Qué va a hacer amigo Mariano, cada uno es como es. Tal vez hace algunos años yo también hubiera dicho: "¡A la puta calle con el miserable que estaba en la puerta!". Hoy no digo eso, pero no por adoptar una postura espiritualmente correcta o por crear un personaje, sino porque realmente lo siento así, porque realmente siento comprensión y compasión por esa persona, aunque a ud le parezca que eso no es posible, que debo estar mintiendo para parecer mejor de lo que soy. Ud no me conoce y le reconozco el derecho que tiene a pensar de esa manera.
Sé que ud quizás no lo acepte ahora, pero le aseguro que no hay nada de mojigatería o ñoñería en la vida espiritual. Por el contrario, hay que tener mucho coraje. Hay que tener mucho coraje para perdonar a los que nos ofenden, para amar a los que nos odian y nos persiguen. Hay que tener mucho coraje para, como el Buda, arriesgar la vida por salvar a una cabra en peligro. Lo fácil, lo que va en consonancia con el condicionamiento animal que nos domina, es el odio, la agresión, la revancha, insultar al que nos insulta (si es posible con un insulto aun más hiriente), pegarle al que nos pega (más fuerte si es posible), etc.
Así está el mundo. Hace poco murieron unas 80 personas inocentes aplastadas por un camión manejado por un loco suelto. Como "revancha" por esa afrenta, otras 160 personas inocentes murieron en un bombardeo. Hicieron 2 x 1. Ojo por ojo, y pronto todo el mundo será ciego.
La lucha contra nuestro condicionamiento animal, contra nuestros propios bajos instintos, es la más difícil de todas, y es totalmente imposible de emprender si no hay un ideal superior que nos guíe, algo que nos llame desde adentro y que nos haga sentir que para eso hemos nacido.
Nosotros estamos muy, muy lejos de esos y otros colosos espirituales, pero algunos los vemos como ideales supremos a seguir y tratamos, con infinitos errores y retrocesos, de conformar nuestra vida a sus ejemplos y enseñanzas, aunque ud no lo crea.

Igual le agradezco el consejo, no estaría nada mal (aunque sería demasiado cómodo para mi gusto) meterme en un monasterio, sea budista zen o de cualquier otra religión. Pero allí no encontraré a ningún Mariano C (es un ejemplo como cualquier otro, no se enoje) que al criticarme y confrontarme me haga, por un lado, hacer una instrospección de mi conducta para cuestionarme si estoy en el camino que trato de seguir, y por otro lado, crecer en amor y comprensión.
Lo que no entiendo es lo de la unidad básica. ¿Qué es, una molécula? Perdón, mí no entender, mí uruguayo.

Le mando un gran abrazo.