Es muy gracioso, porque el mismo Dolina siempre defendió esta "impertinencias" que surgían alrededor del programa. Pero de repente ahora no le gusta más. El negro, cuando joven, no tenía autorización para meter gente en la radio y aún así siempre cuenta con mucha gracia cómo hacían ingresar al estudio a personas e incluso las llegaban a esconder en oficinas cuando venían los dueños. Es decir, defendía la transgresión en pos de este impulso de escucharlo y arrimarse a lo que ofrecía. Y ahora ¿se enoja porque no ofrece una alternativa como la gente acorde a los tiempos que corren y surge espontáneamente, de gente que lo quiere y lo admira, una opción?
¿Qué te pasa Negro? ¿No te das cuenta que acá solamente hay fanáticos organizados que lo único que queremos es que te vaya bien? ¿No será hora de que te amigues con todo esto y, en todo caso, te pongas de acuerdo para que no reste a ninguno de tus intereses?
Con dolor en el alma me doy cuenta que el Dolina que a mi me gusta se terminó en el 2009. De ahí en más fue todo un remedo de sí mismo, elecciones desacertadas (Dorio, luego prescindir de Guillespi), una politización innecesaria y este ocaso lento y progresivo con un negro que se vive quejando, que cada día repite los mismos chistes sin gracia (vino el ladrón a ponerme la inyección...) y que de pronto perdió el respeto por sus oyentes a quienes no gusta de dedicar cosas complejas y elaboradas (vean en Youtube las reflexiones de los 90), sino que les repite un show malo, despojado y ABURRIDO.
Quizás es hora de que cierre la persiana y se dedique únicamente a escribir. Los fuegos artificiales del pensamiento, el humor y la inteligencia que diariamente veníamos a buscar me parece que ya se terminaron...