Transcripción automática
0:00:00 Asuntos culinarios en Leonardo da Vinci.
0:00:05 Leonardo da Vinci cosinero o algo parecido.
0:00:10 Vamos a ver, la vinculación de Leonardo con la cocina.
0:00:15 Hay en la línea es de Leonardo un episodio que fue fundacional en su pasión por la gastronomía.
0:00:23 Leonardo era hijo ilegítimo de Piero da Vinci, un notario de Florencia,
0:00:30 y dio una dama llamada Caterina.
0:00:33 Ahora bien, Piero, el notario, abandonó a Caterina
0:00:36 y contrajo un matrimonio pocos meses después con una dama florentina.
0:00:40 Caterina, que estaba a cargo de Leonardo y que quedó sola,
0:00:43 se casó a su turno con un pastelero,
0:00:46 un pastelero llamado a Catabriga di Piero del Baca.
0:00:52 Este pastelero cuidó de Leonardo y le enseñó, por ejemplo, a ser figura de Masapá.
0:00:59 Después de cumplir 10 años, el otro, el papá verdadero, el notario Piero,
0:01:04 reclamó a su hijo, yo como son.
0:01:07 Y Leonardo viajó a Florencia,
0:01:09 y lo hizo como aprendiz de pintor en el taller del Maestro Verocchio,
0:01:12 y así conoció a Sandro Botticelli, que era también discípulo.
0:01:16 Y la primera experiencia gastronómica de Leonardo fue así.
0:01:21 Leonardo frecuentaba junto a Botticelli una taberna, los tres caracoles,
0:01:26 ubicaba en el Ponte Vettio, donde todavía hoy hay hermosos retorales,
0:01:31 y debe haber uno que sea el continuador de esa taberna, los tres caracoles.
0:01:39 Ganaban unos pesos, no sé, los florines, haciendo con carbonilla los retratos de los parroquianos.
0:01:48 A veces servían las mesas también, o ayudaban en la cocina.
0:01:53 Una noche en 1473, los cocineros de la taberna murieron envenenados.
0:02:00 Se ha dicho que por comer hongos en mal estado.
0:02:04 Ahora bien, esto era los cocineros.
0:02:09 Y el taber, el dueño de la taberna, contrató entonces a Leonardo
0:02:12 para que se hiciera cargo de la cocina.
0:02:14 Y Da Vinci decidió a volar la polenta tal como se servía hasta entonces.
0:02:19 Y en su lugar comenzó a servir la dura, frita y con pechuga le perdí.
0:02:25 ¡Uy, qué rico!
0:02:27 Pero aquellos platos de polenta tenían otro encanto.
0:02:31 Estaban tallados, aprovechando la polenta dura,
0:02:35 y el tallaba y Botticelli también. Da Vinci y Botticelli te tallaban la polenta.
0:02:40 Pero eso no me voy a comer una polenta tallada por Da Vinci.
0:02:43 A nadie le gustaba.
0:02:45 A nadie le gustaba.
0:02:47 Y finalmente los comensades terminaron invadiendo la cocina
0:02:51 y reclamando la polenta que se servía allí desde hace un siglo.
0:02:55 Y si nosotros queremos la polenta de siempre,
0:02:59 y los obligaron a volver a esa.
0:03:03 Pocos años después la taberna, los tres caracoles se incendió.
0:03:07 Leonardo y Botticelli abrieron a sí mismo otra llamada La Enseña de las Tres Ranas.
0:03:13 El cartel que colgaba fuera del local estaba pintado
0:03:17 del lado que miraba al Palacio de los Médiches por Da Vinci
0:03:21 y del lado que miraba al Palacio Pitti por Botticelli.
0:03:27 El emprendimiento no tuvo éxito.
0:03:30 Las ideas culinarias de Leonardo fracasaron por completo
0:03:34 y al poco tiempo vivieron cerradas.
0:03:37 Al mismo tiempo, Da Vinci vagaba por Florencia tocando en la buda.
0:03:41 Era un ejecutante maravilloso.
0:03:44 Además vendía nudos, sean nudos extravagantes, los vendía.
0:03:49 Después de sus anteriores experiencias como cocinero,
0:03:53 ninguna taberna quería tomarlo.
0:03:56 Y el único proyecto en el que se comprometió fue el de inventar unas escaleras de asalto
0:04:01 para enviárselas a Lorenzo el Magnífico,
0:04:03 que era entonces el que cortaba el Lorenzo de Médici,
0:04:06 no, el que cortaba el Bacalago de Florencia.
0:04:09 Leonardo le mandó los modelos en más a pan.
0:04:12 Y Lorenzo los presentó como un postre exótico en una sobremesa
0:04:18 y sus invitados se los morfaron.
0:04:22 Da Vinci decidió entonces...
0:04:27 En un momento en que Da Vinci tuvo que abandonar Florencia,
0:04:31 Lorenzo le envió una carta de presentación para su amigo Ludovico Esforza,
0:04:37 y desde luego era el que mandaba en Milano,
0:04:39 es Forza la familia de Milano.
