Transcripción automática
0:00:00 Bueno, hoy tenemos un pequeño catálogo de islas inexistentes,
0:00:05 es la literatura, de los mitos, etcétera.
0:00:10 Empecemos por una anotada profansa Ravellé, el autor de Gargantúé Pantagruelle.
0:00:17 Esta isla fue llamada en Telequia.
0:00:20 Dice que la ubicación de esta isla es desconocida.
0:00:26 Su puerto principal es Mateo Tecnia, o la Casa de la Ciencia Inútil.
0:00:33 El interés de esta isla reside en lo siguiente, lo que ocurre en el Palacio Real.
0:00:40 La reina, que responde al nombre de Quintesencia, es joven, es hermosa y es elegante.
0:00:49 Es importante tener más de dos mil años, curar las enfermedades cantándole a los enfermos.
0:00:57 Si vos ves a la reina, entres en un estado de éxtasis,
0:01:03 del que solo podés regresar mediante el contacto con rosas blancas que la misma reina lleva consigo.
0:01:12 En el Palacio de la Reina se llevan acabo actividades extrañas.
0:01:15 Por ejemplo, hay un servidor, un paje, que se dedica a rejuvenecer a las mujeres, refundiéndolas.
0:01:22 No refundiéndolas en el sentido del lenguaje popular argentino, que quiere decir aniquilándolas.
0:01:31 Y no volviéndolas a fundir, las meten un cantero y las hace renacer.
0:01:39 Así transforma las viejas desventadas, degreñadas y arrugadas en hermosas muchachas de 15 años.
0:01:46 Sin embargo, por algún motivo, este servidor, este paje, es incapaz de lograr que los talones de esas mujeres
0:01:54 queden igual a como estaban en su primera juventud.
0:01:58 Por tal razón, las hermosas muchachas son propensas a caer de espaldas,
0:02:03 y la hermosa no deja de ser una ventaja para los libertinos.
0:02:10 Nada mejor que una joven de 20 años que cae de espaldas.
0:02:14 Otra actividad de la isla es el blanqueo de tío Pes, y la extracción de agua de la piedra Pomes.
0:02:24 Último detalle.
0:02:29 La reina no bebe más que Nektar y no come otra cosa que Ambrosia.
0:02:34 Y tiene masticadores oficiales que mastican para ella todos los alimentos,
0:02:41 porque los dientes de la reina están forrados en raso de color carmesí.
0:02:47 El alimento masticado es pasado a boca de la reina por un embudo de oro.
0:02:53 Se dice que algunos de los masticadores son inmorales e inescrupulosos,
0:03:00 pues tragan disimuladamente algo del alimento mágico de la reina.
0:03:07 La reina romiente.
0:03:09 Otra isla extraña de la que también dio cuenta Ravelle...
0:03:13 Ésta es la primera.
0:03:15 Le gustó a la intelequia.
0:03:17 Ésta es la isla de podos a 25 kilómetros de intelequia.
0:03:21 Deriva de la palabra griega podos, que significa patas.
0:03:27 Pero en realidad la isla se llama así por los caminos.
0:03:33 En ese lugar todos los caminos están vivos y se mueven por propia voluntad.
0:03:38 Estos caminos vivientes pueden ser recorridos preguntando a cualquier habitante de la isla
0:03:44 a dónde va tal o cual camino.
0:03:47 Estos caminos van no en un sentido metafórico sino en un sentido literal.
0:03:52 No queda más que subirse a ese camino para ser transportado allá donde el camino fuere.
0:03:59 Viajar en esa isla es algo muy sencillo.
0:04:02 Sin embargo, no todo es perfecto porque está lleno de asechadores
0:04:07 que esperan que una persona pase montada en su camino para atacarla brutalmente.
0:04:13 Es un asechador de caminos.
0:04:15 Eso es todo con esta isla.
0:04:18 Hablaremos de la isla de Abalón.
0:04:20 Usted habrá visto mucho ese nombre.
0:04:23 Es una isla que aparece en las tradiciones anónimas galésas.
0:04:26 De ella han hablado Sir Thomas Mallory y más tarde el amigo Alfred Tennyson.
0:04:33 Abalón es la morada de los héroes muertos en Batalla,
0:04:37 una especie de váljala de las tradiciones galésas.
0:04:41 Su nombre proviene del término galés Infil Abalón,
0:04:45 que significa, como bien sabemos, isla de las mansanas.
0:04:49 Es una isla en el centro de un gran lago rodeado de bosques sombrillos.
0:04:54 Un héroe muerto en combate debe abrirse paso a través de los bosques
0:05:00 hasta llegar a la orilla del lago.
0:05:02 Así aguarda un bote con colgaduras de tela negra y una misteriosa mujer al timón.
0:05:09 El bote navega hasta la isla sin causar ninguna ondulación en las aguas.
0:05:15 Mientras sea próxima a Abalón, las heridas del héroe van cerrando
0:05:21 y todo subigor es restaurado.
0:05:24 Les embarca entonces en la isla, donde siempre brilla el sol,
0:05:28 y nunca hace mal tiempo,
0:05:31 y en el centro de esta isla hay unos bosques.
0:05:33 Vagando a través de ellos, el héroe se le da cuenta de que hay así otros habitantes.
0:05:39 Todos son héroes como él, y en Abalón se les prodiga buena compañía.
0:05:45 Hay, por ejemplo, una raza de hermosas muchachas,
0:05:49 que son custodia de las virtudes de la caridad, el amor, la amabilidad y el valor.
0:05:56 Se asemeja bastante, insisto, al baljala de los Vikings, pero es mejor,
0:06:02 porque me parece que es mejor.
0:06:06 Porque no hay que matarse allí.
0:06:09 En el baljala la diversión de los muertos en batalla era salir a matarse a la mañana
0:06:16 y a la noche se les cerraban las heridas para que, para poder matarse de nuevo el día siguiente.
0:06:21 Hay otra isla, la isla de Frígola, que es gobernada por un emperador.
0:06:26 Allí todo es ligero, oblando.
0:06:30 Los árboles se doblan como si fueran de goma, los frutos se disuelven en la boca como espuma,
0:06:36 los pocos animales salvajes que merodean por los bosques son inofensivos,
0:06:42 tienen los dientes blandos, las garras suaves y sus rugidos parecen sus urros.
0:06:49 Los habitantes crían caballos que no sirven para nada, pues al mínimo pesos se derrumban.
0:06:57 La agricultura de la isla es sencilla, las mujeres soplan unos hielbatos pequeños,
0:07:05 cuyo sonido forma surcos en una tierra también muy blanda y liviana,
0:07:10 detrás pasan los hombres y aventan perezosamente algunas semillas que caen suavemente sobre los surcos.
0:07:21 Las islas Huac forman un archipiélago de siete islas, está en el océano Índico,
0:07:29 tenemos noticias de estas islas, las tenemos por lo que se dicen las mil y una noches.
0:07:36 Los forasteros no son bienvenidos allí, e incluso los comerciantes dejan sus mercancías en la costa de la primera isla que tocan
0:07:44 y se llevan a cambio otras mercancías dejadas allí para ellos por los misteriosos habitantes.
0:07:50 Los mercaderes vuelven a zarpar sin haber visto a nadie.
0:07:54 Lo cierto es que estos habitantes son todas mujeres, por la noche bajan a la playa,
0:08:01 toman lo que los comerciantes les dejaron y chau.
0:08:05 A lo largo de las costas hay gran cantidad de bancos,
0:08:10 no de entidades donde se despoja la gente sino de lugares para sentarse.
0:08:22 Allí se sientan a descansar de su trabajo estas mujeres.
0:08:26 Si el viajero desea visitar el archipiélago, debe esconderse bajo uno de estos bancos
0:08:32 y de la noche tomar fuertemente la pierna de una de las mujeres y suplicar por protección y ayuda.
0:08:40 Sólo así podrá recorrer las islas, pero eso no es muy recomendable.
0:08:46 Para visitar las siete islas harán falta por lo menos siete meses.
0:08:51 El viajero llegará primero a la isla de las aves, donde no se escuchan más que cantos y batir de alas,
0:08:57 luego pasará por la de las fieras, donde sólo se oye el rugir de leones y el aullido de los lobos,
0:09:03 entrará luego en la tierra de los signos que lanzan llamas por sus bocas.
0:09:09 Se recomienda al viajero no volver la vista atrás, pues eso podría costarle la vida.
0:09:17 Luego de tres islas más de poco interés, llegará la séptima y así vive la reina de las siete islas,
0:09:25 que manda un ejército de muchachas cubiertas de armaduras y armadas con cimitas arras.
0:09:31 La reina, que es hermosa, intentará seducir al viajero y luego lo matará, luego de seducirlo, como pasa siempre.
0:09:41 Quien haya llegado a esa última isla no podrá resistencias a mujer, por lo tanto, el mejor no llegar jamás.
0:09:48 Aunque a lo mejor vale la pena los movimientos anteriores porque si el precio de estas seducciones morir, la mina no debe estar tan mal.
0:09:58 Es una maniobra literaria muy eficaz la que consiste en inventar lugares cuyas leyes mágicas vengan a influir decisivamente en la historia que allí se cuenta.
0:10:14 En un lugar así no hace falta ser una persona extraordinaria para cambiar la historia, sino que la historia es el mismo personaje, puede ser un bourgué cualquiera,
0:10:29 y su interacción con leyes diferentes.
0:10:34 Me gusta esta idea.
0:10:38 Y me gusta también esta otra idea.
0:10:42 Cuando hay una mujer suficientemente reina y suficientemente hermosa, siempre después de la seducción morís.
0:10:52 Después de pasar por el amor de una de estas mujeres, por ejemplo, la reina de las islas Wack, morís.
0:11:00 Cuando el romance termina morís, aunque más no sea morís porque terminó.
0:11:05 Morís porque después de ese momento ya no tiene sentido ningún otro momento.
0:11:12 Haber vivido ese momento hace que cualquiera de las mujeres se despliegue,
0:11:19 haber vivido ese momento hace que cualquier otro momento deje de tener sentido.
0:11:24 Así que no hace falta que te maten, que morís.
0:11:29 Le digo yo que he muerto muchas veces.
0:11:39 Hemos ido a la discoteca que no es ninguna isla de fantasías, sino una dependencia de esta emisora.
0:11:49 Y de muy mala gana el discotecario, que es una persona inepta y soes.
0:11:57 Nos tiró en la cara lejana tierra mía.
0:12:01 No está mal, pero la verdad es que el tipo lo tiró porque lo tenían en la mano y lo resultaba cómodo.
0:12:06 Yo le pedí caminito soleado, que era muy superior para ilustrar aquellos caminos semovientes,
0:12:14 aquellos caminos que uno montaba.
0:12:17 Montarse un camino es una idea extraordinaria, al menos una buena idea poética.
0:12:23 Montado en la avenida Rivadad y de digo suponiendo que las calles se movieran,
0:12:29 llegué hasta Liniers donde me apee.
0:12:32 Está muy bien eso, es una lástima que no se muevan las calles porque está muy bien escrito.
0:12:38 Con los cambios de manos y toda la confusión que está generando.
0:12:43 Así que llegado el caso se va a montar la avenida Pugredó.
0:12:46 A revés.
0:12:48 A dónde va a ser la botega de frente.
0:12:53 Muy bien, escucharemos entonces.
0:12:56 Dejana tierra mía, una canción ciertamente compuesta pensando en islas de fantasía.
0:13:00 Canta Carlos Gardell.
0:13:13 Canta Carlos Gardell.
0:13:15 Canta Carlos Gardell.
0:13:45 No me voy a morir un día con tu corazón, con tu corazón.
0:13:51 Y oír el carneto dioro de tu corazón, lo que tiene precioso.
0:13:58 No sé si al contemplarte, al regresar, abre el rey de un dolor.
0:14:10 Dinercio de pianotea que solo quiebra la serenada.
0:14:17 De un árbien eterrobero, ojo una dulce, luna estanta.
0:14:24 En un balcón florido, ocio y el formulo, de un curamento.
0:14:31 En la brisa llevó con el rumor, te observas cuidados de amor.
0:14:42 Tienes presos del borco, por tu flor y tu toro.
0:14:51 Tu estás malnastú con mi amor.
0:15:01 Leco la tierra mía de mis favores como te nombró.
0:15:10 Con mil noches y sueños con la pupita de los que nombró.
0:15:17 En la perdida mía que no combana ni te pedaras.
0:15:25 Y el sabés tu que su honor puede volver a mi viejo cuquerón.
0:15:39 Era Carlos Bardell, en la venganza será terrible, lejana tierra mía.
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