(Escribo no por tratar de convencer a nadie, ni tener razón, sino porque alguna idea de las que sigo me gusta y aprovecho escribir para pensar)
(Fui sintético una vez y quedé como cínico.... adiós síntesis, bienvenida asociación libre)
Creo que considerar el miedo como motor de la humanidad es una mirada tremendamente pesimista sobre la vida, la evolución y la humanidad.
Hay que salir de ahí, buscar el motor en otro lado. Un exjefe mío decía “la ley del menor esfuerzo es la fuerza que mueve el mundo”... Sarmiento tenía sus famosos dos pelos. Hay una película que se llama “The persuit of happiness” no sé que dice, pero el titulo nos indica que la felicidad es algo a lo que se puede buscar y alcanzar.
El miedo es una fuerza paralizante que nos hace desconfiar de todo y nos lleva a un lugar oscuro y húmedo.
Otra cosa es el dolor...
El dolor (Edith Södergran)
(...)
la felicidad es importante, duerme y respira y no sabe nada de nada.
¿Conoces el dolor? Es fuerte y grande, puños secretamente
apretados.
¿Conoces el dolor? Sonríe de esperanza, los ojos enrojecidos
por las lágrimas.
El dolor nos da todo aquello que necesitamos,
nos da las llaves del imperio de la muerte,
nos empuja por la puerta cuando dudamos todavía.
El dolor bautiza a los niños y vela con la madre
y forja todos los dorados anillos de boda.
El dolor reina sobre todos, alisa la frente del pensador,
pone la joya en el cuello de la mujer deseada,
está en la puerta cuando el hombre sale de casa de su amada...
¿Qué más da el dolor a los que ama?
No sé más.
Da flores y perlas, da canciones y sueños,
nos da mil besos que están vacíos,
da el único beso que es verdadero.
Nos da nuestras almas extrañas y nuestros gustos singulares,
nos da los premios mayores de la vida;
el amor, la soledad y el rostro de la muerte.