0:04:41 Sin embargo, por el camino, Leonardo abrió la carta
0:04:46 y se desengañó porque se lo recomendaba como un gran ejecutante de la buda.
0:04:51 Entonces él rompió la carta y redactó una nueva,
0:04:54 donde se presentaba como ingeniero, diestro pintor y consumado cocinero.
0:05:00 Y le interesaba ser cocinero.
0:05:02 Y le di a todo el costa.
0:05:04 Llegó, lo atendió ahí, Ludovico Esforza,
0:05:07 y lo nombró consejero de fortificaciones
0:05:10 y maestro de banquetes y ceremonias de la corte en Milano.
0:05:15 Usted, Ludovico le solicitó, entre otras cosas,
0:05:20 que planificara una modificación para las cocinas del palacio.
0:05:25 Entonces él mismo diseñó una fuente de fuego constante.
0:05:29 Era una cinta transportadora que iba lanzando troncos dentro de la hoguera.
0:05:34 Así que en vez de vigilar el fuego,
0:05:36 un hombre debía depositar los troncos allí
0:05:39 y la cinta lo sometía a una cierta periodicidad.
0:05:44 Bueno, también diseñó una fuente de agua hirviente constante.
0:05:49 Un hombre, aparatos para moler, pelar y limpiar.
0:05:53 Otros para espantar los humos y mantener el aire limpio.
0:05:57 Eran unos hueses que estaban instalados en el techo de la cocina.
0:06:01 Inventó también algunos artilugios para barrer el suelo.
0:06:05 Eran serpillos atados de manera tal que una sucesión de piolines
0:06:11 lo llevaban hasta la pata de unos hueses.
0:06:14 Entonces estos serpillos se movían cuando los animales en el corral se movían
0:06:18 como si enciera una rueda que a su vez, etc.
0:06:21 También inventó unos tambores mecánicos
0:06:25 que acompañaban la labor de los cocineros,
0:06:28 un sistema de lluvia artificial para casos de incendio,
0:06:31 un moledor de carne, un artefacto descomunal que hacía puré a una vaca
0:06:37 y debía ser accionado por varios hombres.
0:06:40 Y una especie de espantarranas para el agua destinada al consumo,
0:06:45 que en el terreno no se metieran en el agua.
0:06:48 Bueno, las nuevas cocinas que diseñó Leonardo
0:06:51 ocuparon la mitad del gran comedor del castillo,
0:06:54 la armería, los establos cercanos y las seis habitaciones que usaba la madre de Ludovico,
0:06:59 que era ante tamaño de revolución optó por trasladarse al campo.
0:07:03 Bueno, un día llega el estreno de las nuevas cocinas.
0:07:07 Vamos a estranar las nuevas instalaciones.
0:07:11 La comida primero se retrasó.
0:07:14 Y empezaron a impacientarse.
0:07:17 Pero empezaron a oírse provenientes de la cocina,
0:07:20 estruendose gritos sensor de sedores.
0:07:23 Intregados, Ludovico y un grupo de nobles fueron a ver qué pasaba.
0:07:27 El espectáculo era desolador.
0:07:30 Estaba todo cubierto de agua.
0:07:33 Había empezado a andar el sistema contra incendio solo.
0:07:37 La cinta proveedora de Lenia se había descontrolado
0:07:41 y lanzaba troncos sin detenerse.
0:07:44 Los fuellos del techo, en vez de echarle afuera el humo, hacían crecer las llamas.
0:07:49 Los bueyes que arrastraban los servicios corriían de un lado para otro
0:07:52 y limpiaban sus propias eses.
0:07:56 Ludovico llamó entonces a la guardia para que pusiera orden
0:08:00 y se le indicó a Leonardo que se trasladara por un tiempo al campo.
0:08:04 Durante esos retiros pintó y diseñó algunas estatuas ecuestres.
0:08:10 Por algunos años el castillo se mantuvo en paz.
0:08:13 Pero otra aparición en la cocina de Leonardo fue terrible.
0:08:18 Hizo un ensayo con un carro que debía funcionar como cortador automático de verro.
0:08:25 De verro, no hay otra cosa.
0:08:27 Y se desbandó y mató a varios miembros del personal de la cocina y a tres jardineros.
0:08:34 Tiempo más tarde, Ludovico Esforza usó ese mismo carro contra las tropas francesas.
0:08:42 Unos años más tarde, un nuevo problema gastronómico.
0:08:48 Se iba a festejar la boda del Ludovico con Beatrice de éste,
0:08:52 los de éste en los que dominaban la ciudad de Ferrara.
0:08:56 Leonardo planeó construir una réplica del Palacio Esforza
0:09:02 de 60 metros de largo.
0:09:05 La réplica, con bloques premoldeados de masa de pastel,
0:09:10 reforzadas por nueces y pasas de uva, algo así como los pandúces de babieca.
0:09:16 Y cubiertas con masapán multicolor.
0:09:19 Los invitados entrarían al castillo de pastel y se lo comerían en los lugares indicados
0:09:27 para no fragilizar la estructura.
0:09:30 Pero hubo un problema.
0:09:33 Se arrojaron sobre aquel Palacio miles de pájaros, ratas y perros.
