Con todo respeto y sin pretender inmiscuirme en la política argentina, me parece que debe haber muchas razones mucho más importantes para la caída de un gobierno, que el hecho de que la presidenta sea una mujer.
Me parece que ese tipo de discusiones, al menos en el mundo occidental más o menos civilizado, ya fueron.
Sería como si los norteamericanos quisieran explicar un eventual triunfo del Partido Republicano (espero que no, al menos no Trump) por el hecho de que Obama es negro. ¿Por qué fue votado entonces? ¿Por qué fue reelecto? Y hablamos de un país que hasta hace muy pocas décadas tuvo severos problemas de discriminación racial.
Creo que la gente vota de acuerdo con el grado de satisfacción (por la economía, por la seguridad, por la educación, etc) que le da un gobierno, y no creo que entren en consideración cuestiones tan menores. Habrá trogloditas como en todos lados, pero no me parecen que tengan un peso importante en el electorado.
Si hubiera tanta misogina en la sociedad, nunca hubiera sido votada una presidenta, ni reelecta. Es más, nunca hubiera llegado a ser candidata, su propio partido no la hubiera propuesto.
Creo que un gobierno que es derrotado en las urnas debería antes que nada hacer una profunda autocrítica, considerar que tal vez haya cometido errores, encontrarlos, aprender de ellos con humildad (palabra clave para todas las cosas de la vida), y desarrollar una labor como oposición tal, que le permita presentarse a las próximas elecciones con una mejor imagen antes los electores.
Daniel Franz el viernes, 01 de abril de 2016 a las 12:05 PM
en La venganza será terrible del 30/03/2016 dijo: