Mmmm... Nuevo rico, no sé. Además de que habemos quienes disfrutamos como chanchos apoliyando, está el hecho de que una caterva de neurólogos y psiquiatras, luego de haber sometido mucha gente a tormentos indescriptibles, han llegado a la conclusión de que el sueño es necesarísimo. Gente privada del sueño durante más de cincuenta horas empieza a delirar, entre otros trastornos físicos y psicológicos que, si no fuera por mi calvicie, me pondrían los pelos de punta.
Mariana, hay que ver si realmente no le conviene vivir al revés, porque la verdad le cuento que por un par de años yo anduve medio así, y no estaba tan mal. La noche es espectacular para laburar y para divertirse también. Ahora, si quiere realmente vivir del derecho como manda Dios y la tradición cristiana, lo mejor es hacer lo que dice Theflaq: pasar el día a fuerza de café o mate, cenar livianito a eso de las 21, tomarse un par de copas de generoso Malbec (sanjuanino, no me vaya a traicionar), y meterse en la camucha antes de medianoche, cuando las carrozas aún no se han convertido en zapallos. Si todavía no puede dormirse, agarra las obras completas de Thomas Mann (a mí me dieron un resultado bárbaro) o se baja una película francesa de esas de ver llover, o una de Fassbinder desas que duran cuatro horas con planos de quince minutos de habitaciones en penumbras.
Saluditos.