Seee, Finisterre. Es divino tener Internet. Pero una cosa es criticar a Kadafi o a Obama y otra muy distinta es decir si el alcalde de Salt Lake City debería o no recortar los fondos destinado al First Mental Health Sanatory de Stovington street. Hay matices que sólo se tienen viviendo de cerca la realidad, y eso, de momento, por Internet no se puede. Tenemos acceso a la información, inevitablemente recortada. Permítame dudar de que la gestión de Macri pueda juzgarse objetivamente leyendo Clarín, Perfil y La Nación online. Me parece de una puerilidad supina suponer semejante cosa. Ni siquiera leyendo Página/12 ni la Barcelona. Coincidiremos quizás en que "el acceso a la información" vía Internet es bastante aséptico. Y si hay algo que no es aséptico es la Política.
Chancho: Usted mismo reconoce que no sabe si la tal boleta es o no es trucha. Sin embargo, se sirvió de eso para decirnos que somos ingenuos, que no queremos ver, que "hay que bancársela"... Todo eso con información bastante tenue. ¿No habría sido menos osado matizar tanta data refiriendo la incertidumbre asociada a la información? Digo, qué sé yo.
Por opinar ¿quién es alguien para solicitarle al otro que se llame a silencio? Pero los que padecemos Capital (por cosas de la vida, hace ya dos años vivo muchísimo tiempo en Capital) tenemos una visión muchísimo más amplia que la que se puede tener viendo la tele o leyendo los diarios. Ahora mismo estoy viendo el noticiero de América: le aseguro que refleja la realidad nacional con la mayor de las pobrezas.
A lo que voy es que yo no ratificaría una opinión taxtativa basada en los diarios online. Para aprender Relatividad hace falta estudiar muchos años, no basta con la Wikipedia. Para ponerse de novios, hay que toquetearse, no basta con "el féis". Y para opinar terminantemente hay que estar muy, pero muy seguros de las cosas.
Salutens