Vi los precios para ver a Dolina en Madrid el 18 de mayo . 25 € la más barata . Si fuera el Dolina con Rolon, Stronatti , o Dorio sin Barton y sin el trío sin nombre quizás me lo pensaría. Ahora ni en pedo .
Una vez pensé irónicamente mientras oía a un ex funcionario recién sobreseído: «Endeudó al país por varias generaciones, cobró comisiones millonarias en dólares por hacerlo, no será condenado porque tuvo la precaución de que todos sus actos fueran formalmente legales, terminará la entrevista y volverá feliz a su casa, donde lo espera su familia para abrazarlo y felicitarlo. Seguramente vivirá bien hasta una edad muy avanzada y morirá rodeado de todo el cariño y los cuidados que el dinero puede pagar. Qué imbécil».
Hoy lo vi en YouTube: fue el diseñador del megadecreto e influyó en la ley ómnibus; ahora podría tener un cargo transitorio dependiente de Presidencia. Lo dicho: el amor vence al odio.
Krank: Disculpe la auto referencia pero el año pasado, cuando AD y sus acólitos pasaron por la ROU escribí:
Sodre: 1900 localidades a un promedio de 15 dólares, por dos funciones, 60.000 dólares. .
Colonia, dos funciones de 300 localidades a 18 dólares,11.000 dólares más. 70 lucas verdes en dos días.
Un gorila dice lo que piensa y hace lo que dice.
Alejandrito patalea contra los que ganan dinero, pero la suya se la lleva en silencio. Seguramente la dejó en una cuentita off shore en Montevideo. Si la ingresa a Argentina se la pesifican a 130 y eso sería inaceptable para él, no para el agro...
AD siempre criticó agriamente a los empresarios por ganar dinero.
Esta semana comentó que las radios ya no le pagan los gastos de las giras por lo que en Uruguay deben cobrar entradas para financiar sus presentaciones.
Con dos funciones en Montevideo y dos en Colonia recaudaron U$S 70.000 y van por más en septiembre.
Ahora que es un próspero empresario del espectáculo, ¿sigue pensando que ganar dinero es de canallas? ¿o la doble vara moral no le molesta?
Terminó siendo otro Nac&Pop que ladra por izquierda, pero vive por derecha. Yo te conozco.
Bueno si vamos a hablar de contradicciones, me gustaria resaltar como los neoliberales se llenan la boca de libre mercado pero despues lloran los precios...
No es parte de la doctrina entender que los precios son libres y que si se quiere algo se tiene que pagar debidamente? y si los precios no resultan atractivos se deja de consumir?
Hoy estoy acá para decirles que Occidente está en peligro, porque aquellos que deben defender sus valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que conduce inexorablemente al socialismo.
¡Malditos cerdos capitalistas, otra vez descubrieron nuestro diabólico plan para apoderarnos del mundo insertando mensajes subliminales prosoviéticos grabados por Natalia Oreiro en las canciones de Lev Leshchenko! ¡El camarada Stalin se pondrá furioso cuando se entere de que fracasamos otra vez! ¡Esos condenados occidentales se quedaron con todos los científicos inteligentes!
Somosmuytibios, aunque sé que te mueve una animadversión hacia gente que te cae casi tan mal como a mí (aunque por motivos muy distintos), en tus cálculos solo tenés en cuenta la recaudación bruta, sin tener en cuenta los gastos (alquiler y acondicionamiento de la sala, subcontratación de servicios audiovisuales, gastos de publicidad y venta de entradas, impuestos aplicables al espectáculo, etcétera). Ignoro cuál será la ganancia neta de Dolina y cómo la repartirá entre su equipo, pero estoy bastante seguro de que no sale de ahí con 70.000 dólares en el bolsillo para gastarlos en drogas duras, orgías y caramelos Media Hora. Nada que no pudiera averiguarse, si uno tuviera el tiempo y las ganas.
Si querés encontrar empresarios Nac&Pop miserables, podés hacerlo fácilmente buscando por el lado del ingeniero cordobés (de cuyo nombre no quiero acordarme) y de sus familiares y amigos cercanos que compraron una radio solo porque podían hacerlo, sin tener la menor idea de cómo funcionan los medios de comunicación y de cómo gestionarlos —séanos perdonada la jerga— sin aplicarles los paradigmas empresariales de la ingeniería eléctrica. Es cierto que fue dos veces preso político y que no la pasó nada bien, pero eso no justifica su conocida costumbre de tratar a sus subordinados al estilo de Bouchard, como esclavos con sueldos de miseria (o, como en el caso de Dolina y su equipo de LVST, con ningún sueldo durante más de dos años). La miserabilidad no es patrimonio exclusivo de un solo bando, como lo demuestran quienes fingieron oponerse al ascenso del gobierno argentino actual y que ahora revelan tímidamente su condición de cómplices en la sombra fresca de aquella embajada cuyo nombre no me conviene recordar.