0:09:42 Durante la noche previa, el Vestejo se libró una batalla campal entre los hombres de Esforza y las Alemania.
0:09:53 Pero todo fue inútil.
0:09:55 Al amanecer los soldados estaban enterrados hasta la cintura.
0:09:59 Era una masa informe intentando quitar los cadáveres de los animales perseguidos.
0:10:07 Bueno, quizá debido a la presencia de su nueva esposa, es un casorio,
0:10:12 Ludo Vico se mostró indulgente, le aconsejó a Leonardo que visitera el Pior de Santa María de Legrazie,
0:10:19 que buscaba a quien pudiera realizar una pintura en una pared desnuda del Piorato.
0:10:25 Y esta fue la última cena.
0:10:28 La obra en la que más trabajó.
0:10:31 Parece que pasados varios meses de encargado el trabajo, el Pior le escribió a Ludo Vico Esforza
0:10:38 desconcertado ante el accionar de Leonardo y de los ayudantes.
0:10:43 Parece que no hacía otra cosa que situar una y otra vez los manjares y vinos puntualmente solicitados al Piorato.
0:10:50 Lo ponían sobre una mesa ubicada frente a la pared sobre la que el maestro iba a realizar la obra.
0:10:56 Una vez terminada la disposición de los elementos en la mesa, hacían unos rajos que se dio
0:11:03 y Leonardo ordenaba a esos ayudantes que comieran y él hacía lo propio y así todos los días del año.
0:11:11 Así que los elementos de la última cena fueron renovados unas 300 veces, hasta que Da Vinci terminó la obra.
0:11:18 Dicen que la razón por la que Leonardo comió de esa forma, que pensaba del Piorato,
0:11:22 era porque Ludo Vico Esforza llevaba mucho tiempo sin pagar.
0:11:26 Bueno, esa última cena está también cerca de una cocina o lo que era una cocina y el refectorio que era donde morfaban.
0:11:36 En una época morfaban soldados. La obra está muy deteriorada.
0:11:40 Pero le hacía un tiempo de avidad.
0:11:43 Al pesar de eso hay una puerta que le hicieron, una puertita.
0:11:46 Pero también parece que los soldados se divertían cuando morfaban ahí y le tiraban panes, ajudas, poneles.
0:12:04 Bueno, cosas así. Igual, parece que no fue tampoco de lo más afortunado la elección de la pared
0:12:12 porque la material de la obra está ahí tecleando.
0:12:16 Las experiencias gastronómicas de Leonardo siguieron en Francia con Francisco I, ya anciano Leonardo,
0:12:25 pero no tuvieron el carácter desmesurado que tenían estas que practicó con Ludo Vico Esforza.
0:12:33 Sin embargo, además de desyocondas regaladas entre Leonardo y Francisco, sucedió respecto de lo culinario algo curioso.
0:12:43 Entre el palacio y la casa de Leonardo se había construido un túnel secreto para que el rey pudiera visitarlo cómodamente y sin prejuicios protocolares.
0:12:55 Entonces, allí Leonardo lo invitaba a morfar a Francisco I, le gustaban los spago manjábile que finalmente eran las cuerdas comestibles, los espaguetes,
0:13:10 unos fideos que Leonardo Da Vinci se había preparado y que le gustaban mucho al rey Francisco I.
0:13:17 ¿Qué le parece esto? Me gustó, muy lindo, ¿no?
0:13:20 Leonardo Da Vinci en la cocina, en cuchina. Leonardo en cuchina.
0:13:26 Bueno, hemos sido a la discoteca.
0:13:32 Es un tema fascinante, ¿no? Da Vinci da para a mi.
0:13:36 Claro, es muy tan.
0:13:38 Bueno, el discotecario lo único que le interesó fue la máquina exaccionada por UES.
0:13:44 Y entonces entregó una bellísima canción que se llama Apure delantero UES, que nosotros escucharemos por Carlos Verdez en una versión que no es la que se escucha siempre
0:13:56 y que no se sabe a ciencia cierta si es la que pertenece a una película que después no llegó a estrenarse o que se estrenó y algo raro pasó,
0:14:07 que era una película de La Paramount que se llamaban Suscesos en los años de 1935,
0:14:14 una película con Vin Croft y con números musicales.
0:14:17 Vamos a escuchar nada.
0:14:38 Y si eres una nondina
0:14:45 Y si eres una nondina que vuela cortando el viento
0:14:53 Para ir encioso y decirle que es mío su curamento
0:15:02 Me carguía, hueco, neta, vemos, no se salga de la huella
0:15:32 Me ofrece la manianita
0:15:48 Me ofrece la manianita
0:15:55 Me ofrece la manianita el perfume de sus flores
0:16:03 Pero mi querido es de más linda y sus ojos son dos sobras
0:16:15 Viejo pampa no se duerma delantero
0:16:45 Y como así vamos llegando, merezoso, pica ría
0:16:55 Ahora y no más, bueno
0:17:06 Buenos días mi prenda, habido pero seguro, no?
0:17:13 Y todos los guardel en la venganza será terrible a pure delantero huello.
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