Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en el auditorio del Plata, mañana también estaremos aquí, Gorriti 5963, entre Adévalo y Rabinani.
0:00:09 Exactamente, y agradecemos aquí, tenemos la revista Efecto Kuleshov de Cultura, Arte y Comunicación.
0:00:16 La revista curiosamente bien hecha para estos tiempos que corren, en que nadie hace más guier revistas, la gente hace cosas en internet igualmente mal.
0:00:23 Y además ahí lo único que reconozco en principio es un cuento de mi amigo Sebastián Basualdo, que es un joven autor, por el cual respondo a veces.
0:00:31 Muy bien, el efecto Kuleshov, la disfrutadé. Gracias, acá está, Lucas Lombardia, aquí la trajo.
0:00:39 Hablaremos entonces de William Beckford.
0:00:46 Un señor llamado William Beckford nació en 1760 en Inglaterra.
0:00:56 Algunos se han ocupado de él, y Jorge Luis Borges anduvo consultando biografías, y al leer algunas biografías de Beckford tuvo algunas ideas.
0:01:11 Os recordó ideas ajenas.
0:01:14 Recuerdo, por ejemplo, la siguiente broma de Carla, que había imaginado una biografía de Miguel Ángel, que omitía toda mención de las obras de Miguel Ángel.
0:01:30 Y se borges tan complejas la realidad tan fragmentaria y tan simplificada la historia, que un observador omnisciente podría redactar un número indefinido y casi infinito de biografías de un hombre,
0:01:47 que destacaran hechos independientes y de las que tendríamos que leer muchas antes de comprender que el protagonista es el mismo.
0:01:59 Simplifiquemos una vida. Imaginemos que le integran 13.000 hechos.
0:02:07 Una de las hipotéticas biografías registraría la serie 11, 22, 33, otra la serie 9, 13, 17, 21, otra la serie 3, 12, 21, 30, 39.
0:02:24 No es inconcebible una historia de los sueños de un hombre solamente.
0:02:29 Otra de los órganos de su cuerpo, otra de las falacias cometidas por él, otra de todos los momentos en que se imaginó las pirámides,
0:02:39 otra de su comercio con la noche y con las auroras.
0:02:44 Y si esto puede parecer quimérico, pero no lo es.
0:02:50 En realidad nadie se resigna a escribir la biografía literaria de un escritor o la biografía militar de un soldado.
0:02:58 Todos prefieren la biografía genealógica, la biografía económica, psiquiátrica, quirúrgica, tipográfica.
0:03:07 700 páginas en octavo comprende cierta vida de Pau.
0:03:12 El autor fascinado por los cambios de domicilio apenas logra rescatar un paréntesis para el Maastrum y para la cosmogonía de Eureka.
0:03:23 Otro ejemplo.
0:03:25 Hay una curiosa revelación del prólogo de una biografía de Bolívar, hecha por el propio Carlyle, es decir, que inventó esta idea, que tuvo esta idea.
0:03:36 Dice Carlyle, hablando de una biografía de Bolívar que acaba de leer.
0:03:42 En este libro se habla tan escasamente de batallas como en el que el mismo autor escribió suena Napoleón.
0:03:52 Y dice Borges, la broma de Carlyle predecía nuestra literatura contemporánea.
0:04:01 Hoy, y está escribiendo en 1943.
0:04:05 Una biografía de Miguel Ángel es extraño que tolere alguna mención de la sobra de Miguel Ángel.
0:04:15 Y empieza a hablar de una biografía de William Beckford que ha leído.
0:04:21 Y dice, William Beckford, nacido en Fondhill, encarnó un tipo suficientemente trivial de misonario, un gran señor, viajero, bibliófilo, constructor de palacios, libertino.
0:04:39 Chapman, su biógrafo, desentraña su vida laberíntica, pero prescinde de un análisis de Batec, la novela a cuyas últimas diez páginas William Beckford debe su gloria.
0:04:56 Tuvo que buscar entonces Borges otras opiniones sobre Batec.
0:05:03 Le hizo un prólogo de Malarmé de quien hemos hablado el otro día, pero justamente no hablábamos de él como escritor ni como prologista, sino como frustrado amante de Eugélias de Montijo, que después acaso con Napoleón III.
0:05:19 Y dice, el prólogo de Malarmé abunda en observaciones felices.
0:05:27 Por ejemplo, hace notar que la novela principia en la sotea de una torre, desde la que se leé el firmamento, para concluir en un subterráneo encantado.
0:05:38 Hay otro prólogo de Healer Bellock, que también hemos hablado aquí.
0:05:45 Healer Bellock estaba muy peleado con Harry Berwells, y entonces le dijo a Welles que era un inglés provincial.
0:05:57 Y Welles le contestó, el señor Bellock seguramente ha nacido en toda Europa.
0:06:04 Bien, dice Bellock que la prosa de Beckford es parecida a la de Voltaire, y lo juzga uno de los hombres más viles de su época.
0:06:19 Dice textualmente, era uno de los hombres más viles de su época.
0:06:26 Pero vamos a contar la fábula de Beck, que no es tan compleja, y tiene cierto interés.
0:06:36 Beck, es decir, Harun Bernal Mottasín, Batic Bila, noveno Califa Abbasida,
0:06:49 edició una torre babilónica para descifrar los planetas.
0:06:56 El Califa Batic manda a construir una torre, desde cuya sotea se ven los planetas.
0:07:04 Observando los astros, estos le auguran una sucesión de prodigios,
0:07:13 cuyo instrumento será un hombre sin par que vendrá desde una tierra desconocida.
0:07:20 Un día llega, a la capital del imperio, un mercader.
0:07:25 Su cara es tan atroz que los guardias que lo conducen ante el Califa avanzan con los ojos cerrados.
0:07:32 El mercader vende una cimitarra al Califa, y luego desaparece.
0:07:39 En la hoja de la cimitarra hay grabados unos misteriosos caracteres cambiantes
0:07:45 que burlan la curiosidad de Batic.
0:07:50 Un hombre, que luego también desaparece, alcanza a descifrarlos.
0:07:56 Un día significa esto.
0:07:59 Soy la menor maravilla de una región donde todo es maravilloso y digno del mayor príncipe de la Tía.
0:08:08 Otro día dicen,
0:08:10 hay de quien temerariamente aspira a saber lo que debería ignorar.
0:08:17 Cada día dicen algo distinto.
0:08:20 El Califa se entrega a las artes mágicas.
0:08:23 La voz del mercader en la oscuridad le propone abjurar de la fe musulmana
0:08:28 y adorar a los poderes de las tinieblas.
0:08:32 Si lo hace, le será franqueado el alcácer del fuego subterráneo
0:08:37 bajo sus bóvedas podrá contemplar los tesoros que los astros le prometieron,
0:08:43 los talismanes que sojuzgan al mundo,
0:08:46 las diademas de los sultanes, préadamitas y de su leyman bendajún.
0:08:53 El ávido califa se rinde.
0:08:57 El mercader le exige 40 sacrificios humanos.
0:09:02 Trancurren años sangrientos.
0:09:06 Batec, negra de abominaciones el alma, llega a una montaña desierta.
0:09:12 La tierra se abre.
0:09:14 Con terror y con esperanza, Batec baja hasta el fondo del mundo.
0:09:19 Una silenciosa y párida muchedumbre de personas que no se miran
0:09:24 erra por las soberbias galerías de un palacio infinito.
0:09:29 No le ha mentido el mercader.
0:09:32 El alcácer del fuego subterráneo abunda en esplendores y talismanes,
0:09:37 pero también es el infierno.
0:09:42 En la congénere historia del doctor Fausto y en las muchas leyendas medievales
0:09:47 que la prefiguraron, el infierno es el castigo del pecador que pacta con los dioses del mal.
0:09:53 En esta es el castigo y la tentación.
0:09:58 El infierno lo ha tentado, Batec.
0:10:02 Sainte-Barre y Andrew Lang declaran o sugieren que la invención del alcácer del fuego subterráneo
0:10:08 es la mayor gloria de Beckford.
0:10:11 También puede decirse que se trata del primer infierno realmente atroz de la literatura.
0:10:18 Borges declara que el más ilustre de los avernos literarios, o sea, el antígeno, supongo,
0:10:26 el doliente reino de la comedia, no es un lugar atroz.
0:10:31 Es un lugar en que ocurren hechos atroz.
0:10:34 Y la distinción es válida.
0:10:45 En el hombre que fue jueves, Shester Tom habla de una torre
0:10:50 cuya sola arquitectura es malvada.