Creo que el verdadero problema con las presentaciones de Dolina a partir del 2014 (o un poco antes) es que no se aclara suficientemente que se trata solo de presenciar las grabaciones rutinarias de un programa de radio no menos rutinario; se vende como espectáculo, pero es solo una noche entre las noches del Dolina desganado de los últimos años.
Imagino un escenario puramente hipotético; niego toda verosimilitud, toda descripción de hechos que pudieran haberle ocurrido a alguien en la vida real (a mí, por ejemplo): una pareja se pelea por una nimiedad (una palabra dicha a destiempo, un insulto involuntario, un intento casi exitoso de ahorcamiento con cuerda de piano); la mujer de la pareja (se trata de una pareja heterosexual, binaria, y por lo tanto detestable para la corrección política y el inclusivismo forzado) considera un encuentro de reconciliación y compra dos entradas para ver el espectáculo de Dolina en alguna ciudad medieval de la Argentina profunda, ahí donde aún relincha el peludo. La mujer hace la invitación correspondiente por WhatsApp, y el hombre de la pareja (que es quien lleva los pantalones porque horas antes había llevado su vestido corto Miu Miu de terciopelo negro a la tintorería) acepta, aun sospechando la fatal desilusión. Los integrantes de la pareja (mujer heterosexual, hombre heterosexual, una degeneración, un asco) se encuentran y se saludan respetuosamente con un apretón de manos y una leve inclinación de cabezas (la efusividad ya se percibe en el aire). Entran al lugar donde ocurrirá el milagro artístico y toman asiento; aparecen Dolina y Barton en el escenario. Aplausos. Dolina y Barton intentan durante veinte minutos hacer reír a la gente, y la gente ríe porque así lo indican el hábito, la costumbre y el libreto. Intermedio. Reaparecen Dolina y Barton, e intentan durante veinte minutos etcétera. Intermedio. Dolina convoca al TSN: aparecen una guitarra, un bajo, una pandereta, una maraca (o más estrictamente, una cabasa usada como maraca), un Microkorg usado solo por un momento para demostrar la calidad superior de su vocoder (pero no durante un tema, sino antes, como para avisar que tienen un Microkorg). Cinco personas en el escenario, cuatro covers para fogata en la playa y una milonga cantada por Dolina. Agradecimientos. Aplausos. Fin. Prontito por la salida. La pareja también egresa, con fondo de ominosa música de cuarteto (de cuarteto cordobés). Aunque la reconciliación aún no se ve en el horizonte, una pregunta tácita los une espiritualmente: ¿Qué m... fue eso que terminamos de ver ahí adentro?
Por lo demás, una entrada de 25 euros no es nada para sueldos españoles por encima de los 2.000; lo que más duele es el uppercut al mentón. La decepción, quiero decir.
Vi los precios para ver a Dolina en Madrid el 18 de mayo . 25 € la más barata . Si fuera el Dolina con Rolon, Stronatti , o Dorio sin Barton y sin el trío sin nombre quizás me lo pensaría. Ahora ni en pedo .
¿25 euros? ¿Qué rompieron, Chancho? Rammstein cobra 60 euros en España, y son como mil tipos en escena.
Hoy lo vi en YouTube: fue el diseñador del megadecreto e influyó en la ley ómnibus; ahora podría tener un cargo transitorio dependiente de Presidencia. Lo dicho: el amor vence al odio.
Krank: Disculpe la auto referencia pero el año pasado, cuando AD y sus acólitos pasaron por la ROU escribí:
Sodre: 1900 localidades a un promedio de 15 dólares, por dos funciones, 60.000 dólares. .
Colonia, dos funciones de 300 localidades a 18 dólares,11.000 dólares más. 70 lucas verdes en dos días.
Un gorila dice lo que piensa y hace lo que dice.
Alejandrito patalea contra los que ganan dinero, pero la suya se la lleva en silencio. Seguramente la dejó en una cuentita off shore en Montevideo. Si la ingresa a Argentina se la pesifican a 130 y eso sería inaceptable para él, no para el agro...
AD siempre criticó agriamente a los empresarios por ganar dinero.
Esta semana comentó que las radios ya no le pagan los gastos de las giras por lo que en Uruguay deben cobrar entradas para financiar sus presentaciones.
Con dos funciones en Montevideo y dos en Colonia recaudaron U$S 70.000 y van por más en septiembre.
Ahora que es un próspero empresario del espectáculo, ¿sigue pensando que ganar dinero es de canallas? ¿o la doble vara moral no le molesta?
Terminó siendo otro Nac&Pop que ladra por izquierda, pero vive por derecha. Yo te conozco.
Bueno si vamos a hablar de contradicciones, me gustaria resaltar como los neoliberales se llenan la boca de libre mercado pero despues lloran los precios...
No es parte de la doctrina entender que los precios son libres y que si se quiere algo se tiene que pagar debidamente? y si los precios no resultan atractivos se deja de consumir?
Todo magicamente se autoregulará.
¡Malditos cerdos capitalistas, otra vez descubrieron nuestro diabólico plan para apoderarnos del mundo insertando mensajes subliminales prosoviéticos grabados por Natalia Oreiro en las canciones de Lev Leshchenko! ¡El camarada Stalin se pondrá furioso cuando se entere de que fracasamos otra vez! ¡Esos condenados occidentales se quedaron con todos los científicos inteligentes!
Somosmuytibios, aunque sé que te mueve una animadversión hacia gente que te cae casi tan mal como a mí (aunque por motivos muy distintos), en tus cálculos solo tenés en cuenta la recaudación bruta, sin tener en cuenta los gastos (alquiler y acondicionamiento de la sala, subcontratación de servicios audiovisuales, gastos de publicidad y venta de entradas, impuestos aplicables al espectáculo, etcétera). Ignoro cuál será la ganancia neta de Dolina y cómo la repartirá entre su equipo, pero estoy bastante seguro de que no sale de ahí con 70.000 dólares en el bolsillo para gastarlos en drogas duras, orgías y caramelos Media Hora. Nada que no pudiera averiguarse, si uno tuviera el tiempo y las ganas.
Si querés encontrar empresarios Nac&Pop miserables, podés hacerlo fácilmente buscando por el lado del ingeniero cordobés (de cuyo nombre no quiero acordarme) y de sus familiares y amigos cercanos que compraron una radio solo porque podían hacerlo, sin tener la menor idea de cómo funcionan los medios de comunicación y de cómo gestionarlos —séanos perdonada la jerga— sin aplicarles los paradigmas empresariales de la ingeniería eléctrica. Es cierto que fue dos veces preso político y que no la pasó nada bien, pero eso no justifica su conocida costumbre de tratar a sus subordinados al estilo de Bouchard, como esclavos con sueldos de miseria (o, como en el caso de Dolina y su equipo de LVST, con ningún sueldo durante más de dos años). La miserabilidad no es patrimonio exclusivo de un solo bando, como lo demuestran quienes fingieron oponerse al ascenso del gobierno argentino actual y que ahora revelan tímidamente su condición de cómplices en la sombra fresca de aquella embajada cuyo nombre no me conviene recordar.
Creo que el verdadero problema con las presentaciones de Dolina a partir del 2014 (o un poco antes) es que no se aclara suficientemente que se trata solo de presenciar las grabaciones rutinarias de un programa de radio no menos rutinario; se vende como espectáculo, pero es solo una noche entre las noches del Dolina desganado de los últimos años.
Imagino un escenario puramente hipotético; niego toda verosimilitud, toda descripción de hechos que pudieran haberle ocurrido a alguien en la vida real (a mí, por ejemplo): una pareja se pelea por una nimiedad (una palabra dicha a destiempo, un insulto involuntario, un intento casi exitoso de ahorcamiento con cuerda de piano); la mujer de la pareja (se trata de una pareja heterosexual, binaria, y por lo tanto detestable para la corrección política y el inclusivismo forzado) considera un encuentro de reconciliación y compra dos entradas para ver el espectáculo de Dolina en alguna ciudad medieval de la Argentina profunda, ahí donde aún relincha el peludo. La mujer hace la invitación correspondiente por WhatsApp, y el hombre de la pareja (que es quien lleva los pantalones porque horas antes había llevado su vestido corto Miu Miu de terciopelo negro a la tintorería) acepta, aun sospechando la fatal desilusión. Los integrantes de la pareja (mujer heterosexual, hombre heterosexual, una degeneración, un asco) se encuentran y se saludan respetuosamente con un apretón de manos y una leve inclinación de cabezas (la efusividad ya se percibe en el aire). Entran al lugar donde ocurrirá el milagro artístico y toman asiento; aparecen Dolina y Barton en el escenario. Aplausos. Dolina y Barton intentan durante veinte minutos hacer reír a la gente, y la gente ríe porque así lo indican el hábito, la costumbre y el libreto. Intermedio. Reaparecen Dolina y Barton, e intentan durante veinte minutos etcétera. Intermedio. Dolina convoca al TSN: aparecen una guitarra, un bajo, una pandereta, una maraca (o más estrictamente, una cabasa usada como maraca), un Microkorg usado solo por un momento para demostrar la calidad superior de su vocoder (pero no durante un tema, sino antes, como para avisar que tienen un Microkorg). Cinco personas en el escenario, cuatro covers para fogata en la playa y una milonga cantada por Dolina. Agradecimientos. Aplausos. Fin. Prontito por la salida. La pareja también egresa, con fondo de ominosa música de cuarteto (de cuarteto cordobés). Aunque la reconciliación aún no se ve en el horizonte, una pregunta tácita los une espiritualmente: ¿Qué m... fue eso que terminamos de ver ahí adentro?
Por lo demás, una entrada de 25 euros no es nada para sueldos españoles por encima de los 2.000; lo que más duele es el uppercut al mentón. La decepción, quiero decir.
Salgo corriendo porque me cierra la tintorería.