Una vez pensé irónicamente mientras oía a un ex funcionario recién sobreseído: «Endeudó al país por varias generaciones, cobró comisiones millonarias en dólares por hacerlo, no será condenado porque tuvo la precaución de que todos sus actos fueran formalmente legales, terminará la entrevista y volverá feliz a su casa, donde lo espera su familia para abrazarlo y felicitarlo. Seguramente vivirá bien hasta una edad muy avanzada y morirá rodeado de todo el cariño y los cuidados que el dinero puede pagar. Qué imbécil».
Hoy lo vi en YouTube: fue el diseñador del megadecreto e influyó en la ley ómnibus; ahora podría tener un cargo transitorio dependiente de Presidencia. Lo dicho: el amor vence al odio.