Oponga, Norberto, oponga. Y le digo que es una oposición más que razonable: es muy difícil creer en la naturaleza moral de la humanidad (y aun más: en su naturaleza divina) a la vista de las muchísimas atrocidades que ha cometido el hombre en su historia, de las cuales Auschwitz es uno de los ejemplos más terribles.
Sin embargo por mi parte haré mías las palabras de alguien que sufrió ese horror en carne propia, la niña Anna Frank: "A pesar de todo, creo en la humanidad".
Son muchas las demostraciones de egoísmo, brutalidad y crueldad del hombre, pero ese mismo hombre también ha sido capaz de muchos actos de amor, generosidad, entrega y heroísmo. La llama divina en él pugna por abrirse paso a través de enormes masas de animalidad acumuladas durante millones de años. Ya hemos vistos resplandores de ese fuego en algunos pocos seres especiales de la historia. Tengo la certeza de que algún día ese fuego va a emerger en plenitud, así como ud tiene todo el derecho de oponer reparos a esta certeza.
Al margen de todo esto le digo: me encantan las películas de Woody Allen, e incluso me divierto mucho con sus chistes ateos.