Por otro lado, es verdad. Si no, laburaría de otra cosa. Hay que jugar con la crueldad del registro. Me imagino que debe ser una pesadilla intentar siquiera volver al contexto, cuando te levantan el dedito: como un pedido de disculpas que no viene a cuento. Ahí no jugaría ¿vió?
La frasesita, en este contexto particular, se la choreé al autor de un libro que habla del mundo y de demonios. Creo recordar por dónde anda. Voy a buscarlo.
Abrazos