Me hizo evocar algo de los estilos de Enrique Mariscal y de Jacques Bergier. Bien. Racing, no te mueras nunca la Academia que sino esto se viene abajo. Sabés la amargura que da la derrota, sumado al resentimiento, el adoctrinamiento, la ideologización, el tercermundismo, todo ello en boca de un compadrito produce resultados deplorables.