Menos mal que ajusticiaron a esa pibita de 13 años que no le encuentra gracia a un león que se llama Tigre. Yo no estoy muy convencido de que aquellos con los que uno no puede conectarse tengan un aire de superioridad moral, o de piola. Reconozco que hay casos, pero no se puede generalizar. De hecho me parece que una denuncia de ese tipo es la que puede llegar a denotar una superioridad de algún tipo. Lo que Dolina deja de lado reflexionando sobre la relación artística entre emisor y receptor es que lo complejo tiende a lo simple a través del tiempo. ¿Cómo podría ser de otra manera? Y se da un caso medio autológico en donde, mientras que hablar en términos absolutos sobre la complejidad y la simpleza (o lo que sea, en realidad) pudo haber sido algo complejo (y no tan sujeto al cuestionamiento), hoy tiende más a lo simple y a un cuestionamiento inevitable y necesario para que las cosas avancen.
En otro orden de cosas, no llegué a escucharlo, pero la frase es contundente, la víspera es parte del goce, pero la mina tiene que venir. No sé si se refiere a un encuentro próximo o a la vida en general. Pero si uno sabe (independientemente del motivo) que la mina va a venir, ó si uno no sabe que no va a venir... la víspera es parte del goce. La expectativa es lo que nos mantiene vivos. Llámese necesidades, llámese deseos, llámese sueños, llámese esperanza. Vivir el momento, el presente, e ideologías similares, son filosofías que emergieron ante el dolor desgarrante de todas las minas que no llegaron nunca.