Es insólito como la gente acompaña, casi inocentemente, las ideologías y los mecanismos que han hecho del mundo un lugar sombrío y hostil donde no hacen más que prosperar valores morales comparativos, de competencia constante, de beligerancia para con el prójimo, de desinterés por todo. El sistema capitalista fue diseñado por y para beneficiar a las clases dominantes. No hace falta esperar nada más de lo que ya pasó. Nadie esta "puteando por las dudas". Cualquier persona más o menos comprometida con el funcionamiento de la sociedad sabe que Argentina ha demostrado ser un país completamente incapaz de pensamiento crítico que, entre otras cosas, solamente recurre a su patriotismo vacío cuando juega la selección de fútbol.