Ah sí, se ven mucho los primates catarrinos, sobre todo con estos fríos.
Perdón por el chiste, Norberto; le diré que ud con esa seriedad que refleja su imagen me intimida un poco.
Todo lo que ud dice es cierto e irrefutable, en tanto que al hablar de "yo" y "mío" nos estemos identificando con este cuerpo que percibimos mediante los sentidos. En esa identificación, es indudable que "pertenecemos" al reino animal.
Ahora bien, esa identificación del "yo" con el cuerpo, que parece a todas luces evidente al sentido común, ya hace tiempo que viene siendo puesta en tela de juicio por los filósofos occidentales más agudos, por no hablar de los orientales, que nos llevan varios siglos de ventaja (no me estoy refiriendo a los uruguayos en este caso). Para no irnos muy lejos (no quiero entrar en la caverna de un Platón, por ejemplo -está muy frío), ya el amigo Descartes había llegado a la conclusión de que de lo único que podemos estar seguros es de que "existimos"; decir que "somos" un cuerpo o cualquier objeto percibido por los sentidos pertenece al reino de las suposiciones (y de las suposiciones muy audaces). Muchos otros han tenido similares cogitaciones, si me disculpa el término. Por ejemplo, intente entrarle a un Hegel, un Schopenhauer o un Heidegger, si es macho.
Pero los filósofos, trabajando como trabajan dentro de los límites del intelecto e imposibilitados de ir más allá, no pueden acceder a la Realidad Última. Los llamados místicos, o maestros espirituales (le hablo concretamente de un Jesús, de un Buda, de un Ramana Maharshi...), han ido más allá, y han llegado a conclusiones alarmantes (en el buen sentido): "Definitivamente, ud no es un cuerpo ni una mente", nos dicen, "pero lo que ud es no es posible expresarlo con palabras, porque es más allá de cualquier palabra. No es posible accederlo por métodos científicos, porque es más allá del plano material. Aun más: no es posible aplicar el tradicional esquema (el único que el intelecto puede entender) de "sujeto-que-conoce / objeto-conocido", porque es más allá de toda dualidad. En definitiva, yo no puedo explicarle la Verdad Absoluta, pero puedo darle los elementos para que ud llegue a una realización directa la Verdad por ud mismo".
(En realidad, los términos "ud" y "yo" son muy inadecuados, pero aun así es de lo mejorcito que se puede expresar con palabras).
Esto parece muy difícil, y lo es (más que difícil es imposible) si queremos aprehenderlo mediante el intelecto, pero sería muy fácil y natural si, como nos dicen los maestros, dejáramos el intelecto a un lado (agradeciéndole los servicios prestados, cómo no) y simplemente nos "zambulléramos" en la Realidad. Como en el ejemplo que ponía un autor espiritual, estamos como los pingüinos bebés que van a tirarse al agua por primera vez. Tienen mil dudas y temores de que eso sea bueno para ellos, pero una vez que se tiran, se dan cuenta de que ese es el medio para el que han nacido.