Transcripción automática
0:00:00 Y ahora vamos a ver el rey de la fiesta nacional del teatro.
0:00:07 Continuamos en la venganza. Será terrible. Estamos en Venado Tuerto, en la fiesta nacional del teatro.
0:00:14 Y vamos a agradecerle al intendente de Venado Tuercos, José Luis Freire, y a toda la gente que ha organizado la vigésima octava fiesta nacional del teatro, Venado Tuercos, del 10 de mayo de 2013.
0:00:24 Sí, que todavía hay mucho para ver aquí, quienes quieran venir a Venado es reenvocar en fiestasdelteatro.com.ar.
0:00:37 Con todos los espectáculos de toda la provincia argentina.
0:00:42 Para la ventina de Chubu, del propietario de tierra del fuego.
0:00:48 Rojo, cano y de San Juan, yo agarro así el...
0:00:50 Papero, sí, que sí, voy acá, mirá.
0:00:55 Mie, hay una moraira de Libre y lo conozco.
0:00:58 Oh, moraira, viene después.
0:01:04 El olor del miedo, esa la vi.
0:01:06 Ah, sí, que olor a miedo.
0:01:13 La noche devora a sus hijos.
0:01:17 Hoy hablaremos, gracias por la manzana, a Tati y Delphi.
0:01:22 ¿Dónde están Tati y Delphi?
0:01:25 Allá donde se prendió la luz.
0:01:27 Allá gritas.
0:01:28 Mirá, ¿a dónde están? Gracias.
0:01:29 Ya está a ti, ahí está.
0:01:30 Y Sedolina comete esta.
0:01:36 Hablaremos hoy de Franz Anton Messmer.
0:01:43 Saben que la historia de la medicina está llena de héroes,
0:01:46 pero también de charlatanes,
0:01:49 de personas que han intentado combinar
0:01:52 el magnetismo de su personalidad
0:01:54 con la credulidad de las buenas gentes
0:01:57 y los resultados han sido también variables.
0:02:00 Desde un considerable...
0:02:04 Un considerable aumento de la fortuna de los tipos,
0:02:07 hasta por ahí, por casualidad,
0:02:09 un descubrimiento.
0:02:11 Hablaremos hoy de Messmer.
0:02:14 Franz Anton Messmer.
0:02:16 Nació en Suiza.
0:02:18 Cursó estudio de medicina en Viena
0:02:20 y empezó a ejercer su profesión allí
0:02:23 entre la población del Imperio Austro-Húngaro.
0:02:25 Y enseguida se hizo fama de sanador,
0:02:28 no de buen médico, de sanador.
0:02:30 Es bien distinto.
0:02:32 Messmer prefería aquellos que presentaban
0:02:36 una personalidad inestable.
0:02:38 Es decir, ejercía preferencia con los pacientes,
0:02:41 lo peor que puede tener un médico.
0:02:45 Usted vaya siempre porque la enfermedad que me tiene...
0:02:49 A mí me gusta el enfermo así y asá.
0:02:54 Le gustaban los que se quejaban de molestias indeterminadas.
0:02:58 Y alguien dice, ¿qué le duele?
0:03:00 Ni que tenga una molestia indeterminada.
0:03:03 Aquesta es la mía, decía Mell.
0:03:05 Vení para acá.
0:03:06 Y me lo pensaba.
0:03:08 Y además prefería atender a las damas como cualquiera de nosotros.
0:03:10 Es lógica.
0:03:12 El Dr. Messmer se sentaba ante sujeto
0:03:15 con sus rodillas tocando las del enfermo.
0:03:19 Y haciendo que este, me lo quiera,
0:03:23 lo mirara directamente a los ojos.
0:03:27 Al cabo de un rato, el tipo empezaba a temblar el paciente.
0:03:31 Ponía los ojos en blanco como el rolón cuando canta rubí.
0:03:35 Y caía el suelo preso de convulsiones.
0:03:39 Eso es lo que le pasaba a los tipos que se hacían atender por Messmer.
0:03:43 O al menos le pasaba a los que le quiera para atenderlo.
0:03:46 Si, importa.
0:03:48 Su forma se fue extendiendo.
0:03:50 Pronto tuvo como clientes a muchos nobles de la casa imperial.
0:03:55 Incluso entebló amistad con Mozart,
0:03:59 que en ese entonces tenía 20 años.
0:04:01 La amistad fue duradina.
0:04:03 Incluso Mozart estrenó su primera obra,
0:04:06 Bastien y Bastien,
0:04:09 la mansión de Messmer.
0:04:12 En 1777, el amigo Messmer se dio a conocer
0:04:16 en toda Viena,
0:04:18 cuando empezó a practicar con éxito sus artes
0:04:21 a una doncella de la emperatriz.
0:04:24 Una chica que se llamaba Teresa Paradis y era cieca.
0:04:27 Trabajaba como doncella en el palacio con la emperatriz.
0:04:31 Sus padres habían tratado de curarla con emplastos sangrijuelas.
0:04:36 Bueno, tampoco los padres eran.
0:04:39 Pero también con los últimos descubrimientos en corrientes eléctricas.
0:04:44 Por ejemplo, el calentador.
0:04:48 Pero sin éxito, naturalmente.
0:04:52 La muchacha presentaba también unos movimientos convulsivos de los ojos.
0:04:57 Que Messmer, tras dos charlas con ella, logró apaciguar.
0:05:02 Los padres pusieron a su amada hija
0:05:05 en manos de este tipo.
0:05:07 Teresa, la chica,
0:05:09 tras algunas crisis de temblor y chisidos,
0:05:13 afirmó que veía,
0:05:17 vio los contornos de las personas que me rodea.
0:05:22 Si le pasaban una vela encendida por delante de sus ojos,
0:05:26 ella daba un grito y caía desmayada.
0:05:29 Entre eso y ver, todavía hay una alcance.
0:05:32 Sí, fue...
0:05:34 No lo creía.
0:05:35 El proceso se fue complicando.
0:05:38 En realidad la muchacha sufría con las nuevas impresiones.
0:05:42 La luz del sol, el cielo azul,
0:05:44 los movimientos de las personas.
0:05:46 Y se consideraba más desdichada que antes.
0:05:50 Incluso olvidó como tocar el piano.
0:05:53 Una habilidad que Lucía cuando era totalmente ciego.
0:05:58 Lucía feo.
0:06:01 Mariana y la ponía.
0:06:02 Un día Teresa sufrió un ataque de locura.
0:06:05 Se tiró sobre un sofá y le agarró vértigo.
0:06:10 En eso consiste la locura.
0:06:12 El padre de la joven corrió hasta la casa del médico,
0:06:17 armado con una daga.
0:06:19 Ah, en eso consiste la locura.
0:06:22 Y Mesmer debió huir a toda velocidad.
0:06:26 La doncés, la emperatriz, gritó
0:06:29 que ese médico dejen paz a mi doncés.
0:06:32 Y Mesmer tuvo que vender su casa y abandonó bien.
0:06:36 Se fue a París.
0:06:38 En París alquiló una lujosa vivienda,
0:06:41 empezó a frecuentar los salones donde la nobleza se reunía para charlar.
0:06:45 Vamos a hacer.
0:06:46 ¿Cómo le va, princesa?
0:06:47 ¿Cómo le va, Duque?
0:06:48 Bueno, entonces, entonces,
0:06:50 pronto se rodeó de pacientes
0:06:53 y fue poniendo a punto una teoría
0:06:56 que viniera a justificar sus manejos.
0:06:59 Eso es de inteligente.
0:07:01 Uno primero hace unas cosas
0:07:04 y después inventa una teoría que la justifique.
0:07:09 Tiene que ver también con el establecimiento de una moral.
0:07:14 Elige una doctrina moral y la cumple.
0:07:18 Y otra no.
