Está muy bien lo de “Sancho Barton” que dijo alguien; describe muy bien la relación de Barton con Dolina en LVST, tanto en representar la voz del sentido común en oposición a los vuelos imaginativos y delirantes de don Quijote Dolina, como en su fidelidad absoluta, inclaudicable.
Pero en esta historia del perro que lo muerde y no lo suelta, que Dolina repite cada tanto, como por ejemplo en el programa de hoy (no me estoy quejando para nada, me río siempre) la voz del sentido común le está fallando, amigo Sancho B. ¿Cómo es que nunca le pregunta cómo hizo el perro para estar sin comer durante casi un año? Tírele ese penal a Dolina, a ver cómo anda el maestro para tirarse en palomita.
PD: Se me ocurren dos posibles respuestas de Dolina a ese cuestionamiento:
1) “Como lo veía cada vez más flaco al pobre perro, y le había tomado cierto cariño, le pagaba a un veterinario que venía todos los días y lo alimentaba por vía intravenosa”.
2) “Cuando me dormía, el perro me soltaba, iba a comer y volvía a morderme antes de que me despertara”. Ante el nuevo cuestionamiento de cómo sabía él eso si estaba dormido, la respuesta es clara: “Bueno, señor, no me moleste”.