El origen del nombre "rastro" parece haber sido por el rastro de sangre que dejaban los animales degollados en un matadero de Madrid. Tambièn se menciona la posibilidad de que haya sido por los ejecutados con garrote vil. Pero ademàs existe la costumbre de los ganaderos trashumantes que todos los otoños pasan con sus rebaños de miles de ovejas por el centro de Madrid hasta llegar a la Puerta de Alcalà, reivindicando un tratado de 1418, que les permitìa seguir su marcha por las Cañadas Reales (Madrid no existìa como capital, sì como pequeña villa).
Todos los años se realiza el pago de ese derecho con la llamada "Firma de la Concordia" y la entrega de una suma en maravedìes (maravedìs o maravedises, pues es palabra con tres plurales, como manì). Una vez, por si fuera poca la cantidad de ovejas que se desplazaban por el Centro de Madrid, se plegaron a la reivindicaciòn unos àrabes con sus rebaños, que no sè còmo los habràn llevado (para mì que se los alquilaron a los madrileños) porque no creo que a España le hagan falta màs ovejas de las que ya tiene. Excuso decir el estado en que quedan las calles luego de este ritual o como se llame, porque para las ovejas, ya se sabe, el cuerpo no tiene horario.