0:07:20 Hace lo que le da la gana
0:07:23 y después construye una doctrina moral
0:07:27 que venga a acomodarse a sus actores.
0:07:31 Con lo cual, el tipo resulta moralmente intachable.
0:07:35 Resiste cualquier archivo, como se dice ahora.
0:07:39 El caso que este empezó ahí, ¿no?
0:07:42 Yo decía que un fluido único y sutil
0:07:45 permeaba todo el universo
0:07:47 y que ese fluido unía y conectaba todos los cuerpos.
0:07:50 Lo mismo que digo yo siempre.
0:07:52 O casi siempre.
0:07:53 Y a veces le creen, incluso.
0:07:55 Decidió llamarlo magnetismo animal.
0:08:00 No, magnetismo animal.
0:08:02 Decía que todos los males corporales
0:08:04 se debían al magnetismo bloqueado.
0:08:07 Es decir, había un único diagnóstico
0:08:09 en el consultorio de Mesmer.
0:08:11 Y usted, mi querido señor,
0:08:13 tiene el magnetismo bloqueado.
0:08:15 ¿Cómo anda con esa?
0:08:17 Ya lo ven.
0:08:18 Se me ha bloqueado el magnetismo.
0:08:22 Esa es ciencia.
0:08:27 Y él decía que únicamente se podía curar la gente
0:08:30 si una persona con un magnetismo
0:08:33 insólitamente fuerte, en este caso él,
0:08:36 pudiera restituir el flujo normal.
0:08:40 Para poner en práctica su nueva orientación
0:08:43 y deó el vaqué.
0:08:46 O sea, el balde.
0:08:49 El artilugio consistía en una gran balde metálico.
0:08:53 Sería mejor una palangana.
0:08:55 Un fuentón, incluso.
0:08:56 Un fuentón, que se ponía en el centro de la habitación.
0:08:59 La palangana se llenaba con agua magnetizada,
0:09:02 que puede adquirirse en todas las buenas casas de tramos.
0:09:05 Y también con varillas de metal
0:09:07 que los pacientes tomaban por sus extremos.
0:09:10 Las terapias grupales consistían en un círculo de veinte
0:09:14 o más sujetos sentados alrededor del baile,
0:09:17 sosteniendo las varillas.
0:09:19 Supuestamente el flujo magnético circulaba
0:09:22 entre los asistentes que se tomaban de la mano.
0:09:25 Y era lo que se denominaba cadena mesmérica.
0:09:29 Al poco tiempo las sesiones ya parecían orgías.
0:09:33 Porque hombres y mujeres se vestían
0:09:36 en el agua y bambamos con calzoncillos.
0:09:41 Para que fluyeran los magnotismos.
0:09:43 Fultame conde.
0:09:45 Me voy a sacar los lienzos para que mejor fluya el magnotismo.
0:09:49 ¿Eran clases de teatro?
0:09:51 Ni más ni menos.
0:09:53 Después se daban masajes unos a otros,
0:09:56 aproximaban sus muslos,
0:10:01 se relojeaban en espijos instalados
0:10:04 en las paredes del gabinete de puras
0:10:06 que daban en la ruma.
0:10:08 No hay muchas formas de aproximar muslos.
0:10:10 Además, Mesmer consideró también los factores acústicos.
0:10:14 Se oye una tenue música de Cámara
0:10:17 interpretada por una especie de armonio de cristal.
0:10:28 Era un instrumento nuevo de tonos estereos
0:10:32 que recién había sido inventado por quien?
0:10:35 Benjamin Franklin.
0:10:38 El mismo tipo que inventó el pararrallo.
0:10:41 Inventó el pararrallo así con lo que le sobró
0:10:44 inventó este instrumento.
0:10:53 este,
0:10:55 dice que
0:10:58 la alta sociedad empezó a...
0:11:01 estaba recordando que hay una obra de Mozart
0:11:04 para este antilugio.
0:11:07 Y que seguramente la compuso dada
0:11:10 la amistad que tenía con Benjamin.
