Menos mal que ese pensamiento de Dolina es aislado y para nada funcional al resto de su universo y de su existencia. Y sobre todo que no hace lo que dice o piensa (como todo comunista o socialista de la boca para afuera en esta argentina de izquierdistas de facultad). De lo contrario carecería de todo interés para mi persona escucharlo o seguirlo. Yo creo que Dolina es un ejemplo de mérito y siempre predicó absolutamente otra cosa que los desafortunados dichos de ese fragmento. Conozco su escala de valores porque aparte de un artista y entretenedor es un gran bajador de línea y coincido con muchos de sus conceptos, sobre todo los de antes. También un acomodaticio y un demagogo, sobre todo en estos últimos años de vejez. La gilada lo escucha, lo asiente, le dice ídolo y maestro, sin el menor espíritu crítico, es decir deduce que de su genialidad se derivan necesariamente ideas acertadas o correctas. Este fenómeno, este espejismo es propio de todos los artistas y ha sido completamente funcional en la construcción de los relatos populistas de todos los tiempos. Y como todos los k y los peronchos en general de este país decadente, no resisten un archivo, son la contradicción misma caminando. Eso para nada hace que lo deje de seguir y de querer, sólo que ya no como antes con esa candidez boba acrítica, que me convertía en su aplaudidor. Uno crece, observa, estudia, aprende, experimenta, sopesa y a eso le llaman sabiduría. Luego viene alguien a querer convencerlo de algo y uno responde: no, paso.
Mariano C. el sábado, 14 de mayo de 2016 a las 02:18 PM
en La venganza será terrible del 13/05/2016 dijo: