monterovictor : desde mis 13 años estudio esoterismo, misticismo, espiritualidad, metafísica y todo lo con ello conectado. Y desde mis 19 años escucho a Dolina. Tengo 40 y siempre, pero siempre re afirmé y marqué conmigo mismo y con los demás la supina ignorancia de Dolina en materia esotérica, religiosa y espiritual. Pero sin embargo una enorme cantidad de gente cree que Dolina sabe mucho porque siempre habló de espiritismo, alquimia, magia, kaballah, religiones, creencias, etc. Que uno hable de eso o arme charlas para radio no significa en absoluto que uno conozca en profundidad esos temas o que esté bien informado. Yo banco y bancaré siempre a Dolina porque lo considero un amigo, no incondicionalmente, se compró desde el primer día mi amistad por su carisma, su modo de ser, su chispa, su ocurrencia, su inteligencia, su genialidad, su agudeza, su talento y mil cualidades más. Pero siempre supe separar, aquí como en todas partes. No por uno ser un gran artista o carismático puede opinar de todo. Pasado un tiempo, cuando desperté del sueño del populismo y de la progresía (por el cuál rumbeé un tiempo, hijo del condicionamiento del clima cultural y de la educación argentina) caí en la cuenta de la ignorancia y del error de Dolina en materia política, pero sobre todo económica. Ese fue un golpe más duro, el maestro se había caído, ya no era más el ídolo de antaño (que por otro lado nunca lo fue tanto dada mis muchas diferencias en el enfoque que hace del tema espiritual). Pese a todo ello yo lo sigo considerando lo más que tiene este país. Sólo comparable con figuras como Tato, Minguito, Les Luthiers, Calabró o Balá, que eran otros de mis ídolos. O los Guinzburg, los Castelo, los Carrizo. El está a su nivel e incluso por encima de todos ellos. No lo sigo por sus opiniones o su conocimiento. Para conocimiento tengo las universidades, los libros o las Logias Esotéricas y las Órdenes espirituales. A pesar de que en materia histórica y mitológica y otras lides muchas veces aprendí de Dolina, como todos, escuchamos hablar de ciertas cosas por primera vez con él, pasa que cuando vos conocés de verdad y has estudiado mucho ciertos temas, y escuchás a alguien muy tendencioso, que sólo quiere burlarse de eso, minimizarlo, ridiculizarlo, mostrando los lados flacos, con cierta petulante soberbia provinciana que ha sido adoctrinada en la snobista fe en el progreso, la ciencia, el racionalismo y la modernidad, y en forma totalmente a-crítica respecto a esa fe entusiasta en el materialismo, el cientificismo mecanicista y la obtusidad académica, es cuando uno prefiere dejar ser. Dejar ser, hacer que no oís, como cuando escuchás hablar a un tío que sólo tiene la primaria. Yo antes me indignaba un poco (hablo de hace 15 o 20 años). Ahora tan sólo esbozo una sonrisa cuando surge uno de esos temas. Incluso con el tema ideológico o político-económico, cuando lo oigo decir sandeces políticamente correctas y demagogas. Sonrío suavemente y lo dejo, él vale mucho más que eso.
Seguro que sí, hornets, yo trabajo con chicos con los que hacemos campamentos y hacer un fuego que se mantenga toda la noche y caliente a todos en una noche de invierno no es ninguna pavada. A mi lo que me molesta es esa mirada de ciertos universitarios yankes que van por el mundo estudiándonos como si fuéramos seres de otro planeta y dicen ¡Fuaa! ante cualquier cosa. Igual Narby no es así, pero no me convence mucho lo de "la inteligencia inherente de la naturaleza". Mi abuela curaba el dolor de oído ( otítis) con bichos bolita y nadie le dedicó un libro ( y ella no lo tomaba como un saber especial sino como algo obvio; si le interesa le digo como hacía). Qué se yo, Narby se dió con Ayahuasca y flasheó mal ( o bien, depende).
Lástima que ahora se sumó a la charla nuestro Feyarabend de bolsillo queriendo explicar desde el siglo XIX el siglo XXI y ya me saca las ganas de seguir escribiendo. Cariños.
Sí, claro... A mí de Narby me gustó su intención en ese libro de tratar de juntar las dos visiones, la ciencia occidental con la cosmovisión asháninka (toco de oído, no me acuerdo el nombre de esa etnia) y ver qué sale. En ese libro me parece muy interesante las ideas que plantea sobre la posibilidad de transmisión de información desde el adn hacia la conciencia. Pero como decís, como una visión más bien poética de las cosas, y a la vez una invitación a pensar de otra manera (en este sentido, Harris también es extraordinario... Te deja un modo de pensar diferente, ya sea que sus hipótesis sean o no correctas. A partir de leerlo, uno empieza a hacerse las preguntas de otra manera. O, mejor, suma una nueva forma de pensar el mundo). Por otro lado, los datos duros de Narby sobre el adn, sobre la química de la ayahuasca, sobre los bio fotones, etc. son muy sugestivos e interesantes. De ahí a "creer", hay un salto muy grande que uno no debiera estar dispuesto a dar.
En este mismo sentido, a mí me ha gustado mucho conocer la hipótesis Gaia, de Lovelock. Es muy interesante lo que plantea sobre la vida, las condiciones necesarias para su existencia y el equilibrio o desequilibrio del planeta (después, que Gaia se haya popularizado como la diosa tierra o demás sandeces es una lástima porque se destruye las posibilidades de su divulgación por cabezas serias -convengamos que el nombre que eligieron es muy pro-new age).
monterovictor : desde mis 13 años estudio esoterismo, misticismo, espiritualidad, metafísica y todo lo con ello conectado. Y desde mis 19 años escucho a Dolina. Tengo 40 y siempre, pero siempre re afirmé y marqué conmigo mismo y con los demás la supina ignorancia de Dolina en materia esotérica, religiosa y espiritual. Pero sin embargo una enorme cantidad de gente cree que Dolina sabe mucho porque siempre habló de espiritismo, alquimia, magia, kaballah, religiones, creencias, etc. Que uno hable de eso o arme charlas para radio no significa en absoluto que uno conozca en profundidad esos temas o que esté bien informado. Yo banco y bancaré siempre a Dolina porque lo considero un amigo, no incondicionalmente, se compró desde el primer día mi amistad por su carisma, su modo de ser, su chispa, su ocurrencia, su inteligencia, su genialidad, su agudeza, su talento y mil cualidades más. Pero siempre supe separar, aquí como en todas partes. No por uno ser un gran artista o carismático puede opinar de todo. Pasado un tiempo, cuando desperté del sueño del populismo y de la progresía (por el cuál rumbeé un tiempo, hijo del condicionamiento del clima cultural y de la educación argentina) caí en la cuenta de la ignorancia y del error de Dolina en materia política, pero sobre todo económica. Ese fue un golpe más duro, el maestro se había caído, ya no era más el ídolo de antaño (que por otro lado nunca lo fue tanto dada mis muchas diferencias en el enfoque que hace del tema espiritual). Pese a todo ello yo lo sigo considerando lo más que tiene este país. Sólo comparable con figuras como Tato, Minguito, Les Luthiers, Calabró o Balá, que eran otros de mis ídolos. O los Guinzburg, los Castelo, los Carrizo. El está a su nivel e incluso por encima de todos ellos. No lo sigo por sus opiniones o su conocimiento. Para conocimiento tengo las universidades, los libros o las Logias Esotéricas y las Órdenes espirituales. A pesar de que en materia histórica y mitológica y otras lides muchas veces aprendí de Dolina, como todos, escuchamos hablar de ciertas cosas por primera vez con él, pasa que cuando vos conocés de verdad y has estudiado mucho ciertos temas, y escuchás a alguien muy tendencioso, que sólo quiere burlarse de eso, minimizarlo, ridiculizarlo, mostrando los lados flacos, con cierta petulante soberbia provinciana que ha sido adoctrinada en la snobista fe en el progreso, la ciencia, el racionalismo y la modernidad, y en forma totalmente a-crítica respecto a esa fe entusiasta en el materialismo, el cientificismo mecanicista y la obtusidad académica, es cuando uno prefiere dejar ser. Dejar ser, hacer que no oís, como cuando escuchás hablar a un tío que sólo tiene la primaria. Yo antes me indignaba un poco (hablo de hace 15 o 20 años). Ahora tan sólo esbozo una sonrisa cuando surge uno de esos temas. Incluso con el tema ideológico o político-económico, cuando lo oigo decir sandeces políticamente correctas y demagogas. Sonrío suavemente y lo dejo, él vale mucho más que eso.
ups se me fue la mano con la letra! ven que no sé usar el mark down? perdón! :/
Seguro que sí, hornets, yo trabajo con chicos con los que hacemos campamentos y hacer un fuego que se mantenga toda la noche y caliente a todos en una noche de invierno no es ninguna pavada. A mi lo que me molesta es esa mirada de ciertos universitarios yankes que van por el mundo estudiándonos como si fuéramos seres de otro planeta y dicen ¡Fuaa! ante cualquier cosa. Igual Narby no es así, pero no me convence mucho lo de "la inteligencia inherente de la naturaleza". Mi abuela curaba el dolor de oído ( otítis) con bichos bolita y nadie le dedicó un libro ( y ella no lo tomaba como un saber especial sino como algo obvio; si le interesa le digo como hacía). Qué se yo, Narby se dió con Ayahuasca y flasheó mal ( o bien, depende).
Lástima que ahora se sumó a la charla nuestro Feyarabend de bolsillo queriendo explicar desde el siglo XIX el siglo XXI y ya me saca las ganas de seguir escribiendo. Cariños.
Sí, claro... A mí de Narby me gustó su intención en ese libro de tratar de juntar las dos visiones, la ciencia occidental con la cosmovisión asháninka (toco de oído, no me acuerdo el nombre de esa etnia) y ver qué sale. En ese libro me parece muy interesante las ideas que plantea sobre la posibilidad de transmisión de información desde el adn hacia la conciencia. Pero como decís, como una visión más bien poética de las cosas, y a la vez una invitación a pensar de otra manera (en este sentido, Harris también es extraordinario... Te deja un modo de pensar diferente, ya sea que sus hipótesis sean o no correctas. A partir de leerlo, uno empieza a hacerse las preguntas de otra manera. O, mejor, suma una nueva forma de pensar el mundo). Por otro lado, los datos duros de Narby sobre el adn, sobre la química de la ayahuasca, sobre los bio fotones, etc. son muy sugestivos e interesantes. De ahí a "creer", hay un salto muy grande que uno no debiera estar dispuesto a dar.
En este mismo sentido, a mí me ha gustado mucho conocer la hipótesis Gaia, de Lovelock. Es muy interesante lo que plantea sobre la vida, las condiciones necesarias para su existencia y el equilibrio o desequilibrio del planeta (después, que Gaia se haya popularizado como la diosa tierra o demás sandeces es una lástima porque se destruye las posibilidades de su divulgación por cabezas serias -convengamos que el nombre que eligieron es muy pro-new age).