probando, probando.
Llega un borrachito a la Torre Ejecutiva y habla con uno de
los guardias de la sede del poder ejecutivo: Apártense voy a pasar...
Yo quiero ser el nuevo presidente del País carajo!!! HIC!!!
Quéééé?,
¿Sos tarado ..?,
¿Estás loco...?,
¿Sos retrasado mental...?,
Tenés mierda en la cabeza...?
Ah? No, Que va!!!! Mejor no, no sabía que pedían tantos requisitos...¡HIP!
Listo, ya está, mecha encendida.
Estoy de acuerdo con chancho en que uno no pierde sus opiniones cuando sale del país, pero si te vas te bancas el exilio como un Duque.
O sea, no creo en el voto epistolar por la única razón de que a los políticos los deberían de votar los que se quedan a soportarlos, pero tampoco los que “salen” deben ser olvidados.
Hablo por experiencia propia, si me van a mandar a callar utilicen argumentos mejores que esos, o buenos chistes.