Coincido con Emiliano en que debe haber un cierto manejo de los “pedidos musicales” del público, y es más que razonable que sea así. No creo que ningún grupo musical puede subirse a un escenario y decir: “uds pidan cualquier tema que se les ocurra, que nosotros lo tocamos”. Tal vez alguna canción muy sencilla la puedan sacar en el momento, pero si por ejemplo a alguien del público se le ocurre pedir “Bohemian Rhapsody”, no creo que puedan decir: “bueno, a ver cómo sale, un, dos,…”. Sería muy parecido a un suicidio artístico.
Tampoco creo que del extenso repertorio de Drexler, la única que pida siempre el público sea “Sea”, valga la etc. Y así se podría seguir con otras canciones que el Trío repite con mucha frecuencia.
Por otro lado no sería muy simpático decir: “bueno, no hay más pedidos del público, de ahora en adelante vamos a tocar cada día lo que hayamos preparado”. Creo que Dolina intenta llevar al plano musical la magia de un programa que juega a la improvisación en otros planos.
Entonces lo que me parece que hacen es tocar una intersección aproximada entre lo que pide el público y lo que ellos dominan, y de vez en cuando agregarán alguna nueva que hayan preparado. Es razonable, y creo que el público sabe que es así y es cómplice con la propuesta.
Lo que uno tal vez le pediría al Trío es que renovara el repertorio con más frecuencia, y, como se ha dicho acá, que se animara a buscar una impronta más personal, que se la jugara un poco más artísticamente, para seguir creciendo. Sin ser ningún entendido musical, y como feliz poseedor de un ladrillo en lugar de oído (lo cual me previene de todo intento de analizar la música), me animo a decir que el Trío tiene potencialidad como para hacerlo.