el perdón no es más que otra de las tantas caras que asume la relación de poder entre dos personas.
Implica concederle poder al que debe perdonar a base del sometimiento al que se somete el que pide perdón.
No es raro que la cuestión sea la piedra angular de una religión y una moral basadas en el sometimiento para consolidar la estructura de poder de unos pocos.
Ya formados desde la infancia en esa estructura perversa de la culpa (siempre nuestra) y del perdón (que hay que pedirle a un superyo heterónomo) trasladamos luego eso al resto de nuestras relaciones y andamos pidiéndole perón a nuestra pareja, a nuestro jefe, al policía de la esquina y bla bla.
Ripio Suelto el martes, 28 de julio de 2009 a las 07:15 PM
en La venganza será terrible del 24/07/2009 dijo: