mortal como nosotros.
0:13:36 Como así que este hijo de una gran siente,
0:13:38 de César, me quiso quitar la vida cuando menos le quito el trono.
0:13:41 Pero no, gente como Alfonso, como Lucrecia,
0:13:44 que se dedicaron a seguir amándose,
0:13:46 y de ese modo él pudo morir en paz,
0:13:48 y ella pudo dedicarse a ser cruel.
0:13:50 Creo que está bien pensar en aquellas mujeres
0:13:52 que acceden a la crueldad y a una especie de falta absoluta,
0:13:55 de prulitos para...
0:13:57 y de cualquier conciencia, de cualquier forma de perdón,
0:13:59 sólo después de haber amado como pudo a Mar Lucrecia.
0:14:02 A las mujeres que supieron amar en su momento,
0:14:04 y después de eso no tienen otra misión en la vida
0:14:06 que envenenar a la gente que se les cruce por ahí.
0:14:08 De todos modos, parece que no era tan envenenadora.
0:14:10 No, nada más bien.
0:14:11 Como se dice.
0:14:13 En este programa queremos que el malo era César,
0:14:15 incluso porque estuvieron en este teatral.
0:14:17 ¿Vienen?
0:14:19 Lucrecia era rubia, era lina...
0:14:21 ¿Y Alfonso era pintón y le gustaba las cosas?
0:14:23 Claro, si lavaba la cabeza tres veces por día.
0:14:26 ¿Y César era mi amigo de Michelotto?
0:14:28 cosas que no nos gustan en general, ¿no?
0:14:30 Allí donde hay un gorila dando vueltas es feo este alentón.
0:14:32 Bueno, esta fue la historia
0:14:35 que le contamos también al discotecario.
0:14:38 No nos dio ningún disco, pero nosotros vamos a escuchar
0:14:40 a María Marta Pici, una de nuestras compañeras
0:14:43 que va a contar a través de una milonga
0:14:47 una historia enteramente diferente.
0:14:51 ¿Esa solita lo va a contar?
0:14:53 Ella solita lo va a contar. La milonga se llama La Solita
0:14:55 y cuenta la historia de una mujer que muere en soledad.
0:14:59 A Lucrecia le fue peor, ¿no?
0:15:01 Porque es preferible estar solo que mal acompañado.
0:15:05 Adelante María Marta Pici.
0:15:11 ¿ossible, aqui?
0:15:15 Y ahora 아이�, desta qué sufría mi vida en la calle.
0:15:18 Si no esaila en toda Alrighty.
0:15:24 Para Marianha le iba esогadía que lo iba a comunicar
0:15:27 yo community.
0:15:30 Porque ella surveys Harmonica a México
0:15:34 esc anteriorệc por la protGER laega
0:15:38 llorar. Si de penar esta vieja y de llorar se alcanzan
0:15:49 pa' el campo santo, pa' el cielo uno a uno se han llevado
0:15:57 solita quedo en las casas y dicen que no hay orar
0:16:07 dicen que nada le apenas y que por nadie la llora
0:16:18 En la puerta de sus días mirando al cielo rogo
0:16:35 mirando al cielo rogo que le dijeran aquellas palabras que nunca o yo
0:16:47 recontando sus mentiras la esperanza la llevó
0:16:56 por mil caminos vacíos y dicen que no lloro
0:17:06 dicen que nada le apenas y que por nadie la llora
0:17:23 se fue blanqueando sus pelos y esperándolo siguió
0:17:32 y esperándolo siguió todas se fueron casando
0:17:42 nadie en su puerta se apeó el viento con su malicia
0:17:51 por su ventana pasó la noche más noche y larda
0:18:00 la vio llorando y siguió
0:18:06 dicen que nada le apenas y que por nadie lloro
0:18:23 Era María Marta Pizzi con la guitarra de Horacio Burgos La Solita

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