Está bien Genaro, no fue mi intención ofenderlo, le pido disculpas si fue así.
Sólo quise enfatizar, y lo vuelvo a hacer, que las drogas son siempre una pésima elección para todo en la vida, y aun más para usarlas como atajos en el camino espiritual. No es un tema de moralidad barata, es un tema de que son absolutamente inútiles para el fin que se busca, y potencialmente muy dañinas. No abren ninguna puerta, más bien las cierran. Así como engañan para la vida práctica, llevándonos a un mundo de ilusiones, falso y efímero, del mismo modo nos engañan en la vida espiritual, haciéndonos creer que estamos a las puertas de la unión mística con el cosmos, cuando en realidad estamos muy lejos de eso.
Los maestros de verdad –para mí, aunque respeto si ud no cree en ellos, o si cree que los maestros verdaderos están por otro lado- nunca han aconsejado atajos, nunca han prometido soluciones fáciles ni jardines de rosas. Ellos nos dijeron que hay un camino, estrecho, difícil, parecido a nadar a contracorriente de un tsunami, para superar el ego al que estamos tan apegados, y alcanzar la plenitud espiritual verdadera. La disminución y eventual superación del ego, y la consecuente apertura al amor y a la compasión en nuestros corazones, es, dicen los maestros y yo lo creo, el único verdadero test del progreso espiritual, y no visiones (pretendidamente) místicas, percepciones paranormales, etc, todo lo cual no pasan de ser (en el mejor de los casos, como dije antes) fuegos de artificio que nos distraen de nuestro objetivo de crecimiento espiritual.
Desde los hombros de gigantes espirituales en los que trato de apoyarme, le desaconsejo totalmente ese camino, pero desde ya que le deseo lo mejor si ud decide entrar o persistir en él. Por mi parte, tengo claro que no lo haré.