¿Tan dificil es ver que la clase política y la clase empresarial en Argentina son prácticamente una? ¿Qué tiene que pasar para empezar a ir por ese lado? ¿No sería más productivo cuestionar esa realidad? Evidentemente no. Es avergonzante ver personas intentando, o simulando, hacer un ejercicio de pensamiento, y no le pasan cerca ni de casualidad. Encima hay que aguantar que se la den de poetas, usando metáforas y modismos infantiles.
Es común escuchar eso de que es una locura creer que si hablás mal de un partido político, estás a favor del otro y viceversa. Pero quizás no es tan loco. Porque, ¿qué sentido tiene criticar las faltas de un grupo de políticos cuando tenemos la certeza de que el otro también las tiene? Ninguno, salvo que haya intereses de por medio, sean materiales o ideológicos. Pero de ideologías mejor ni hablar, no les interesa, no saben, o saben que de eso es mejor no hablar.