Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Arrible, estamos en nuestro galponcito de la calle Gorriti 5963 aquí en Radio del Plata.
0:00:09 Este programa se hace con público presente, la entrada es libre y gratuita. Bienen y ya está.
0:00:14 Hablaremos esta noche de la expulsión del paraíso, pero en textos midrácicos. Es decir, no la versión clásica de la Biblia,
0:00:26 sino textos posteriores con comentarios eruditos que provienen de las midras,
0:00:34 que son exposiciones exegéticas agregadas a los versículos de la Biblia, pero con mucha posterioridad,
0:00:44 porque proviene la historia de los midrasin, empieza ya por el siglo I y termina por el siglo XII más o menos.
0:00:56 Los judíos de Europa, de Asia y aún de África escribiron muchísimo durante esa época
0:01:07 y muchos de esos escritos eran intentos por explicar la ley mosaica o por comentar episodios históricos
0:01:17 o anécdotas con contenidos edificantes o moralistas o sobre pasajes fíblicos.
0:01:25 Los autores incluyeron abundante material mítico, pues el mito siempre ha servido para validar leyes enigmáticas
0:01:35 o costumbres sociales o ritos difíciles de explicar.
0:01:41 Antes de entrar en el asunto de la caída del hombre, o sea, de la expulsión del paraíso,
0:01:47 vamos a dar un ejemplo de ornamentación postbíblica, o sea, contar como una historia es enriquecida después,
0:01:57 enriquecida y a menudo estropeada, pero bueno, en el éxodo leemos que los caballos y los carros de los guerreros del faraón
0:02:08 persiguieron a los hijos de Israel y entraron tras ellos en medio del mar.
0:02:16 Según, ya saben ustedes, el mar se abrió, entró Moisés, pasó por ese espacio que había entre las aguas,
0:02:27 el faraón entró detrás, pero el mar dejó pasar a los de Moisés y luego se cerró dejando las tropas de faraón en el medio.
0:02:41 Según un midras posterior, esta atracción se debió a una virtud divina.
0:02:50 Dios mismo adoptó la forma engañosa de una yegua y atrajo a los sementales egipcios hasta el agua donde perecieron ahogados.
0:03:01 Es decir, sucede lo mismo que con el enismo tardío, donde a los mitos originales se les agrega unos episodios laterales, adornos,
0:03:15 como por ejemplo la historia de Eros y Psyche, que no pertenece a los mitos griegos originales, sino que es una agregada, una invención,
0:03:23 casi de autor de la época helenística, se llama época helenística, a la época ya posterior, a la Grecia, a la historia griega,
0:03:33 propiamente dicha y que corresponde a la difusión de la cultura griega por distintos países y a lo largo de siglos que no son el siglo de oro de perigles, por supuesto.
0:03:49 Bueno, antes de entrar en el asunto de la caída del hombre, como hemos dicho, decimos estas cosas y después sí entramos.
0:04:00 Mejor dicho, antes de entrar, no, entremos. Dios permitió a Adán y a Eva que comieran de todos los árboles del edén, excepto de los del árbol de la ciencia, del bien y del mal,
0:04:13 porque probarlos e incluso tocarlos los mataría. Llega entonces la tentación de la serpiente que dijo que Dios había muy bien,
0:04:25 que el día que Adán y Eva comieran esos frutos se volverían como dioses, eso dijo la serpiente. Entonces llegaron los mordiscos, los mordiscos imprudentes,
0:04:38 Adán y Eva se miraron después del mordisco, se dieron cuenta de que estaban desnudos, tomaron unas hojas de higuera y se taparon.
0:04:49 En ojo de Dios, maldición a la serpiente, aparecen los dolores del parto para Eva, Adán también la obligación de sacar el fruto del suelo con trabajo y con el suelo de su frente.
0:05:11 Dios fue indulgente respecto a la vestimenta, porque cuando se vieron desnudos a Adán y Eva se pusieron hojas de higuera, pero como eran demasiado frágiles para una función tan árbua,
0:05:29 hizo Dios a Adán y a Eva unas túnicas de piel y luego sobrevino la expulsión, este es más o menos el resumen.
0:05:41 Respecto de estas túnicas de piel, alguien que no recuerdo dijo con mucha gracia que en verdad la profesión más antigua del mundo era entonces la desastre.
