Ya está; descubrí qué me enfurece tanto del Rolón actual, y no es el psicoanálisis (no al menos centralmente; a decir verdad, ya no tiene tanto peso en su discurso general): es su apología profesional del egoísmo, algo muy poco peronista. (Recuerdo a quienes nunca oyeron programas de los primeros años de Rolón en LVST que él reivindicaba y recomendaba explícitamente la tradicional solidaridad del peronismo cada vez que tenía oportunidad de hacerlo.)
No temas, improbable lector: no escribiré setenta páginas de mala literatura. (Me limitaré a un máximo de cincuenta o sesenta.)
El Rolón actual (el gurú de Perros de la Calle, el youtuber con canal monetizado, el mercader de elixires y panaceas para las angustias burguesas) recomienda el egoísmo extremo, sin importar los costos ni las consecuencias. En resumen: la cosmovisión de Rolón y de sus clientes actuales o potenciales consiste en que el mundo está lleno de gente mala que solo existe para arruinarte la vida, para envidiarte, para psicopatearte, para frenar o entorpecer tu carrera, para encerrarte en una jaula y tenerte como mascota, para ponerte límites, para obligarte a repetir el pasado una y otra vez como en El día de la marmota, para no dejarte crecer, para no blablablá ni tampoco etcétera; vos, ser de luz, almita de cristal carente de toda maldad, sos una víctima y tenés que dejar de serlo. Toda la gente que te rodea es tóxica (N. del E.: no consta en actas que Rolón haya usado alguna vez esa palabra, quizá para no tener problemas legales con Stamateas, pero es la misma idea), y tenés que salir de ese círculo. ¿Cómo? Soltando, tomando la decisión con la que puedas vivir. No tengas compasión: recordá que tampoco la tendrán con vos.
¿Esa gente que vive para dañarte está triste, enferma, desamparada, deprimida, débil, sola? No importa: son solo personajes secundarios y prescindibles; el protagonismo absoluto en esta obra es tuyo y solo tuyo, sos el personaje que sobrevive hasta el final y prevalece. Palo y a la bolsa; no sentirán nada, son perjudiciales y subhumanos, no como vos que sí valés mucho, sos demasiado para esa manada que te rodea y que ni siquiera se psicoanaliza.
(El primer paso para cometer genocidio es deshumanizar mentalmente a los futuros asesinados; se siente culpa por exterminar seres humanos, pero ¿quién sentiría remordimiento por matar hormigas o ratas? Creo que el principio es también aplicable a un contexto menos trágico y más cercano que Dachau o Treblinka.)
Nada de esto se encuentra en un video o en un libro en particular; está distribuido entre toda la actividad visible de Rolón en los últimos años. Puede y debe tomarse como opinión personal.
A propósito, estoy escribiendo una biografía: «Gabriel Rolón: una vida desde la revolución justicialista hasta la rebelión de Atlas». Creo que será un gran éxito, en especial entre los votantes del muy probable futuro gobierno.