Me enviaron un link para probar Bard, de Google; por algún motivo, recordé el chiste recurrente de Dolina sobre el paisano que fue a comprar supositorios y pregunté:
«¿Por qué el paisano se comía los supositorios en lugar de usarlos de la forma convencional?».
La respuesta fue:
«El paisano se comía los supositorios en lugar de usarlos de la forma convencional porque no sabía cómo usarlos correctamente. Probablemente, el médico le dio las instrucciones de forma oral y el paisano no comprendió que tenía que introducir el supositorio en el recto.
También es posible que el paisano no se atreviera a introducir el supositorio por el recto. Puede que tuviera miedo o vergüenza de hacerlo. En este caso, se comía el supositorio como una forma de evitar el contacto con el recto.
Independientemente de la razón, el hecho de comer los supositorios no es una práctica segura. Los supositorios están diseñados para ser disueltos en el recto, y si se comen, pueden provocar malestar estomacal, náuseas y vómitos.
Aquí hay algunas recomendaciones para usar los supositorios de forma segura:
- Lea las instrucciones del medicamento cuidadosamente antes de usarlo.
- Si no entiende las instrucciones, pregunte a su médico o farmacéutico.
- Lávese las manos con agua y jabón antes de manipular el supositorio.
- Introduzca el supositorio en el recto con un dedo limpio.
- Si tiene dificultades para introducir el supositorio, puede pedir ayuda a un familiar o a un amigo.
- No coma los supositorios».
Me inquietó esa sugerencia de pedirle ayuda a un amigo. Como fuera, desconfío de una IA que no comprende el chiste del paisano que fue a comprar supositorios.