"La trascendencia del ego y la elevación espiritual pasan más bien por un retorno a nuestros orígenes...".
Es correctísima esa afirmación, que nace de su intuición. "Yo soy el Alfa y el Omega", decía Jesús. La primera y la última letra del alfabeto, el principio y el fin son uno y lo mismo. Pero el camino espiritual es aun más que retornar al origen: es hacernos conscientes de que nunca hemos salido del origen! Hemos tenido un largo sueño, a veces grato, a veces pesadillesco. En el sueño hemos tenido miedo, hambre, frío, calor, hemos disfrutado placeres y sufrido dolores, hemos muerto y hemos vuelto a nacer mil veces... pero hemos despertado, y todo era un sueño, nunca hemos dejado de estar en el mismo sitio.
Cuando a Sri Nisargadatta le preguntaban por su fecha de nacimiento, respondía simplemente: "Yo nunca nací". Es la afirmación de alguien que ha despertado del sueño.
El sueño ha terminado. Somos lo que siempre hemos sido, y nunca podríamos dejar de ser.