Comentario atrasado sobre el tema de la espontaneidad (lo tuve que pensar bastante): está claro que las espontaneidades de un barrabrava y de un Mahatma Gandhi, por poner dos ejemplos extremos, no pueden ser más diferentes. En un caso espontaneidad va a significar odio, violencia, insultos y todo tipo de actitudes patoteras y antisociales, y en el otro caso va a significar amor, respeto, compasión y comprensión hacia el prójimo. Mientras que uno representa nuestra herencia animal, el otro representa la capacidad del ser humano de purificarse de esa herencia animal y elevarse espiritualmente. Se podría decir que uno representa a la materia prima y el otro al producto terminado del proceso de crecimiento espiritual.
Ambos son espontáneos, pero mientras que la espontaneidad del barrabrava consiste en dejarse llevar por su condicionamiento animal y social sin oponer ninguna resistencia, la espontaneidad de Gandhi es fruto de un trabajo duro, paciente, persistente, enfocado y dirigido intencionalmente a elevarse espiritualmente. Es el resultado de pensar, hablar y actuar muchas veces contrariando lo que su "espontaneidad" animal inferior le impulsaba a pensar, hablar y actuar. Ese resistir los impulsos animales puede ser llamado hipocresía por parte de algunos, pero, lejos de eso, en realidad es un proceso de doloroso crecimiento. Partiendo de la convicción de que nuestro verdadero Ser no es, sino que en realidad está oscurecido por, esa animalidad, luego de muchos avances y retrocesos, finalmente resultó triunfante, y encontró que esta nueva espontaneidad espiritual es infinitamente más satisfactoria, más plena, y más auténticamente "natural" respecto a nuestro Ser profundo.
P.D.: A propósito de barrabravas, hago mis votos para que el partido de hoy entre Nacional y Boca (lamentablemente hay de estos elementos en cualquiera de las dos hinchadas) se desarrolle con la mayor normalidad posible (y bueno, si gana Nacional, mejor).