Transcripción automática
0:00:00 Bueno, vamos a hablar esta noche de las Lleguas de Glauco, tal como hemos prometido.
0:00:05 En los mitos griegos muchos personajes se llaman Glauco, era un nombre bastante común.
0:00:10 Hoy vamos a referirnos a uno que era hijo de Sísifo y que fue el papá de Belerofonte,
0:00:16 ¿se acuerdan ustedes? El Joquei de Pegaso.
0:00:19 Vivía en Póthnia cerca de Tebas, este Glauco, y era dueño de unas Lleguas a las que cuidaba mucho.
0:00:29 No permitía que las prenearan, si me permiten, algunas damas se están retirando en este mismo acto.
0:00:36 Por el mismo motivo.
0:00:37 Ni tampoco que tuvieran reuniones con otros caballos, aunque estas reuniones no fueran fecundantes.
0:00:43 No sé qué otra clase de reunión puede tener una Llegua con un caballo, que era una reunión de consorcio.
0:00:49 He visto.
0:00:51 Con esta conducta Glauco esperaba que sus Lleguas fueran más energicas que las otras, que competían con ellas en las carreras de carro.
0:01:00 Es decir, se trataba de que aquella energía que las Lleguas consumían en ejercicios generos,
0:01:06 fuera utilizada para mejorar los tiempos.
0:01:09 Estas carreras eran la principal preocupación de Glauco, las carreras de carro.
0:01:17 El hipódromo.
0:01:19 Era como ahora.
0:01:21 Como en Ulliga.
0:01:23 Claro, casi no había quitación.
0:01:25 Estaban un carro y caballo como corresponde.
0:01:29 Bueno, esta decisión de Glauco de mantener abstinentes a sus Lleguas, ofendió naturalmente a Afrodita,
0:01:36 que era la diosa del amor, no solamente entre los hombres, sino también y principalmente entre las Lleguas.
0:01:45 ¿Por qué no lo indica?
0:01:47 Entonces, Afrodita se quejó a Zeus, el príncipe de los dioses.
0:01:51 Y también se quejó porque Glauco había llegado al extremo de alimentar a sus Lleguas con carne humana,
0:02:00 también para aumentar su velocidad.
0:02:03 Parece que cuando uno alimenta Lleguas con carne humana, son más veloces.
0:02:09 Y, indignado entonces, Zeus autorizó a Afrodita a realizar las acciones contra Glauco, que ella considerara necesarias.
0:02:18 Afrodita, entonces, soltó a las Lleguas una noche, se la sacó del corral a Glauco,
0:02:25 dejó que bebieran de un pozo consagrado a ella, a la mismísima Afrodita,
0:02:30 y también hizo que comieran una hierba llamada hipomanes que crecían los alrededores del pozo.
0:02:38 Y así las hierbas prodigaban estímulos violentos y desmesurados.
0:02:44 Y esto ocurrió poco antes de que Hasson celebrara los célebres juegos funerres de pelias en la costa de Zolco.
0:02:54 Pelias aquel que murió despedazado por sus hijas, que lo metieron en un caldero para rejuvenacer.
0:02:59 Por creerle, justamente, a otros hijos.
0:03:01 Por creerle a Medea.
0:03:03 Parece que Glauco iba a notarlas a las Lleguas en la carrera de cargo.
0:03:10 Todos en el hipódromo, va a empezar la carrera.
0:03:13 Justo Glauco estaba mirando a ver si estaban bien hunsidas las Lleguas.
0:03:19 Y en eso se desbocaron.
0:03:24 Volcaron el carro y arrastraron a Glauco por la arena.
0:03:29 Enredado, estaba pareciendo en las riendas.
0:03:32 Y lo arrastraron por todo lo largo del hipódromo.
0:03:35 Pero eso no fue lo peor.
0:03:37 Cuando el arrastre pareció haber terminado, las Lleguas se comieron a Glauco de postres.
0:03:45 Es decir, primero lo arrastraron por todo el hipódromo, marcando 1.36 la Mella.
0:03:51 Y después, ahí frente a la peluz, se lo morfaron.
0:03:58 Curiosamente, el destino del hijo de Glauco, Belero Fonte, también fue trágico respecto a las montas.
0:04:05 Porque se cayó de pegazo.
0:04:07 Se cayó con Dígrafo subiendo palcil.
0:04:09 Era un caballo volador, como saben ustedes.
0:04:11 Ya se sabe que si la caída de un caballo común suele ser peligrosa,
0:04:15 siendo que uno está más o menos a metro y medio del suelo,
0:04:19 calcule cuando ese caballo está por la altura de las nubes.
0:04:23 Uno se mata.
0:04:25 ¡Ciao!
0:04:27 Ahora bien, también empezó la verdadera directora.
0:04:30 Cuentan los mitógrafos.
0:04:32 Que el alma de Glauco, que tomó otro nombre, Taraxipo, o Turbacavacios,
0:04:41 aún sigue acechando por el ritmo de Corinto,
0:04:45 donde su papá, Sísifo, le había enseñado el arte ecuestre.
0:04:51 Taraxipo, o sea, el alma de Glauco,
0:04:55 se complace espantando a los caballos
0:04:59 y especialmente lo hace en los juegos ismicos y causa muchas muertes.
0:05:05 Pero también se dice que hay otra alma que participa en esos sustos,
0:05:10 junto a la de Glauco,
0:05:12 y esta es el arma de Mirtilo, un famoso jockey de los mitos clásicos.
0:05:17 Dicen que tanto Taraxipo como Mirtilo asustan en Corinto
0:05:22 y también en Olimpia, y en Olimpia los jockeys
0:05:26 parece que en algún tiempo ofrecían sacrificios
0:05:29 con la esperanza de evitar catástrofes.
0:05:32 O sea, queificaban tres huelles
0:05:35 en honor de Taraxipo o de Mirtilo
0:05:38 para no estar involucrados en una rodada fatal.
0:05:42 La verdad es que este nombre, Taraxipo,
0:05:45 no solo lo llevaba el alma de Glauco,
0:05:48 sino también un hombre que le convenía a muchos otros personajes.
0:05:52 Se decía que también era el alma en pena del héroe isqueno
0:05:57 que fue sacrificado para poner término a una carestía.
0:06:01 Fíjese, algunos eran sacrificados para que lloviera,
0:06:05 pero no, había carestía, estaba a caro el puchero
0:06:09 y sacrificaron a isqueno para ver si bajaban.
0:06:12 No se me ocurrió.
0:06:15 También siempre hay un sacrificio.
0:06:18 Algunos creen que las inflaciones se detienen únicamente sacrificando a alguien.
0:06:22 Sí, sacrificando a mucha gente.
0:06:25 Ajustes se llaman esas.
0:06:26 También se hablaba de Dameón, el hijo de Filiunte,
0:06:31 que había participado en la expedición de Heracles
0:06:34 contra Augia, recuerda.
0:06:37 Se trataba de limpiar unas caballerizas.
0:06:39 Un trabajo de Augia tenía unas caballerizas tan sucias
0:06:42 que nadie podía limpiarlas, etcétera.
0:06:45 Heracles la limpió, desvió para ello el curso de un río, etcétera.
0:06:50 Bueno, este muchacho había participado en esta expedición
0:06:55 y había sido muerto al mismo tiempo que su caballo.
0:06:59 Parece que el amo y el animal habían sido enterrados
0:07:02 precisamente en el hipódromo de Olimpia.
0:07:05 Bueno, y todo esto para explicar algo que sucedía
0:07:10 al margen de cualquier espíritu.
0:07:13 Muchas veces en las carreras los caballos se asustaban
0:07:16 y volcaban el carro que el conductor se mataba.
0:07:19 Entonces se explicaban estos hechos que eran muy frecuentes
0:07:23 del modo que acabamos de decir.
0:07:25 La aparición de Taracipo en las carreras, etcétera.
0:07:29 También relacionaban esto con la leyenda de Enomao.
0:07:34 Recuerda, Enomao, aquel tipo que obligaba a competir con él
0:07:40 en una carrera de carros a los pretendientes de su hija, Hipodamía.
0:07:45 Cada vez que la mina conocía a un tipo, aparecía Enomao
0:07:52 y decía, le corro con mi manchagual a la lazán de Cirihilo.
0:07:57 Y siempre le ganaba a los novios.
0:07:59 Y el premio por ganar era dar muerte al vencido.
0:08:04 O sea que le mataba a todos los novios.
0:08:06 Primero les corría, les ganaba y los mataba.
0:08:09 Pero una versión cuenta que apareció el señor Pélope
0:08:15 y invocó a Taracipo para asustar a los caballos de Enomao y venció.
0:08:25 También se ha dicho que le aflojó una rueda.
0:08:30 Y cuentan también que el propio Pélope había sido sepultado en el hipódromo de Olimpia,
0:08:36 que ya nos parece más un semente.
0:08:38 Se faltaba por la cruz.
0:08:40 Y había continuado perturbando las carreras.
0:08:45 Finalmente, los más sensatos, y uno pone cara de que el más sensato es uno,
0:08:51 dicen que en determinada curva había un altar y un laurel
0:08:55 y que la sombra de su follaje, agitado por el viento,
0:08:59 era suficiente para asustar a los caballos que participaban en las carreras.
0:09:04 Es decir, una explicación hebemerista y muy poco atrayente.