0:05:56 Hay un midras sobre la obra de Dios en la creación atribuido a el yecer Ben Irkanos, un sabio palestino que vive allá por el siglo II.
0:06:07 Y cuéntalo siguiente acerca de la expulsión del paraíso, cuya versión clásica hemos resumido así, haya lompe.
0:06:16 Cuéntalo siguiente, dice.
0:06:20 La serpiente, siempre mentirosa, empujó a Eva con rudeza contra el árbol de la ciencia, la obligó a tocarlo.
0:06:36 Y una vez que Eva arrozó el árbol, la serpiente dijo, no habéis muerto después de tocar este árbol y tampoco moriréis después de comer su fruto.
0:06:49 Todos los seres anteriores son gobernados por los posteriores.
0:06:55 Tú y Adán fuiste excreados los últimos y gobernáis el mundo, comer y ser sabios para ser sabios de ese.
0:07:05 Para que Dios no envíe nuevos seres que usurpen vuestro gobierno.
0:07:09 La verdad es que tras el empujón, cuando los hombros de Eva arrosaron el árbol, lo primero que ella vio fue al ángel de la muerte que se acercaba y tuvo la certeza de que iba a morir.
0:07:23 Y ocurrió una reacción amorosa que no aparece en el génesis.
0:07:28 Eva gritó que iba a morir y calculó que por lo tanto Dios daría a Adán una nueva mujer y decidió convencerlo para que comiera con ella de modo que murieran juntos.
0:07:43 Eva tomó un fruto, comió y luego llena de lágrimas suplicó a Adán que la acompañara en su desventura.
0:07:51 Dice el midras que después de que Eva comió, a Adán le sorprendió la desnudez de la mujer porque su piel exterior, que era una fina lámina de luz pulida, había desaparecido.
0:08:06 Pero aunque la belleza de su cuerpo interior brillante como una perla blanca le encantó,
0:08:15 luchó a Adán durante largo tiempo contra la tentación de comer y unirse a ella.
0:08:24 Vamos a decirlo así.
0:08:26 Entre tanto tenía la manzana o el fruto que fuere en la mano.
0:08:33 No está claro que fuera una manzana.
0:08:35 Por fin, Adán dijo que prefería morir a sobrevivirla y que de ningún modo podría consolarse con otra mujer.
0:08:43 Dicho esto, probó el fruto.
0:08:46 La piel de luz exterior de Adán también desapareció y siguió a aquella mujer que lo deslumbraba en su destino.
0:08:56 Algunos dicen que Adán, al comer el fruto, obtuvo el don de la profecía.
0:09:02 Pero no sé si fue así.
0:09:07 También dicen que cuando quiso tomar hojas para tapar su desnudez, los árboles lo rechazaron por haber desobedecido a la divinidad.
0:09:16 No obstante, el mismo árbol de la ciencia le permitió tomar algunas hojas dando su aprobación a que Adán preferiera la sabiduría a la inmortalidad.
0:09:28 Cuentan que Eva presuadió más tarde a todas las bestias y a todas las aves, a todos los animales para que probaran el fruto.
0:09:37 En realidad todas aceptaron menos el prudente Fénix que sigue siendo inmortal.
0:09:45 Y ese único.
0:09:46 Adán y Eva fueron expulsados del paraíso el primer viernes.
0:09:50 El primer sábado, Adán descansó y pidió compasión a Dios.
0:09:56 Al caer el sol fue al alto guijón, el más impetuoso de los ríos, y allí hizo penitencia durante siete semanas de pie en medio de la corriente y con el agua hasta la pera.
0:10:08 Hasta que el cuerpo le quedó blando como una esponja.
0:10:12 Después un ángel fue a consolar a Adán y le enseñó a usar las tenazas de forja y el martillo de herrero y también a marcar los huelles.
0:10:23 Bueno, puede todo, tenía que empezar a laburar.
0:10:26 El relato del Génesis contiene un comentario interesante en el que las labores agrícolas constituyen una maldición impuesta al hombre por causa de la curiosidad o la desobendiencia de Eva.
0:10:46 Y expresa, si ustedes quieran, en forma mítica el antiquísimo punto de vista mediterráneo, que consideraba el trabajo físico como una tarea fatigosa, poco laudable.
0:11:04 Fue sostenida incluso antes de que el relato de la creación recibiera su forma definitiva por un amargado agricultor griego, nada menos que el finado es síodo,
0:11:18 que fue el primer escritor que consideró la agricultura un mal impuesto a la humanidad por dioses despiadados.
