Se entiende, soy bastante partidario de eso, y hasta quizás es lo que traté de hacer en mi comentario anterior. Pero nuevamente propongo escapar de eso del chorro malo, el comerciante bueno, el comerciante malo... ¿Estamos seguros que nuestra conducta es decente? Es una pregunta muy simple. No estoy hablando del comerciante que le roba a sus clientes o no, no estoy hablando de la decencia que puede medirse con la constitución. ¿Cómo podemos saber que nuestra conducta califica universalmente como decente o no? Muchas atrocidades de la historia, sucedieron en nombre de la decencia. Es evidente que las definiciones y las percepciones van cambiando constantemente, entonces tiene poco sentido hacer análisis absolutos.
La pregunta de base siempre es la misma, ¿de dónde provienen nuestras conductas? ¿Son espontaneas, originales y completamente independientes de toda influencia? No. Y no sólo no lo son, sino que es imposible describir un universo donde pudieran serlo. Hay que entender todo al mismo tiempo, porque así es como el mundo se presenta ante nosotros. La característica simbiótica de la realidad, la propiedad de causa y efecto, no puede ser pasada por alto. Culpar a la cultura es culparnos a nosotros mismos y viceversa. Un sistema de valores morales no puede definir a una persona más que a la cultura.
Cuando hablo de redefinir la cultura, no hablo de otra cosa que no sea redefinirnos a nosotros mismos.
Bueno, podría seguir divagando, pero con eso alcanza. :D Saludos.