Hoy me levanté temprano, hice unas cosas y como casi siempre, puse algún programa de LVST como ruido de fondo.
Y bueno, creo que pasó algo un poco inevitable de tanto escuchar lo mismo: empecé a dejar de disfrutar para dar lugar al análisis liso y llano. Dejé de prestar atención al aspecto artístico, al producto final como entretenimiento y me enfoqué sin ni siquiera darme cuenta en los patrones o temáticas en las que el negro insiste en todos, sino casi absolutamente todos los programas: las minas.
Es entonces cuando me di cuenta que Dolina finalmente no era otra cosa que un pajero. Oh! sorpresa!.
Un pajero, pero un pajero de verdad - no el tipo que estando solo y sin joder a nadie hace su vida - no, ese no es un pajero; es un tipo solo. Un verdadero pajero; ese con el que no se puede hablar de otra cosa que no decante en las minas, ese que le baja el precio a todo tema que no sea andar con alguna mina o como levantar y no hay escapatoria a esa temática: todo gira alrededor de lo mismo, las minas.
Es una obsesión fuerte que tiene, patológica, imposible de sacarlo de ahí. ¿Historia? - 95% historias "amorosas" de X personajes (sus modelos de rol a seguir: Napoleón Bonaparte, Casanova...etc) si no son estas historias, son historias femeninas para quedar bien con el comisario (sus posibles amantes oyentes).¿Humor? que la novia esto o lo otro, que como hace para levantarse a fulana, que anda garchando entre los yuyos aquí y allá de esta o aquella manera. ¿Reflexiones? lo importante es "el ser amado" el resto va y viene. Obsesivo.
Dolina es un taxista invertido y no puedo en este punto dejar de ver la ironía; de "las minas son todas putas, menos mi vieja y mi hermana" a "menos mal que las minas son todas putas, menos mi vieja y mi hermana". Aplaudiendo un liberalismo absoluto pero para los demás, coqueteando con las orgías, las minas que se entregan a varios hombres a la vez durante los amoríos y las bondades de compartir la pareja ajena... pero no la suya. Incluso defiende la figura del cornudo y le quiere dar dignidad (¿entienden por que siempre dije que operaba para él mismo en el micrófono ahora?) un laburo fino sin fin.
Se la pasó pisándose, yendo en contra de los conservadores y a favor de los liberales pero eso sí, cuando la mina lo engaña, lo usa y lo descarta, no le gusta. Las críticas son algunas directas pronunciándose en contra de ciertas actitudes, algunas crípticas pero están ahí, para que solo la mina en cuestión se haga cargo, la historia de una traición en el segmento de historia y su "dedicatoria" pueden tranquilamente ser un tiro por elevación a la minita de turno con la que se peleó y solo ella lo va a saber con seguridad. Lo dice sin decirlo, astuto, sabe que el juego es que ESA mina lo sepa y nadie más.
También supo prenderse al jueguito de las menores de edad o "lolitas" cuando estaba de moda allá por los 90s y hasta 2007. Algunos chistes son un poco... sugerentes en aquella época sobre lo piola de andar con "las niñas" como supo llamarlas. No voy a ser tan hipócrita de decir que no me gustan las minas jóvenes pero bueno, "no tanto". Quedaba bien decir que uno andaba con una de 15 o que sus suegros eran mas chicos que él. Pero eso sí, como todo charlatán, después se manda algún discurso cargadísimo de moralinas. No hace falta atar mas cabos y basta con ver qué tipo de ideología profesa hoy, que uno empieza a entender unas cuantas cosas sobre esas ideologías y sus adherentes.
En fin, creo que ya me cuesta incluso escuchar los programas viejos pero tengo que decir que los mitos griegos y nórdicos todavía me resultan atrapantes y sus improvisaciones humorísticas de personajes de barrio argentos haciendo cosas con dos pesos (películas, parque de diversiones, los astronautas) todavía me hacen reír.
En fin, queselevaser. Que lo difrute con salú. Después de todo esto que estoy haciendo es una suerte de revisionismo inútil.