Disculpe, Virginia, que me dirija a usted sin haber sido presentados previamente por un conocido en común, pero quisira darle un concejo acerca del contratiempo que la aqueja.
Voy a tomarme el atrevimiento de suponer que usted recurre, ocacional o asiduamente, a la práctica, tan difundida entre las mujeres occidentales y cristianas, de embellecer sus uñas de acuerdo a los cánones que al respecto imperan en nuestra sociedad, utilizando para ello algún barniz, laca o esmalte específicamente elaborado para tal fin. Bueno, la próxima ocasión en que la conveniente elección de un color para sus uñas determine que éste (¿cual?) casualmente contrasta con el color de su teclado, expulse volentamente al o a la inoportuno/a que esté utilizando la computadora en ese momento y, mientras espera a que seque el barniz en las uñas de su mano menos hábil, aproveche para dibujar con la otra (la hábil) los caracteres correspondientes. De esa manera usted se habrá enfrentado con éxito al tiempo y al uso que venían determinando los destinos de su teclado, consiguiendo en ese mismo acto darle un toque personal y distintivo que tranformará la simple necesidad de identificar cada tecla en una expresión artística que redundará, seguramente, en satisfacción cada vez que contemple su obra.
Tómelo como el consejo de un padre (algo que tengo la dicha de ser) y no se olvide que: "Un padre que da consejos, más que padre es un metido".
Dr 1000House el sábado, 10 de septiembre de 2011 a las 05:23 PM
en La venganza será terrible del 09/09/2011 dijo: