Nicolás, Dolina siempre prefirió la inteligencia. Leelo vos mismo:
"A lo largo del tiempo se va notando un avance, un retroceso, un cambio de rumbo. El programa es menos divertido de lo que era antes, pero también es más complicado, más complejo. Fue más actoral cuando estuvo Coco Silly, es más musical ahora que están los chicos: Moreira, con mis hijos, con Gillespi. La música es mucho mejor que antes. Es, a lo mejor, menos gracioso que cuando empezamos con Adolfo, porque era todo nuevo en ese entonces, incluso el código, y ahora no. El código no es nuevo. Incluso hay que vulnerarlo, antes era un código que vulneraba el código general, ahora es un código que nosotros mismos tenemos que vulnerar. Es decir, sucede algo parecido a lo que sucede con la historia misma de la novela policial, donde el público se va haciendo cada vez más astuto, entonces los enigmas propuestos tienen que ser también de una mayor complejidad, de una mayor astucia porque, si no, el público lo sabría, o el lector los advierte demasiado rápidamente y ya no tendría gracia. Y por otro lado hay un deseo nuestro de excelencia; no es que consigamos la excelencia, pero tenemos ese deseo de hacerlo bien, de cantar cada vez mejor, de buscar textos cada vez más complejos. Aunque a lo mejor al principio el público los rechace y pida las antiguas gracias, como suele ocurrir."
http://entrevistasdolina.blogspot.com/2010/02/alejandro-el-grande-nota-sobre.html