0:10:56 Y en la otra punta del mundo se tuvo un árbol que es más y es menos que un árbol.
0:11:01 En el manuscrito encontró en una botella, Stephen, o Poe, Poe,
0:11:08 habla de un mar austral donde el volumen de las naves crece,
0:11:15 como si fuera un cuerpo viviente.
0:11:18 Melville dedica a muchas páginas de Movedick a decir que ese blanco es el mal mismo.
0:11:26 Es decir, esos son ejemplos para observar que el infierno de Antesco magnifica la noción de una cárcel,
0:11:37 pero el de Beckford, los túneles de una pesadilla, y es la construcción misma la que significa el mal.
0:11:47 No, que ahí pasan cosas de malos.
0:11:51 La Divina Comedia es el libro más justificable y más firme de todas las literaturas, afirma Borges.
0:11:58 Y Batec apenas una mera curiosidad.
0:12:01 Sin embargo, Batec pronostica, siquiera de un modo rudimentario,
0:12:07 satánicos esplendores de Poe, de Baudelaire, de Quincy, de Thomas de Quincy.
0:12:15 Hay un intraduzible epítico inglés, podemos hablar de un cani,
0:12:23 para denotar el horror sobrenatural.
0:12:26 Y ese epítico dice porque es aplicable a ciertas páginas del Batec.
0:12:32 Piensó yo también en la idea que los críticos del Abhacraft tenían de Batec.
0:12:39 Y los críticos que eran también sus seguidores,
0:12:43 y hablaban del horror cósmico,
0:12:46 de un horror que iba más allá de los errores pulgares.
0:13:00 Beckford, en el primer capítulo de Batec, enumera cinco palacios dedicados a los cinco sentidos.
0:13:07 Qué idea tan extraña.
0:13:09 Solo tres días y dos noches, del invierno de 1782,
0:13:14 requirió William Beckford para redactar la trágica historia de su califa.
0:13:19 Le escribió un francés, Henley, y la tradujo al inglés en 1785.
0:13:25 Borges dice que el original es infiel a la traducción,
0:13:31 y que tal vez el francés del siglo XVIII era menos adecuado que el inglés
0:13:36 para comunicar los indefinidos horrores de la singularísima historia.
0:13:44 Este año,
0:13:50 antes de decir lo que pasó este año, voy a contar otra cosa de Beckford.
0:13:54 Beckford, que efectivamente el señor bastante canalla,
0:14:00 era aficionado a las construcciones.
0:14:03 No solamente había construido una torre babilónica en su novela Batec,
0:14:11 sino que también construyó una en su casa.
0:14:14 Construyó una casa, el tipo había heredado una verdadera fortuna,
0:14:19 creo que un millón de libras en aquel entorno que podía comprar el mundo.
0:14:25 Entonces no compró el mundo, pero compró algunas cosas que son casi tan buenas como el mundo.
0:14:33 Compró la biblioteca del amigo Fibon, el autor de La Decadencia.
0:14:42 Era una biblioteca carísima, se la compró.
0:14:46 Y después empezó a construir palacios, tal como hacía el rey este Luis de Bavier.
0:14:53 Y en uno de esos decidió vivir y allí construyó una torre enorme.
0:14:59 Esto lo construyó siendo el muy joven, allá en 1780 y tanto.
0:15:04 También en la época en que escribió el Batec,
0:15:07 en la misma época en que escribía la torre babilónica que había construido su califa,
0:15:13 él construyó una para él, pero se lo vino abajo en 1825, se le cayó.
0:15:23 Yo estuve este año en Cintra, que es una ciudad muy misteriosa de Portugal,
0:15:29 de la que algún día hablaremos.
0:15:31 Y en un cartelón, probablemente del Palacio de Apenas,
0:15:38 que es una de las construcciones más misteriosas de Cintra,
0:15:42 es una ciudad dedicada sobre una montaña.
0:15:45 Es el lugar más romántico del mundo, y algún día hablaremos por qué,
0:15:50 en verdad, el sentido del romantísimo.
0:15:53 Leí que allí había estado William Beckford.
0:15:57 Y pues sí, alguna vez hablaré de esta ciudad, o de Beckford o del Batec.
0:16:08 Hay allí también un lugar en donde quizá no estuvo Beckford,
0:16:13 y se llama la Quinta de Regaleira.
0:16:16 Y es una especie, todas estas construcciones son del siglo XVIII,
0:16:22 y algunas posteriores, ¿no?, de Cintra.
0:16:26 Y llega su esplendor allá por 1890, final del siglo XIX.
0:16:34 Digo, esta quinta es una especie de disneylandia de los alquimistas.
0:16:42 Es una quinta no muy grande, con una construcción bastante terrorífica, ¿no?
0:16:52 Y en los jardines hay un montón de laberintos, de fuentes, de cuevas, de túneles,
0:17:02 y su dueño, que era muy aficionado a los asuntos de la alquimia y de la comedia del Dante,
0:17:14 construyó cada uno de sus caminitos y de sus ciclos del edificio central,
0:17:20 pensando en rimas dantescas y rimas alquímicas.
0:17:25 Y estuvimos toda una tarde recorriendo ese lugar,
0:17:30 divirtiéndonos pero espantándonos un poco también.
0:17:36 Y a mí me parece que no estuvo allí, William Beckford,
0:17:42 que sí estuvo seguro en el Palacio de la Pena,
0:17:45 que es un lugar hermoso, enorme, pero finalmente es un palacio.
0:17:50 Este no, este es un lugar pequeño y siniestro.
0:17:54 Yo no pasaría una noche así.
0:17:57 Y le hubiera gustado mucho a Beckford, que era amante de las construcciones
0:18:06 y amante de los siniestros, y desde luego de lo dantejo,
0:18:10 y de todo lo que tiene que ver con el infierno,
0:18:12 después de todo él también construyó un infierno literario.
0:18:18 Y eso es todo lo que le quería decir, quería dar cuenta,
0:18:25 el existencia de una novela que se llama Batec,
0:18:29 leerle lo que Borges dice de ella,
0:18:32 contarles que hay una ciudad que se llama Cintra,
0:18:36 donde hay edificio muy extraño,
0:18:39 y contarles que Beckford estuvo allí, que seguramente fue influido,
0:18:44 si es que no escribió allí el Batec.
0:18:48 No he podido saber dónde,
0:18:50 pero han ocurrieron esas noches,
0:18:56 tres días y dos noches de su cuento.
0:18:59 Es curioso Alejandro, porque digo,
0:19:03 hay una estrecha relación entre ese infierno,
0:19:06 el más perdurable de los infiernos creados por el hombre,
0:19:09 el gulabestico, el dantejo,
0:19:11 y cierre tradición ocultista.
0:19:13 Y aquí, para lo que quieran, tenemos muy a mano,
0:19:15 en Buenos Aires, una versión de esto que usted estaba contando.
0:19:18 Porque hay una relación de sea muy estrecha entre los versos,
0:19:21 entre el conocimiento alquímico y las sociedades secretas,
0:19:24 a tal punto que justamente en los comienzos de la llegada al infierno,
0:19:30 se habla de cosas que han existido cuando no han existido,
0:19:33 y dice concretamente,
0:19:34 dinán se ame no un forco secreate,
0:19:37 sino anterne e io eterna duro,
0:19:40 y en el asiato y esperanza voy que entrate.
0:19:42 O sea, antes de mí no hubo cosas que no fueran eternas,
0:19:45 y yo durare para siempre,
0:19:46 así que abandonen toda esperanza los que crucen este mural.
0:19:49 Bueno, aquí hubo un par de personas,
0:19:51 otros italianos que llegaron a la Argentina,
0:19:54 bueno, como para tener grandes iniciativas,
0:19:57 gente con dinero para hacer una inversión,
0:19:59 y eran, pertenecian, si no, a la masoadería,
0:20:01 alguna sociedad secreta muy cercana,
0:20:03 y consiguieron un edificio,
0:20:05 que si uno no recorre desde esa espíritu de lectura
0:20:08 y de cierta, y me lo imagino, caminando por esa quinta,
0:20:11 es ciertamente aterrador que nosotros que el palacio Barolo.
0:20:14 Hasta el punto es así que,
0:20:16 consiguieron una idea todavía mas alocada,
0:20:18 que es la de construir una torre igual en frente,
0:20:20 en Montevideo, y la torre está construida.
0:20:22 Palacio Salmi.
0:20:23 Exactamente,
0:20:24 y en la punta de ambos palacios,
0:20:26 había un gran faro,
0:20:28 que iba a trazar una especie de recta de luz,
0:20:31 en algún momento en que la humanidad pudiese festejar algo,
0:20:34 y allí era donde quería llevar las cenizas delante,
0:20:37 y al apretar vaya uno a saber qué extraño ritual.