0:11:27 El libro de síodos se llama, ya saben ustedes, Los Trabajos y Los Días.
0:11:31 En verdad, los griegos nunca salieron de esa idea, ya que todo lo que se hacía con la mano era una expresión degradante, lo banáusico.
0:11:42 Y ahí está el papá de Alejandro de Macedonia recriminándole el tocar demasiado bien la lira.
0:11:56 Decía que esos eran trabajos manuales que los hombres nobles no debían efectuar.
0:12:02 Sí, podía uno tocar un poco la lira, pero no muy bien. Un noble no podía tocar muy bien.
0:12:08 Eso era más bien para los plebellos, que se consideraban también a los artistas que trabajaban con la mano, plebellos.
0:12:17 Los grandes escultores como praxíteles o fidias eran bien considerados, pero como nobles no, eran plebellos.
0:12:34 Y además tenían una idea, los griegos, que era esta.
0:12:37 En realidad, el artista era poseído, el artista era poseído por los dioses.
0:12:46 Y lo que sus manos construían era algo que les era dado como un don y no valoraban tanto el talento especialmente en las tareas manuales.
0:13:01 Así que en ese sentido no eran los griegos muy amigos de los trabajadores.
0:13:07 Comentemos o contemos para terminar una posible fuente, una posible antecedente histórico y mítico de la caída del hombre.
0:13:18 Se trata del mito acadio de Adapa, descubierto en una tablita de Tel el Amarna, la capital del farón Akinatón.
0:13:27 Akinatón fue aquel que cambió su nombre, se llamaba Menofis IV, y se puso Akinatón porque cambió de religión.
0:13:34 Se hizo monoteísta y en vez de seguir el culto de Amón y todos los otros, se hizo adorador de Atón, el dios solar.
0:13:45 Y bueno, se peleó con todos los sacerdotes de Amón, construyó una nueva capital que no era Teba, que era Tel el Amarna.
0:13:56 Y no duró nada porque se la destruyeron enseguida, pero le sirvió a los historiadores para tener la capital en la marra tal como era.
0:14:14 Porque la destruyeron y dejaron los inviantos. Entonces quedó el mapa exactamente como era.
0:14:21 ¿Qué pasa cuando se destruye una ciudad? Enseguida viene uno y construye otra arriba.
0:14:26 En realidad nunca se destruye de toda una ciudad. Hay un incendio, ponen una panadería, se va modificando y esta pan de nunca sabe cómo era.
0:14:37 Pero esta no, porque la la destruyeron, pero quedaron toda la traza.
0:14:45 Y ahora sí sabemos exactamente cómo era.
0:14:48 Bueno, ahí proviene el siguiente mito, que es un mito no egipto, sino acaedio, Adapa.
0:14:58 Adapa era un hijo de Ea, que era el dios babilónico de la sabiduría, el que enseñó Audna Pistin, que es el noe de los asiliocaldeos, a ser el arca.
0:15:14 Bueno, este muchacho, Adapa, estaba pescando, un pájaro lo atacó y él lo sacudió un poco así la mano y le rompió una ala.
0:15:25 Pero, che, mira qué mala suerte.
0:15:27 El ave resultó ser nada menos que el viento del sur. Qué mala suerte tiene el arco.
0:15:33 Por eso antes de sacarse de encima un pájaro inoportuno, hay que verificar que no se trata del viento del sur.
0:15:42 Ea, entonces, llamó a Adapa para que le explicara su violencia, porque el viento del sur era hijo de Ea.
0:15:49 Le advirtió a Adapa que por haber disgustado a Anu, el rey del cielo, que era muy amigo del viento del sur, la bla, bla, bla, los dioses lo iban a condenar a perder su inmortalidad.
0:16:03 Li iban a ofrecer una comida y una bebida y esa comida y esa bebida eran el alimento de la muerte.
0:16:11 Y le dijo, mirá, cuando vengan los dioses y te den de morfar, rechaza ese alimento, porque esa es la muerte.
0:16:19 Bueno, sí, sí, sí, sí, sí, hijo.
