Estamos conectados, diría Dolina; justamente estaba pensando en mi cuñado y ¿adiviná quién me llamó por teléfono? No, ahora no tengo cuñado; era un representante de Claro, que me reprochó amargamente una deuda aún impaga.
Sí revisás los comentarios de Naturträne, verás que ayer escribí algunos de ellos, todos referidos al origen probablemente extraterrestre de la voz de Nina Hagen. Con respecto a «Du hast den Farbfilm vergessen», en este video, Hagen cuenta al principio que habló, junto con el letrista Kurt Demmler, con el tecladista Michael Heubach (que había compuesto un tema muy extraño) para armar un texto tan absurdo como la música, y que a Heubach se le ocurrió lo del olvido de la película color, que a todos le pareció infinitamente más estúpido y divertido que lo que habían pensado originalmente. A partir de entonces, en las presentaciones en vivo o en televisión, Nina Hagen siempre hacía pasar fragmentos de esa presentación de 1974 en blanco y negro haciéndole voice-over, y en el estribillo aparecía ella en escena, precisamente cuando le reprocha a Michael su olvido; aunque parezcan escenas tomadas de diferentes épocas, se trata de una misma presentación. La traducción en castellano de ese video es algo defectuosa, pero da una buena idea de qué se trata el tema.
Mi novia está enseñándome Berlinerisch por videoconferencia, el lunfardo que se habla en Berlín y que es bastante difícil de entender o deducir para alguien que no haya nacido ahí; como todo lunfardo, es una enciclopedia de juegos de palabras y chistes sexuales. Comencé a estudiar sistemáticamente el alemán alrededor de los 19 años (lo único que puedo agradecer a Heidegger, aunque por causa de su condición de chanta y chamuyero), y me tomó al menos otros cinco para comprenderlo cuando se hablaba muy claramente; uno de los primeros temas musicales que aprendí en ese idioma fue precisamente el de Nina Hagen. (Ya conocía algunas arias de óperas, pero ese alemán poético casi no tiene contacto con el que se habla diariamente en la calle.) Como es altamente probable que dentro de un tiempo esté viviendo ahí, necesito todo el entrenamiento que me sea posible para poder comunicarme con alguna fluidez. (De todos modos, casi no hay nadie en Berlín que no hable inglés americano por muchos motivos, que incluyen el haber perdido la guerra.)
¿Cambio de novia quizás?
Pensé exactamente lo mismo. Somos uno con el universo. Om. (Quiero decir: Georg Simon Ω.)