Ay, Don Adolfo,es que esto se pone cada vez más difícil.
Voy a buscar en el botoquín, alguna pastilla pa espabilarme.
¿Será, que la conciencia de la propia finitud, que me configura como ser humano, según el maestro Feinmann, me impide seguir.?
Lo intentaré de todos modos.
Bueh, como diría Buzz Lightyear ¡¡¡Hasta el inifinito y más allá!!!!