0:16:21 Pero Anu, enterado de esta revelación indiscreta de Ea, le aguestió a los otros dioses
0:16:30 y en vez de darle el pan y el agua de la muerte, le ofreció el pan y el agua de la vida
0:16:35 y Adapa, cumpliendo la orden de Ea, rechazó esa comida y se perdió el manjar de los dioses
0:16:45 y fue lanzado a la tierra como un simple mortal.
0:16:48 Y esta historia proporciona, en algún modo, el tema de la disputa entre Dios y la serpiente
0:16:55 acerca de las potestades, de los frutos, del árbol, de la ciencia, de la vida, de la muerte.
0:17:04 Yo dedicaría esta pequeña historia acerca de Ayan, que prefirió la sabiduría,
0:17:10 a Odín, que es el príncipe de los dioses nórdicos, que pagó la sabiduría con un ojo.
0:17:18 Un ojo es poca cosa comparado con el precio que pagó Adán.
0:17:23 Lo que no es tan seguro es que Adán haya sido sabio, no lo sé.
0:17:28 No parecemos sus descendientes demasiado vivos que digamos.
0:17:34 Pero Odín llegó a la fuente de Mímir y preguntó, ¿y cómo es esto para hacerse sabio?
0:17:43 Y dice, tomás un trago y te haces sabio y empezás a hablar en verso además.
0:17:53 Bueno, ¿cuánto vale? Un ojo, pago.
0:17:59 Y desde entonces Odín es el tuerto. Pero fue sabio.
0:18:05 De Adán y sus descendientes, no estoy tan seguro.
0:18:09 También está el amor, ¿no? También está el amor.
0:18:13 El amigo Adán queda muy bien parado aquí porque queda como un buen enamorado
0:18:18 al acompañar a su amada, en su desgracia.
0:18:23 Disculpeme si usted es una sombra, ha dicho alguien, yo también lo sé.
0:18:29 Y está el famoso epitafio de Adán sobre la tumba de Eva.
0:18:34 El paraíso estaba donde ella estaba.
0:18:39 No es... He oído jamás una frase más amorosa y más conmovedora
0:18:47 que esa, ¿no? Cuando uno está enamorado y lee eso, no sólo lo cree sino que se conmueve.
0:18:53 Así que conviene enamorarse primero, nada más que para después sentir el placer literario
0:19:00 que esa frase proporciona.
0:19:05 A mí me quedó el placer literario solamente.
0:19:12 Hemos ido a la discoteca y hemos encontrado un bals de partida,
0:19:18 ya que no otra cosa hicieron a Adán y Eva, ya que partieron de aquellas instalaciones de Ledén.
0:19:24 Y el bals lo canta Hugo del Carril, se llama, te vi partir.
0:19:29 ¿Sabe quién es el autor de este bals? Fidel Pintos.
0:19:33 Fidel Pintos, el actor comió Fidel Pintos,
0:19:36 y si el autor de este bello bals que canta en este mismo momento, Hugo del Carril.
0:20:06 Loco a padre, que fue lo que dosetí por vos, no sé.
0:20:16 En su yacío ilumino mi corazón, hoy tan solo me quedo el recuerdo,
0:20:28 el recuerdo que a varias visoras, hoy en sus pillos de la forma vivo.
0:20:41 Y aquel amor, y aquel querer, y aquel calor, como ella que da un gran pesar, por qué?
0:20:55 Divina Sora, te junto a tu lado, contíbe a cariñez al feliz poseer,
0:21:00 tu besarele el xil, casta, si ya va a pisar el fil,
0:21:05 en dulce en sueño mi alma confundida, como a dos vecinas te escuchaba plegar,
0:21:10 y tu voz era un suave careco.
0:21:17 Tu soco negro, y mirar profundo, me llevaron lejos hacia un beso de ten,
0:21:23 me envié a cabatullar, visitando, me asoñar,
0:21:27 y si un celeste quede en el espacio, al imploto dulce de un espiritual,
0:21:32 te fumaste y has dejado mi pena.
0:21:42 Te vi partir, que vi alejar, que rey morir,
0:21:48 sin embargo mi alma no crezó tu adiós.
0:21:56 Tu ecuro el dicío, que me engañó con la pasión,
0:22:02 que encendió al pebre y el pipeto,
0:22:08 con los anhelos, con el miado de esencia,
0:22:14 con este trocado, el loco en qui etu,
0:22:22 evocación, el mijemí, con ilusión,
0:22:29 aún esperas bien mi corazón, tu amor.
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