0:11:12 Pero va a ser tan bien.
0:11:13 El caso es que el mesmerismo se convirtió
0:11:15 en el delirio de la alta sociedad francesa.
0:11:18 Sin embargo, hubo una división
0:11:21 porque empezaron a aparecer escépticos,
0:11:23 yo como es.
0:11:24 Entre los entusiastas estaba el marqués de la falleta,
0:11:27 nuestro amigo,
0:11:29 que siempre abrazaba cualquier causa
0:11:31 que les sonara moderna.
0:11:33 Y quiso exportar su fema esmérica
0:11:36 a los Estados Unidos,
0:11:37 países que había ayudado a independizar.
0:11:40 Vieron el presidente Thomas Jefferson,
0:11:42 que fue el inventor de la silla giratoria.
0:11:45 La silla giratoria, no como esta,
0:11:47 la se inventó Thomas Jefferson.
0:11:50 Es profisión al trabajo, digamos.
0:11:53 Pero bueno, Jefferson los ha cuapatado.
0:11:56 Después de seis años de actividad,
0:11:58 el rey Luis XVI
0:12:00 estableció una comisión real para investigarlo.
0:12:03 Empezó a sospechar.
0:12:04 Y si, ¿y este de qué la va?
0:12:06 Hay que decir que mesmer contaba con el favor de María Antonieta.
0:12:09 Y bueno, poco.
0:12:10 Se metió con la mujer del rey.
0:12:12 El grupo de investigación dio un resultado
0:12:15 llamado Informe de los comisarios reales
0:12:17 acerca del magnetismo, animal.
0:12:20 Entre los investigadores estaba nada menos que Franklin,
0:12:23 Antoine Lavoisier.
0:12:25 Ese fue el que dijo que nada se despierde
0:12:29 y todo se transforma.
0:12:31 O ese fue el marqués de Víctor La Playa.
0:12:33 Sí, es muy mal.
0:12:35 Termino mal igual.
0:12:37 Pero ese, y se me parece,
0:12:39 que fue el que descubrió el oxígeno.
0:12:41 Y que termina con la isotina, además.
0:12:44 Estaba también el doctor Guillotin.
0:12:47 Otro más.
0:12:49 Otro que bien bailaba.
0:12:51 Bueno, se aplicó el método científico,
0:12:54 que dicen las pruebas, dieron todo mal.
0:12:58 Hicieron una serie de experimentos.
0:13:02 Y los tres comisionados le dijeron a mesmer
0:13:07 que todo era una falsa.
0:13:12 Hicieron incluso una prueba
0:13:14 que consistía en vendar los ojos de una mujer.
0:13:17 Y a esta mujer le dijeron que mesmer estaba en la habitación.
0:13:21 Y no estaba.
0:13:22 Lo había mandado comprar, no sé qué.
0:13:24 Y la tifa empezó a temblar y a sudar
0:13:27 y a presentar convulsiones típicas de la crisis mesmérica.
0:13:31 Después probaron a la misma mujer, pero sin venda,
0:13:34 diciéndole que mesmer estaba en una habitación contigua.
0:13:39 Así que, ¿qué quiere decir esto?
0:13:41 ¿Que era todo mentira?
0:13:43 No sé qué quiere decir.
0:13:45 Que la mina le daba por temblar, quiere decir.
0:13:47 El informe de la comisión fue demoledor.
0:13:49 La facultad de medicina exigió a una ventena de médicos
0:13:52 que abandonaran el método, médicos que seguían a mesmer.
0:13:55 Mesmer intentó persistir durante un tiempo en sus actividades,
0:13:59 pero la gente no le creía.
0:14:01 Para peor apareció la revolución francesa.
0:14:04 Los salones donde él andaba bien
0:14:07 empezaron a no existir más.
0:14:09 ¿Dónde iban a ir las nobles a charlar?
0:14:11 ¿Para qué? No había más nobles, señor.
0:14:14 Tuvo que abandonar París, viajó a Londres,
0:14:17 emigró de nuevo a Viena,
0:14:19 allí fue acusado de sospechoso de jacobinismo y encarcelado.
0:14:24 Tras demostrarse su inocencia,
0:14:26 fue arrojado de la ciudad.
0:14:28 ¿Vio cómo es allí?
0:14:29 Cuando demostraste tu inocencia, te tratan peor.
0:14:32 Conojo.
0:14:37 El fracasado mesmer tuvo que volver a su hogar pidiendo limosma.
0:14:43 Murió en 1815 a los 81 años de edad.
0:14:47 Pero esta historia tiene un epílogo.
0:14:51 Uno de los discípulos de Mesmer,
0:14:54 el maqués de Puyseguir,
0:14:57 publicó un libro donde explicaba sus experimentos.
0:15:02 Y durante sus sesiones de mesmerismo,
0:15:07 un muchacho aldeano, en vez de agitarse
0:15:10 y convulsionarse como cualquiera hubiera esperado,
0:15:13 cayó en un estado de sueño profundo.
0:15:16 Sin despertarse, se levantó rápidamente y empezó a caminar.
0:15:22 Durante este estado, el joven respondió a todas las preguntas que se le hicieron
0:15:27 y obedeció a órdenes sencillas.
0:15:31 Hacía todo lo que le ordenaba.
0:15:35 Cuando despertó, no recordaba nada de lo que sucedió.
0:15:40 El maqués de Puyseguir fue aprendiendo la técnica de provocar sueño convulsivo
0:15:49 y se dedicó a practicarlo con entusiasmo en varias personas.
0:15:53 Pero la revolución francesa también acabó con el queso.
0:15:58 Le prohibió seguir.
0:16:00 Hasta que en el siglo XX, un señor de Viena llamado Sigmund Freud
0:16:06 comenzó a utilizar en sus estudios sobre el subconsciente
0:16:13 la técnica de Puyseguir.
0:16:16 Se había descubierto la hipnosis.
0:16:19 Así que, fíjese que por lo menos el mesmerismo,
0:16:25 la colección de charlatanerías,
0:16:30 nos dejó como herencia también una ciencia...
0:16:35 Bueno, lo dicho.
0:16:46 ¿A quién quiere que dediquemos esto?
0:16:48 Querido Dorio, digo yo,
0:16:50 si nos vieran con los pies dentro de una palangana, los tres...
0:16:55 Agarrados de la mano y estando varillo...
0:16:57 ...con mi mejor calzoncillo.
0:16:59 Creo, Alejandro, que la historia del occidente nos marca cosas curiosas.
0:17:05 El siglo XVIII, por ejemplo, tuvo intuiciones.
0:17:08 Tuvo intuiciones y tuve ideas contundentes,
0:17:10 que no se llevaban bien con las intuiciones.
0:17:12 Entre las ideas contundentes estaba la de la libertad del hombre
0:17:16 y la convicción de que esa libertad pasaba por la palabra.
0:17:19 Entre las intuiciones estaban el mesmerismo
0:17:22 y también muchas otras cosas,
0:17:24 que han tenido que ver con el magnetismo,
0:17:26 con ciertos métodos de curación
0:17:28 y, por supuesto, lo que rondaba en todas esas cuestiones
0:17:31 era el bienestar del hombre y, eventualmente, la inmortalidad.
0:17:35 Estaba pensando también, Alejandro,
0:17:37 que un tiempo, del mismo modo que establece voluntades,
0:17:40 a veces absolutamente alocadas,
0:17:42 esa misma Europa de Freud,
0:17:44 desembocó en el asismo después,
0:17:46 dio un tiempo establece verdades
0:17:48 y, de un tiempo, son las que marcan, en realidad,
0:17:50 los límites de la libertad de un hombre.
0:17:52 Nos ha costado mucho a los seres humanos
0:17:54 y a cada nación, en particular,
0:17:56 ir prescindiendo de esas verdades
0:17:58 que a veces le convienen solamente a los poderosos,
0:18:01 a los que dominan a alguien.