0:20:39 Pero es cierto que así,
0:20:41 donde la arquitectura cobre ese tipo de forma,
0:20:43 es que aparece esta cosa de los siniestros,
0:20:45 que aparecerá en la historia de la humanidad mil veces.
0:20:48 La torre de Babel está marcada por esta desgracia también,
0:20:51 allí donde una torre quiere ser tan alta y pretenciosa,
0:20:54 como para llegar a Dios,
0:20:55 entonces esa torre sufrirá alguna maldición.
0:20:58 Pensaba también en, bueno,
0:21:01 el mismo malarmé que aparece aquí muy lateralmente,
0:21:04 porque alguna vez dijo que todo existía en la historia universal
0:21:07 para terminar en un libro,
0:21:09 que es el sentido de la historia universal.
0:21:11 Y pensaba también que es gracioso que,
0:21:13 si Bécforo fue uno de los hombres más viles de su época,
0:21:16 es curioso que todo su estilo haya sido construir fichos y libros.
0:21:20 Aléster Krawli era el hombre más malo de esa misma época,
0:21:23 y sin embargo era un asesino.
0:21:25 Bécforo era una artista, una esteta además de un miserable.
0:21:28 No puedo dejar de reparar que,
0:21:30 mil 182, la época en la que se escriba el Batec,
0:21:33 es la época en que clocen a la Nobel Agótica.
0:21:35 Y además son los años que prefiguran el mayor cataclismo de la humanidad
0:21:39 para esa sociedad establecida, que es la Revolución Francesa,
0:21:41 así donde todo iba a terminar.
0:21:43 Y finalmente, no puedo dejar de pensar en esta mezcla de castigo y tentación,
0:21:48 que es aquello que construyen justamente los libros,
0:21:51 la tentación de saber qué va a haber
0:21:53 y el castigo de saber que esas cosas se agotan de algún modo.
0:21:56 Decía San Ambrosio que poner todo adentro de un libro es tan peligroso
0:21:59 como dejar un espadre en manos de un niño.
0:22:01 Y quizás toda la pesadilla esta conduzca justamente a esta historia.
0:22:05 La numeración que hacía usted de Borges,
0:22:07 mucho recuerda al firmamento de John Wilkins,
0:22:09 aquella cosa en donde se mezclan esas descripciones arbitrarias y caprichosas,
0:22:13 esa mezcla de pesadilla, infierno y sueño de toda la vida,
0:22:17 que es finalmente el lugar al que volveremos una y otra vez,
0:22:21 incluso que no después de muertos, que es la literatura,
0:22:23 es decir, nuestra vieja casa.
0:22:25 Viejacasa es el valso que ha de cantar ahora justamente
0:22:30 en homenaje a nuestro oyente Jorge Cáceres,
0:22:34 Don El Mundo Rivero.
0:23:07 Tiene el patio rodeado de plantas que cubre el pollaje de un viejo parral
0:23:14 que no le quibe verdeando de bugos.
0:23:17 Recuerda las cosas que no volverán.
0:23:23 Viejacasa de Levarrio Santelmo,
0:23:27 tu recuerdo es que viesa a liargar
0:23:31 y de lejos me denas las hojas que digas entonces
0:23:36 por donde estará
0:23:38 y en mis ojos cansados de pena
0:23:41 dos lágrimas tiernas quemando al rodar.
0:24:00 Viejacasa con muros de adobes,
0:24:03 un recuerdo de infantes con dos años mejores,
0:24:07 vida blanca, color de inocencia,
0:24:10 el al sin sombra de pen y dolores.
0:24:14 Que no tal que me traes vieja casa
0:24:18 y si vas a ser niño volver a jugar,
0:24:22 olvidarme que existe en el mundo
0:24:25 el cielo sin sueño de la realidad.
0:24:31 Viejacasa de Levarrio Santelmo,
0:24:35 tu recuerdo es que viesa a liargar
0:24:39 y de lejos me denas las hojas que digas entonces
0:24:44 por donde estará
0:24:46 y en mis ojos cansados de pena
0:24:49 dos lágrimas tiernas quemando al rodar.
0:24:56 Era el mundo rivero, la venganza será terrible, vieja casa.
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