0:09:08 Es decir, los caballos se asustaban como se asustan en cualquier parte porque saltan sombras.
0:09:14 Robert Greves es más específico en su hebemerismo.
0:09:18 El Taraxipo parece haber sido una estatua arcaica que marcaba la primera vuelta de la carrera
0:09:25 y parece que distraía a los caballos que corrían por primera vez, a los caballos principiantes,
0:09:33 en el momento en que el conductor intentaba cortar camino y tomar la curva por el interior de la pista,
0:09:38 como quien dice, por los pa'larelos.
0:09:41 Pero más allá de los caballos espantados, el asunto de Glauco devorado por las yeguas,
0:09:47 también tiene sus antecedentes formales, se cuenta que los reyes sagrados preelénicos,
0:09:53 es decir, en épocas del matriarcado, eran descuartizados al final de su reinado,
0:09:58 que grabó un año, ¿no? Por mujeres disfrazadas de yeguas.
0:10:02 En los festejos, en otro orden, otro mito,
0:10:06 en los festejos del año nuevo babilónico, se creía que el rey Sol Marduk,
0:10:13 encarnado en el rey humano de Babilonia,
0:10:17 estaba luchando en el infierno con el monstruo marino Tiamat.
0:10:22 Y entonces, se soltaba en Babilonia un carro tirado por cuatro caballos salvajes
0:10:28 para simbolizar el caótico estado del mundo en ausencia de Marduk.
0:10:35 En aquellas juegas babilónicas, un muñecco simbolizaba a un conductor enredado con las riendas.
0:10:42 Y también, al complicado conductor de un mundo en donde faltaba el más importante de los conductores, Marduk.
0:10:49 Incluso se dice que antiguamente no ponían un muñecco, sino que ponían un tépono más.
0:10:54 Estos eran los antecedentes de estas leyendas acerca del hipódromo que hemos contado.
0:11:00 Estaba pensando, Alejandro, que uno se ve tentado de recurrir a algunos caballos un poco más gauchitos,
0:11:05 menos chúcaros como Busefalo, Rosinante, que tantas satisfacciones nos han dado en el campo de combate o en la literatura misma,
0:11:12 o bien algunos que nos han dado otras satisfacciones como Forley, Botafogo, que ya nadie recuerda, afortunadamente.
0:11:17 Pero en realidad estaba pensando en un poema del maestro Giri, un poema que se llama,
0:11:22 si mal lo recuerdo, Contra lo Conocido, se Contra lo Conocido en la Naturaleza, los Portentos,
0:11:26 y termina diciendo de hombre las partes superiores, si bien muertas y de bestia las partes inferiores, pero vivas,
0:11:31 como que siempre lo peor sobrevive a lo mejor.
0:11:34 Y estaba pensando en ese sentido que este especie de cruce nos debe conducir directamente a un centauro,
0:11:40 ya que no siempre las partes de bestias son las peores que tenemos.
0:11:44 Y un centauro es la mejor forma que uno puede atribuir, digo, para seducir a una llegoa, ya sea por varios cuerpos, aunque sea por una cabeza.
0:11:52 Y por una cabeza es el tango que canta Carlos Gardel, asistente asilio a todos los hipódromos.
0:11:59 Incluso me imagino al de Olimpia y al de Corinto.
0:12:05 Por una cabeza canta Carlos Gardel.
0:12:29 Lo que al llegar y que al regresar, pa' decir, no olvides ser hermanos, a ver no hay que burar.
0:12:39 Por una cabeza me tejonde un día de acella, porque esta irriso en ella mujer,
0:12:47 y al jurar sorriendo del amor que está mintiendo, que mai no uno vea todo mi querer.
0:12:56 Por una cabeza, no ganas locura.
0:13:05 Por una cabeza borra la tisza, calma la margura.
0:13:13 Por una cabeza, y eso me olvida.
0:13:21 No importa perderme mil veces la vida, para que vivir, cuanto desenganio por una cabeza.
0:13:32 Yo pure mil veces no vuelvo a insistir, pero si un mirar me hiré al pasar,
0:13:40 todo lo que haces fue lo que lo quisiera besar.
0:13:44 Basta de carrera, que acabo la timba, un final rellido, yo no vuelvo a ver.
0:13:52 Pero si algún pingo llega a ser fija el domingo, no me juego entero, qué le voy a hacer.
0:14:01 Por una cabeza, no ganas locura.
0:14:10 Por una cabeza, borra la tisza, calma la margura.
0:14:18 Por una cabeza, y eso me olvida.
0:14:26 No importa perderme mil veces la vida, para que vivir.
0:14:36 Era Carlos Gardel en la venganza, será terrible, por una cabeza.
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