Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

La venganza será terrible del 21/09/2016

Comentario #67936

Daniel Franz

Daniel Franz el sábado, 24 de septiembre de 2016 a las 02:38 AM en La venganza será terrible del 21/09/2016 dijo:

"La esencia de la educación es que sea religiosa" decía el filósofo y matemático inglés Alfred N.Whitehead.
Como el término "religión" se ha degradado tanto que actualmente significa poco más que un conjunto de vagas creencias metafísicas acerca de la existencia de un Dios, de una vida más allá de la muerte, etc, y un conjunto de ritos asociados tales como ir a misa los domingos, etc, y se ha vaciado de todo contenido profundo, estimo que en nuestros días sería mucho mejor decir "la esencia de la educación es que sea en valores".
Creo que la humanidad no va tan mal en cuanto a conocimiento científico y tecnológico, pero sí va muy mal en cuanto a amor, respeto, comprensión, compasión...
Y sospecho que en este aspecto no hay grandes diferencias entre Finlandia, Estados Unidos, Argentina o Uruguay.
Quizás algunos, aun estando de acuerdo con estas consideraciones, podrán objetar: ¿y dónde están los profesores para esas materias? No tengo todas las respuestas, o mejor dicho no tengo ninguna, pero el otro día vi a un botija de 16 o 17 años que dio una clase abierta a todo público: soplaba un viento muy fuerte en Montevideo y en la Plaza Independencia a la altura de la Puerta de la Ciudadela arreciaba un vendaval, a tal punto que a las personas muy mayores o con dificultades físicas les resultaba imposible cruzar la calle, ya que no podían superar la resistencia del viento. Este muchacho dedicó cerca de una hora de su tiempo yendo y viniendo, ayudando a esas personas a cruzar, sin esperar nada a cambio. Igualmente, tuvo su recompensa en la forma de una pequeña nota que le hizo el movilero de un informativo, que pasaba casualmente por el lugar y registró el hecho como un "curiosidad".
Es verdad que hay mucha miseria, egoísmo y agresividad en el mundo; no dejo de verlo y de leerlo casi a diario. Pero por otra parte, estos ejemplos me reafirman en mi fe inclaudicable en el destino glorioso de la humanidad.
Para acercarnos más rápidamente a ese destino, creo que debemos pensar más en desarrollar corazones sensibles que teléfonos inteligentes.