El programa entró en piloto automático, es una letanía, un ruido blanco de auto referencias, sin sorpresas, sin las complejidades que tanto invoca AD, sin disrupciones, sin frescura, sin elegancia.
Barton y Barengo invadieron un espacio artístico y original y lo mutaron a un rosario de prejuicios progres y un sitio de venta de entradas por los barrios.
Hora de retirarse con algo de la dignidad del recuerdo de lo que fue.
Coincido con el tibio, arrastraron a Dolina a lo peor del progresismo de la izquierda y el peronismo... que devino en lo mismo. A punto tal de llevarlo a trabajar con el Chanta de Darío Z.
Las pavadas que hay que leer... Escucho el programa desde los años 90 y es natural que tenga vaivenes; no es nada fácil improvisar al estilo de Dolina, todas las noches, durante años y años, y ser siempre y cada día brillante. Sin embargo, cuando el programa es excelente me hace reír a carcajadas o me sorprende, y en el peor de los casos, me hace sonreír y escucar algún tema interesante. Parece el caso inverso al de los tipos que odian a Borges por haber sido "gorila" (siendo que la inmensa mayoría de los gorilas no son ningunos Borges, sino tipos más bien ignorantes y fanáticos; del mismo modo que no todos los peronistas o progres son Discepolines ni Dolinas). Me temo que nos estemos volviendo un país de cabezas de tacho.
El programa entró en piloto automático, es una letanía, un ruido blanco de auto referencias, sin sorpresas, sin las complejidades que tanto invoca AD, sin disrupciones, sin frescura, sin elegancia.
Barton y Barengo invadieron un espacio artístico y original y lo mutaron a un rosario de prejuicios progres y un sitio de venta de entradas por los barrios.
Hora de retirarse con algo de la dignidad del recuerdo de lo que fue.
Excelente, ya no tendremos que leer tus comentarios seudocancheros!!
Coincido con el tibio, arrastraron a Dolina a lo peor del progresismo de la izquierda y el peronismo... que devino en lo mismo. A punto tal de llevarlo a trabajar con el Chanta de Darío Z.
Las pavadas que hay que leer... Escucho el programa desde los años 90 y es natural que tenga vaivenes; no es nada fácil improvisar al estilo de Dolina, todas las noches, durante años y años, y ser siempre y cada día brillante. Sin embargo, cuando el programa es excelente me hace reír a carcajadas o me sorprende, y en el peor de los casos, me hace sonreír y escucar algún tema interesante. Parece el caso inverso al de los tipos que odian a Borges por haber sido "gorila" (siendo que la inmensa mayoría de los gorilas no son ningunos Borges, sino tipos más bien ignorantes y fanáticos; del mismo modo que no todos los peronistas o progres son Discepolines ni Dolinas). Me temo que nos estemos volviendo un país de cabezas de tacho.