0:18:03 Y, entonces, quizás la libertad de palabra,
0:18:05 la libertad de pensamiento,
0:18:07 se adquiere cuando uno puede estar
0:18:09 un poco por encima de la verdad de su tiempo.
0:18:11 Pero, de todas estas cosas,
0:18:13 en el mismo modo que Franklin asartaba cinco de cada seis
0:18:16 y que no estaba por allí,
0:18:18 vemos que surgían otros monstruos de esa época ulteriora,
0:18:21 esa época va a ser la convicción de que no el magnetismo,
0:18:24 pero sí la electricidad, es el fenómeno que da la vida,
0:18:26 y Mary Jenny va a escribir Frankenstein,
0:18:28 lo cual lo impide que Nueva York se ilumine
0:18:30 con la electricidad después, digamos,
0:18:32 puede aparecer una supratición,
0:18:34 puede aparecer un hallazgo científico
0:18:36 y también puede ser que en el silencio o en la palabra,
0:18:39 digamos, en las casas palabras y en el silencio
0:18:42 y en una mirada, se produzca ese fenómeno
0:18:45 que ya no con la verdad de un tiempo,
0:18:47 sino con la vida de un hombre o de una mujer,
0:18:49 porque convengamos que a veces es una palabra,
0:18:51 pero a veces también basta solamente
0:18:53 una mirada para que un hombre libre
0:18:55 que recibe esa mirada
0:18:57 se convierta nada menos que en un esclavo.
0:19:02 Esclavo...
0:19:06 es el tango que vamos a escuchar ahora,
0:19:09 dedicado a todos los esclavos,
0:19:11 los esclavos del amor,
0:19:13 los esclavos de la supratición científica
0:19:15 y a los principales esclavos,
0:19:17 que son los esclavos de sus propios vicios y pacientes.
0:19:20 Viscos y pacientes, sí, señor.
0:19:22 Esclavo se llama este vello tango,
0:19:24 arruinado por la circunstancia de cantarlo yo mismo.
0:19:27 Escuchemos ahora esclavo de Joaquín Mora...
0:19:30 En la voz de Alejandro Dolina.
0:19:32 Sí, por favor, permiso.
0:19:44 No sé si es la trajeia de vivir así
0:19:49 con esta pedamía
0:19:53 que el dibujado es la muerca sombría
0:19:57 que enrubla mis ojos y apaga mi voz
0:20:02 tal vez porque el suelo de sus cabestad
0:20:08 mi cualidad esperanza
0:20:12 no me queda mi vieja niora
0:20:15 esa borracha de astío
0:20:17 lo mismo que yo
0:20:22 mil veces he tratado de olvidar
0:20:27 y poco de traer en mi pobre vida
0:20:38 que en vez de corazón tengo un herido
0:20:43 y más allá no tengo fuerza para ahogar
0:20:49 el lúgum brefanda, más de mi pena
0:20:54 y vivo esclavo al círeme condena
0:20:59 sin poderme libertad
0:21:07 y no me queda mi vieja niora
0:21:12 por eso cuando pienso que mi vida es
0:21:18 un compadre de desencanto
0:21:22 con relas a la revueltas de santo
0:21:26 no fueron surcadas por barco jamás
0:21:33 mi apelido en la nostalgia de otro cielo azul
0:21:38 leja no hay plaz entero
0:21:42 y un sol brisante de amor tempranero
0:21:46 de cálido osrado y beso de luz
0:21:52 mil veces he tratado de olvidar
0:21:59 y poco de traer en mi pobre vida
0:22:09 que en vez de corazón tengo un herido
0:22:15 más allá no tengo fuerza para ahogar
0:22:20 el lúgum brefanda, más de mi pena
0:22:26 y vivo esclavo al círeme condena
0:22:30 sin poderme libertad
0:22:55 y no me queda mi vieja niora
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!