Me encanta Dolina por su talento como narrador oral y escritor. A veces, cuando se lo ha escuchado por años, resulta reiterativo pero ¿quién no? Molesta un poco tanta insistencia con el tema minas y su mal disimulado machismo. Aunque se hace el deconstruido, sus comentarios sobre mujeres indican esta condición porque siempre se hace hincapié en el físico. Cualquier heroína o reina o lo que fuere la mujer de que habla o es linda o es fea, criterio que no se aplica a los varones. Nadie dice de un héroe, un astronauta o un científico: era hermoso, tenía un lomo que bueno bueno. Su deconstrucción roza el ridículo como cuando alaba exageradamente a Cora Barengo o al "filósofo" Darío y adhiere últimamente a criterios copiados de esos dos personajes. Es un tipo muy contradictorio porque por un lado supuestamente admira muchísimo la inteligencia, la bondad, etc. como máximos valores. Pero se ha desfigurado en el afán de conservar una juventud que se le fue hace rato. Y sí, es patético un tipo de más de ochenta queriendo pasar por uno de treinta en lo que respecta a vida sexual. Vamos, que hay edades para todo y en la que está Dolina hay que pensar en cosas más serias, me parece.