Hablando en serio Mariela: yo sé que mi comentario fue un tanto l̶a̶r̶g̶o̶,̶ ̶t̶e̶d̶i̶o̶s̶o̶ ̶y̶ ̶c̶u̶r̶s̶i̶l̶e̶s̶c̶o̶ ̶c̶o̶m̶o̶ ̶m̶e̶ ̶d̶i̶c̶e̶ ̶E̶n̶o̶c̶h̶ extenso, interesante y poético, pero lo que quise decir es que el ser humano, identificado como está con su ser animal pequeño (llamémosle ego) dirije sus acciones a la satisfacción de las demandas de ese ego, y como tal no puede evitar ser egoísta (o ego-céntrico), y a partir de allí desarrolla su conducta con las características que todos conocemos porque las vemos a diario: ambición, envidia, vanidad, sensualidad, prepotencia, desprecio, violencia, y un largo ETCÉTERA (esto lo puse en mayúscula a propósito para capturar tu atención y no te me vayas del comentario). Como dicen los grandes místicos, éste es un estado de subdesarrollo espiritual. Hay un estado superior, aseguran ellos y yo les creo absolutamente, donde uno deja de identificarse con ese ego, pasa a identificarse con su verdadera esencia superior y comienzan a surgir los sentimientos más puros de que somos capaces: amor, compasión, comprensión.
Sé que ésto dicho así en general suena hueco y frío. Pero si no es así, si algo de verdad te parece que hay en estas palabras, tal vez sientas, como sentí yo hace algunos años, la necesidad de profundizar en el camino espiritual, el único que, yo creo, nos podrá llevar hacia el destino superior que nos espera como seres humanos.
(MMMM me parece que este comentario también me salió larguísimo, ahora cuando le dé "Publicar" lo voy a ver bien. Creo que fue peor la enmienda que el soneto).