Ché, lo de la mina esa no lo vi. Me pierdo las mejores por seguir cuidando el asiento aún finalizado el espetáculo.
La verdad es que me dio mucha bronca la gente que "reservaba" sillas de a cinco poniendo camperas, pulóveres, mochilas y demáses "para unas amigas que están en camino". Y las viejas que llegan tarde y pretenden una silla por el solo hecho de ser viejas. Si sos vieja y no podés caminar, llegá temprano o escuchálo por radio.
Mi mensaje era algo así como "Manifiesto: ¡Oh, vieja, que con torva faz blandes tu bastón con la intención de quitarme esta silla que conservo desde las cuatro de la tarde! ¡Sólo a cambio de la virtud de tu hija te la cederé!"
Marcela, estuvimos bichando para ver si la veíamos. Pero en su avatar no sale usted con cámara ni libros ¿cómo la íbamos a reconocer? Le aseguro que no estaba en la tercera fila ¿eh? Estaba sentado pero atriqui. Su descripición de los sucesos es tal cual: al principio jodía bastante el quilombo, pero después ni se notaba.
Yo al final lo saludé al Negro y les di miles de picos a Moreira y los Molina en nombre de todas las chicas de VDP.
Y se dejaron, ché.